top of page

E23 Torpeza, desamor, suerte y antropología con Carla

Updated: Nov 8, 2023


Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):



NEW: Join the waiting list for our course: Español PRO - Advanced Spanish


Is this podcast too advanced for you? Check out the Intermediate Spanish Podcast


Follow Spanish language Coach on Instagram and YouTube


Episodio 23: torpeza, desamor, suerte y antropología con Carla.


Hola, estudiante. Te doy la bienvenida a un nuevo episodio del podcast para estudiantes de español de nivel avanzado de Spanish Language Coach. Como siempre, te recomiendo leer la guía de vocabulario que hemos preparado para poder entender mejor el episodio y también, si lo necesitas, las flashcards de vocabulario para memorizar estas nuevas palabras y expresiones y la transcripción también, que es gratis. Todo lo puedes conseguir en la página web www.spanishlanguagecoach.com. Y si te gusta el podcast, si estás aprendiendo con él, recomiéndalo a otras personas, a otros estudiantes, y también, por favor, valóralo en la plataforma de podcast desde donde la escuches... Desde donde lo escuches, porque es la mejor forma de apoyar su continuidad y de recibir tu feedback. Muchísimas gracias. Y ahora ya voy a empezar la charla de hoy esta conversación informal que tenemos como invitada a Carla. Carla, ¿qué tal?


Hola, buenas. Bueno, aquí estamos. A ver qué sale de aquí. Vamos a ver.


Ayer me dijiste Estoy un poco nerviosa porque soy tímida como tú, introvertida. ¿Te tomaste el gin tonic que te recomendé antes de..?


Sí, aquí lo tengo por aquí. No es que sea introvertida, es que cuando me graban me pongo muy nerviosa. Yo soy extrovertida hasta que llega la cámara. Entonces, bueno, a ver qué tal.


Sí, sí, sí. Aunque ya deberías tener, porque esto recuerdo que el miedo escénico y el miedo a la cámara lo hablamos, que lo compartíamos hace unos años, pero ahora ya con toda la gente que te ve todos los días con tu contenido, debes estar acostumbrada a grabarte y todo eso.


Me gustaría decir que sí, lo he mejorado mucho, pero todavía, bueno, digamos que no es mi fuerte. Puedo decir eso. Sí, todavía me cuesta.


Te entiendo, te entiendo. Por cierto, me acaba de venir. Puede ser que esta charla sea interrumpida por la compra que hice el otro día online y que me la van a traer hoy entre las dos y las cuatro de la tarde. Entonces, no sé si en algún momento...


Vale, yo estoy esperando un paquete también, pero no sé ni el día ni nada, así que es posible.


Vale, pues esto es posible que pase. Bueno, tengo que decir que en el último episodio se me olvidó pedirle a la invitada que era Sonia, quiero crear una dinámica un poco diferente en las entrevistas, entonces le he pedido a Sonia, ya después de acabar el episodio, que me mandase dos preguntas. Dos preguntas para dos personas que se conocen poco, como Carla y como yo, que somos compañeros, pero nunca hemos hablado, cara a cara, aunque sea de forma virtual. Entonces, dos preguntas que ayuden a conocer a la otra persona un poco mejor, que sirvan para romper el hielo. Sonia me ha propuesto dos preguntas, yo te las voy a lanzar. Carla, tú eliges una y el descarte me lo quedo yo y te respondo yo. Entonces, las preguntas de Sonia son, la primera es, ¿cuál es la mentira que has repetido más veces en tu vida? Muy buena pregunta, esta me encanta. Y la segunda...


Gracias Sonia


Y la segunda pregunta es, ¿cuál es el estado de ánimo en el que menos te gusta estar?


Son buenísimas las dos, la verdad.


Son muy buenas para conocer a alguien. Es verdad.


No, pero me gustaría quizás la primera. La primera me parece más chula. Voy, quizás, a... Bueno, obviamente estamos improvisando los dos, pero creo que quizás no me había planteado mucho esta pregunta, así que creo que puede ser más divertida.


Vale, pues va, dale.


Pues la verdad que una de las mentiras que me he repetido más a lo largo de mi vida y que me ha acompañado toda la vida es quizás que soy muy torpe, muy torpe para hacer muchas cosas, sobre todo de forma física. Es una pena porque me lo he creído tanto que le he hecho creer a todo el mundo que soy muy torpe. Diría esa. Y también igual, pues que hablo demasiado, pero esta igual no es tan mentira.


Vale.


No lo sé.


O sea que crees que eres un poco torpe, un poco patosa, pero no lo eres tanto y como que tú ya te has puesto esa etiqueta y eso quizás hace que te atrevas a probar cosas o hacer cosas por esa posible torpeza en la actividad.


Exactamente. Eso me ha hecho, bueno, ha hecho que desarrolle un comportamiento quizás como de persona miedosa, de no querer probar ciertas cosas, repito, sobre todo físicas, algún deporte extremo, algún tipo de actividad, así que no es la típica, no es ir a jugar a las cartas. Pues creo que igual sí, porque por ejemplo, ahora hago mucho senderismo, y creo que uno de mis miedos siempre ha estado el caerme, porque claro, soy torpe, entonces me voy a caer, que no le pasa absolutamente a nadie. Y cuando digo caerme me refiero a por una ladera, por un precipicio.


Bueno.


Pues es bastante improbable que me pase eso, pero me lo he creído tanto que al final me ha convertido en una persona muy miedosa, que lo he ido trabajando mucho con el tiempo. Y también me di cuenta que cuando me presento a alguien, se lo digo, es como bueno, voy a contarle esto sobre mí y la otra persona ya me ve así. Es un poco que creo que lo hacemos todos un poco. Soy de esto y de ahí nos salgo.


Lo pones enfrente de esa persona para evitar que lo descubran. Pero, ¿crees esta narrativa de tu torpeza es algo que tú te has creado o es algo que a lo mejor te han dicho de pequeña en el cole, en la familia? Porque esto pasa mucho, que catalogamos a los niños y eres un niño bueno, eres un buen comedor o eres mal comedor o comes demasiado o eres torpe o eres bueno con los deportes y al final te pones esas etiquetas que casi como que perpetúan lo que tienes que ser. Y a veces como bueno, a lo mejor he sido así un tiempo, pero ahora soy otra cosa o ya no me vale esta etiqueta.


Sí.


En tu caso, ¿crees que es algo innato, algo que te has puesto tú?


Sí, pues la verdad es que despistada lo soy. Soy una persona despistada, pero no creo que sea un extremo, pues, preocupante ni nada de eso. Creo que hay mucha gente como yo, me olvido muchas cosas, y también soy bastante descoordinada, eso es cierto, pero depende de para qué también. Pero creo que, por ejemplo, yo soy muy bailonga y así, pero no sé bailar. Y claro, pues yo en casa bailaba muchísimo y mi madre, bueno, mi madre pobrecita, seguro que me estará viendo, pues mi madre y toda la familia me decía Ay, por Dios, qué mal bailas, para ya, retírate. Y creo que poco a poco se fue fomentando eso de Carla es torpe, Carla es torpe, Carla es torpe y hasta aquí he llegado. Lo que pasa es que está trabajado ya. Esto hay que decirlo, que se sale, de todo se sale.


Claro. Me siento identificado porque a mí me decía mucho que me tropezaba hasta con las líneas pintadas del suelo. También tenía el San Benito de ser torpe. Pero esto que has dicho me gusta mucho, porque al final, primero, no se trata de hacer culpable a nadie, porque nadie es perfecto. Y cuando somos pequeños en la adolescencia, estamos rodeados de un montón de personas diferentes. Absorbes cosas buenas, malas, pero lo importante es, cuando llegas a un momento de madurez, trabajarlo y decir bueno, a ver, de lo que me han dado, con qué me quedo, qué me vale y de qué tengo que desprenderme para hacer la vida que quiero hacer y ser la persona que quiero hacer. Que al final, como una frase que escuché ayer, la vida es el cuento de nunca acabar y estamos en constante progreso.


Sí, aprendizaje siempre también. Yo lo creo así, siempre estás aprendiendo, te tienes que actualizar, aprender de las otras personas es súper importante, que es algo que nuestra profesión nos da también y me gusta mucho. Vas aprendiendo de lo que ves, de lo que te dicen las otras personas también y de cultura, algo diferente, que eso es lo que a mí me mola más, ver un poco la diferencia entre culturas y decir joder, pero si la torpeza no es nada al final. Pero sí que es verdad que creo muchas inseguridades a lo largo de... Bueno, de mi adolescencia, quizás, o ya en adultez temprana, vamos a decir. Y cosas que para otras personas son muy fáciles, como saltar de una roca a otra roca, quizás, pues para mí eso era un mundo. Y todavía a veces me quedo, me bloqueo. Yo soy como las ratas que se queda así bloqueada y no me puedo mover. Y cuando me quedo en ese estado, pues es un mal momento, vamos a decir. Y alguien tiene que venir a ayudarme, animarme. Pues sí, quizás. Creo que la pregunta me ha gustado mucho porque da a reflexionar de cómo nos etiquetamos y qué mal a veces.


Sí, sí, sí. Totalmente. Es una buena pregunta. Pues sí que te parece, respondo yo a la mía. Y por cierto, tú puedes hacerme preguntas a mí, que esto no es una entrevista, esto es una charla. Si me quieres hacer alguna pregunta.


Claro, es que yo te estaba preguntando. Yo...


Sí, sí, sí. La pregunta a la que voy a responder yo era, ¿cuál es el estado de ánimo que me gusta menos en el que me gusta menos estar? A ver, es que lo de definir un estado de ánimo, claro, me viene la tristeza, me viene la soledad también. Creo que probablemente la soledad o el aburrimiento. Y creo que a veces la soledad lleva al aburrimiento y el aburrimiento al desasosiego. Creo que cualquier, cualquiera de estos estados de ánimo, porque me como mucho la cabeza, empiezo a pensar. Entonces, cuando no estoy ocupado, no estoy hablando con alguien, si me siento un poco solo, empiezo a pensar en el sentido de la vida y estas cosas y me agobio. Entonces, digo muchas veces que una de las cosas en las que yo trabajo es en sentirme cómodo en el silencio y en la soledad, que no quiere decir que quiera ser una persona solitaria para nada. Me gusta tener un círculo social y familiar y sentimental y todo esto, pero los humanos nacemos y morimos solos y hay que saber estar a gusto en la soledad. Y es algo que me tengo que trabajar, porque creo que en el episodio anterior ya lo dije, me costaba estar en silencio. Siempre estaba antes recogiendo la casa para quitar los trastos, que estaba un poco desordenada, y me ponía la radio, siempre con una voz detrás.


Sí, y esto también cuando estás en compañía. Trabajar en silencio en compañía me parece súper importante. Que dices joder, he quedado con mi amigo y no he hablado de nada y es como ya no hay relación, se ha roto todo, ya no es lo que era. Y en realidad no, a veces joder, hay que disfrutarlo eso.


Es verdad, o sea, te refieres a momentos que se supone que son incómodos, de silencio con una persona.


Sí. O que quedas una tarde y no hablo hablas. Esa tarde no has hablado casi nada, has dicho cuatro cosas y te has ido con una sensación de hostia, igual ya no encajamos tanto. Y creo que eso también se tiene que normalizar, ese silencio del que hablas. Sí, sí, a mí me parece muy importante. Y bueno, has dicho una cosa, entonces tengo una pregunta sobre este sentimiento de soledad y así vivir en otro país. Bueno, los dos lo sabemos bien. Has tenido esos momentos de soledad, de verdad decir joder, igual si estuviera en España, en este momento estaría compartiendo, no sé, con otras personas y aquí ahora no me siento bien. No sé, ¿te pasa eso?


Sí, me ha pasado, ahora no, pero me ha pasado como sentirme solo, de verdad en momentos buenos y en momentos malos. Me ha pasado, por ejemplo, la primera vez que me puse malo aquí en Londres con una gripe, es decir, pues eso, 40 de fiebre, tiritando, que lo único que necesitaba es que mi madre me trajese una sopita a la cama y que alguien me ayudara a levantarme, porque francamente estaba hecho una mierda. Pues vivir por primera vez, estar enfermo solo, aunque fuera durante cuatro o cinco días, me hizo sentirme muy solo, la verdad. Y luego en momentos que, porque en mi trabajo paso mucho tiempo solo, o también como una vez a la semana me gusta hacer algo, irme a ver alguna exposición o incluso irme al cine. Me he ido al teatro a veces solo a ver un musical en Londres y lo disfruto, pero sí que es verdad que a veces pienso, lo estoy disfrutando, pero me gustaría también disfrutarlo con alguien a mi lado, porque al final esas experiencias también te gustan, disfrutarlas con alguien, poder comentar lo que has visto o lo que te ha parecido. Pero sí, claro, creo que vivir fuera de tu país... ¿Tú llevas cuántos años en Turquía?


Pues en marzo va a ser cuatro. Llevo tres y mucho, tres y medio ahora.


¿Cómo acabaste en Turquía?


Por amor. Que ya se acabó por desgracia, pero bueno, me llevo una experiencia increíble y un amigo para siempre. Y bueno, miles de amigos que he hecho aquí, un montón de familia al final. Y vamos, no cambia esta experiencia por nada del mundo. Me llevo una lengua.


También.


Que eso es súper importante al final y me lleva una experiencia increíble. La verdad que volvería a repetirla mil veces.


Qué bien, qué bueno escuchar esto. Qué bien. ¿Y vas a quedarte? ¿Has decidido quedarte? O sea, a pesar de que ya no estás con tu pareja.


Llevo sin él... Bueno, no te diría un año, pero es que estoy mirando la fecha, no sé en qué día vivo.


Veintinueve de septiembre.


Sí, pues llevo diez meses ya, llevamos diez meses separados, tenemos muy buena amistad, así que bien, genial. Y la verdad es que ahora es algo que estoy pensando mucho en mi vida, lo de volver a España. Creo que creo que voy a volver pronto, sí. Y empezar otra vez mi vida allí. Pero algo dentro de mí me dice que siempre voy a estar como un poco atada a este país y creo, bueno, segurísimo voy a ir, volver, ir, volver. Que llevo ya, en estos diez meses he estado haciendo eso un poco, ir un poquito más a España, he pasado el verano allí. Pero bueno, de alguna forma ya me siento medio turca casi. Claro. Me encanta. ¿Y tú?


Yo, es posible que nos mudemos a España, el Inglés y yo en algún momento. No hay una fecha... Ahora estoy en el proceso de hacerme británico, convertirme en ciudadano británico. De hecho, la semana que viene tengo el examen de nacionalidad, que tengo que estudiar, lo estoy pensando. Creo que es el jueves de la semana que viene y todavía no he empezado a estudiar. Se supone que te lo tienes que preparar en dos meses, porque es un examen teórico. A ver, es que yo he hecho algunos test, muchas preguntas son extremadamente fáciles. Otras sí que son muy específicas de quién es el santo patrón de Gales. Yo qué sé, señor.


No sé ni los de España, ni uno me sé.


Tengo que empollar un poco, pero sí, estoy en ese proceso.


Muy bien.


Pero sí, o sea, incluso si nos mudamos de país a España o a otro lugar, Inglaterra siempre va a tener un espacio y seguro que volveremos o quizás nos vamos y luego volvemos. A ver, es lo bueno de de vivir relativamente cerca. Mira, está aquí el Tesco, el supermercado. Quédate conmigo, ¿vale?


Qué bueno.


Vale, ya estoy. Ya he vuelto. Vale, ya he guardado todas las cosas en el congelador y en la nevera. La entrega del pedido del supermercado no se ha interrumpido, pero no pasa nada. Y le he preguntado a Carla si le importaba que hablásemos de desamor, porque ha dicho que se lleva muy bien con su ex y esto es una cosa que a mí me parece muy interesante. Porque en mi experiencia, cuando rompes con alguien, es un proceso bastante complicado, especialmente si es la primera vez que rompes una relación. Luego ya tienes habilidades y tienes herramientas para saber gestionarlo mejor. Pero especialmente la primera vez o las primeras veces es como un poco el fin del mundo. Y tú me has dicho que tú tienes una visión bastante poco convencional de las rupturas. ¿Esto cómo es?


Bueno, primero de todo, depende, porque yo he tenido la suerte. A mí ni he engañado a nadie, ni me han engañado. Todo ha sido siempre con mucho respeto. Ha sido también mutuo acuerdo, que eso también creo que es muy, muy importante. Al final, lo que nos pasó fue que cada uno tenía visiones distintas de la vida. Pensamos que en algún momento se iban a cruzar, pero al final no ha habido forma y ya estamos seguros de que no la va a haber. Entonces, bueno, yo mi visión es que he compartido muchísimas cosas con el turco, lo podemos decirlo así. He compartido diferentes experiencias en muchos países, en muchas ciudades de Turquía, de todo, ¿no? Al final ha sido mi primer gran amor, por decirlo así. Entonces, para mí, dejar una persona con la que has pasado tanto tiempo, has hecho tantas cosas bonitas y la dejas atrás y simplemente, bueno, a mí me duele, ¿no? Es algo que guau. Sí que es verdad que hay que tener la mente muy abierta para aceptar que esta persona, pues en el futuro va a estar con otra y que va a seguir su vida. Y probablemente, bueno, y seguro que las cosas que vaya a hacer a partir de ahora van a ser sin ti. Sí que de vez en cuando se puede quedar. Yo, de hecho, comparto mis frustraciones, mis alegrías. Yo sigo compartiendo con él con mucho más espacio. Claro, ya no es lo que era. Y para mí, mi visión de la ruptura, siempre que no haya habido una falta de respeto, claro. Claro, es que si no, pues ahí ya sueltas, que es lo sano y lo no tóxico para nadie o para todos.


Bueno. Claro, sí, en esos casos, pero incluso cuando la ruptura es saludable y no ha habido ningún mal rollo, sí que recomiendan muchos, muchos expertos en la materia el contacto cero, especialmente al principio. Y yo creo que sí que es importante ese contacto cero para asumir lo que ha pasado, empezar a crear tu vida sin esa persona, especialmente cuando además vivíais juntos o algo así. Pero es verdad que es una experiencia de la que se aprende, de la que se aprende un montón y tienes que empezar a reconfigurar un poco tu vida. Luego hay asuntos un poco más complicados, como le decía, la canción está en español, de cómo repartimos los amigos, de si, por ejemplo, se comparte el mismo grupo social. Por eso es importante, si hay buen rollo y las cosas han acabado bien, es todo mucho más fácil en general. Y gestionar ese proceso es más fácil.


Exacto. Yo he tenido la suerte de tener mis amigos de siempre en España, entonces por ahí no ha habido ningún problema. He tenido siempre un grupo separado aquí en Turquía, tampoco he tenido problema por eso. Sí que es verdad que sus amigos han acabado siendo los míos también, pero bueno, al final ha sido con la máxima naturalidad posible. Lo hemos dejado. Evidentemente son tus amigos desde hace mil años. Vamos a seguir hablando con el grupo, pero yo ya no formo esa parte del grupo. Hay que aceptarlo también. De hecho, fue el cumpleaños de uno del grupo y sí que hicimos una quedada a todos, porque al final todo el mundo sabe que nos llevamos bien, no es un secreto ni hay que aparentar el mal rollo. No sé, al final creo que si se trata con respeto, pues sí. Lo que pasa, lo que dices tú de la... ¿Cómo has dicho?


Del contacto cero.


Del contacto cero. Bueno, yo yo lo he hecho huyendo a España un poco. Ha sido irme. Estuve, es todo el verano, estuve tres meses en España. Me ha venido genial, pero sí que es verdad que hay momentos de ansiedad de guau, lo he hecho muchísimo de menos o guau, qué divertido era eso en Estambul. Cómo me gustaba hacer eso, cómo me gustaba ir a la playa, todo eso. Pero bueno, se va con el tiempo se va superando y así. Y creo que ahora hemos llegado a tener como una relación realmente sana. Me lo paso muy, muy bien con él en los tiempos que estamos juntos o los momentos que pasamos juntos. Y nada, es eso, llevarlo con mucha naturalidad. Sí que quizás he tenido alguna relación antes con la que he hecho el contacto cero, pero segurísimo, porque ha habido una falta de respeto, ha habido un trato que no era el que debía ser. No sé, sobre ti, ¿qué me puedes contar? ¿Qué piensas tú? ¿Qué opinas?


No, me parece que tienes una visión muy saludable de lo que es una ruptura, de aceptar, efectivamente, que te has ido a España y has tenido momentos de soledad, de echar de menos a esa persona, que es habitual. O sea, a mí también esta actitud de rompemos y yo estoy fenomenal, yo esto no me lo creo. Porque creo que es una... Y no me lo creo porque yo lo he pasado también y he hecho este tipo de cosas que al final no quieres sentirte débil, no quieres sentirte vulnerable, pero tienes que aceptar que en cualquier tipo de ruptura y de duelo hay diferentes fases y vas a pasar por la rabia, que probablemente sea esa primera fase de decir pues yo estoy bien, pues mejor para mí que esto haya acabado. Pero luego vienen las otras fases, la tristeza, el echar de menos.


La nostalgia.


La nostalgia, claro, recordar todo lo vivido y recordarlo probablemente mucho mejor de lo que fue en algunos casos.


Claro, eso me ha pasado. Poco realista, poco realista al final.


Y luego llegas al momento de aceptación y de claridad. Y por eso digo que conforme pasas... Pasa la vida y tienes experiencias similares y de decir adiós de diferentes formas, pues vas ganando herramientas. Y sabes que a pesar de que estás en la mierda en esos momentos, en esos meses, probablemente, poco a poco vas saliendo de ahí. Y si ves que no puedes salir, puedes pedir ayuda. Pero sí, creo que es algo bastante universal. Prácticamente todo el mundo ha tenido que pasar por un mal de amores, por una ruptura.


Sí, es que realmente yo a veces también tengo días así flojitos, que lo echo mucho de menos. Digo, Ay, qué pena. Sí, eso de, Es que bien, sí, estoy superbién, mejor sin ti. A mí es que esa visión de, al final odio o menosprecio hacia la otra persona, de pues ya no sé nada de ti. A mí me cuesta mucho, bueno, siempre me ha costado el soltar definitivamente. Yo siempre intento mantener cierto contacto con todo el mundo. Claro, una cosa es si te hieren una vez pasas ese límite, esa barrera.


O si la otra persona no quiere tener ese contacto, por lo que sea. Porque hay personas que prefieren tener el contacto cero para siempre. Y pues bueno, al final hay que aceptarlo. De todos modos, yo pienso que incluso en ese caso, esa persona siempre va a estar contigo. Te quiero decir, porque tú ya eres parte de lo que eres, de alguna forma está moldeado por las experiencias que has tenido con otras personas y que has compartido. Entonces, pues bueno, es esto, es la vida. La vida pasa.


Sí, sí, sí.


Y bueno, lo llevo de la mejor forma posible. Lo llevo bien. Bueno, ahora ya ha pasado más tiempo. Ahora ya lo llevo bien, pero al principio pues se me hizo realmente duro todo, porque yo hasta hacía muy poco. Bueno, hasta hacía muy poco antes de dejarlo, para mí era el amor de mi vida, yo me iba a casar todo, no sé qué, yo lo tenía clarísimo y de repente dices no, es que no vamos a ser felices y te das cuenta y realmente no es autoconvencerse, es saber que vas a pisar a la otra persona y que por tu culpa, por tu culpa, bueno o egoísmo quizás, pero tampoco es egoísmo. Tú persigues tus sueños, la otra a los suyos y en el momento en el que vas o viene, te... La pisas. Y yo no quiero ver a nadie feliz por mí, por mis deseos, al final. Y eso fue un poco lo que motivó a la ruptura.


Y es que es esto, mira, he tenido una conversación, pero no estaba relacionado con esto, pero he hablado con una profesora de alemán, ella es ucraniana, pero enseña alemán, y estamos hablando del podcast porque ella quiere crear un podcast. Nos conocimos en un evento hace unos días y estábamos hablando y hemos acabado hablando del amor. Y me ha dicho que lleva diez años casada y tal. Y hablábamos de esto, de cómo no se trata de conocerse y enamorarse, se trata de conocerse, enamorarse y luego las diferentes versiones de las personas en las que nos convertimos, porque vamos evolucionando como si fuésemos un Pokemon. Pues claro, es que yo... A ver, la base sí que soy igual, pero he cambiado bastante desde hace diez años y en diez años imagino que habré cambiado. Tendré cosas mejores y peores. Entonces, enamorarse de esas diferentes versiones que vamos creando de nosotros mismos. Y dentro de esas versiones están esos los planes que tienen que coincidir. Para mí, al principio, cuando era más joven, pensaba lo mejor para que una pareja funcione es que tengan gustos similares, incluso que tengan visiones de futuro similar, porque eso sí que puede ser algo que pueda hacer romper la pareja. Pero fíjate, ahora pienso que lo más importante, porque incluso los planes de futuro eso puede ser flexible, uno puede ceder, el otro puede ceder, los valores. O sea, me he dado cuenta de que compartir valores es lo mega fundamental para que una pareja o la base fundamental. Si compartes valores con alguien es que vas a entender mucho mejor la vida de esa persona y cómo la lleva adelante.


Sí, es que me parece también súper importante. Lo del futuro también me parece súper importante. Y respetar... Aprender a respetar los valores de esa persona, si es que alguno no te convence del todo. Porque al final, bueno, sabes eso que estás con alguien, pero uno de esos valores no te acaba de decir que no, que no, pues que lo tienes que acabar dejando, porque es que vas a vivir toda la vida sabiendo que esa persona no te va a convencer al cien por cien. A mí me parece muy duro tener que estar con alguien que quizás ideológicamente no tiene nada que ver. Hay gente que dice que sí, a mí me da igual quién eres, te quiero igual. A mí personalmente me cuesta mucho, necesito compartir también esos valores, pero si no los comparto al cien por cien, al menos tengo que respetarlos, lo mínimo que tengo que hacer. Y sí, estoy muy de acuerdo contigo.


¿Y qué te parece? Muchas personas dicen Es que la juventud, ahora la gente joven no aguanta nada.


Esto se dice mucho.


Yo esto lo he escuchado bastante en España, que no aguanta nada, que hay algo que va mal y fuera. Entonces, yo sí que estoy de acuerdo en el sentido de que obviamente no existe la pareja perfecta y yo esto lo veo con algunas personas que están solteras y van de cita en cita o están unos meses con una persona y cambian porque siempre tienen la esperanza de encontrar algo mejor. Y yo siempre les digo: pero no vas a encontrar algo mejor, vas a encontrar algo diferente. Será mejor en algunos aspectos y peores en otro. Tienes que entender que de la misma forma que tú no eres una persona perfecta ni virtuosa, tu pareja tampoco lo va a ser y siempre va a haber algo que te chirrie un poco. Y tienes que... E incluso eso se puede trabajar. Pero sí que oigo esto mucho de que las parejas actuales no aguantan. De hecho, la tasa de divorcios en España es bastante alta. Hoy en día, si tú te casas en España, lo más probable, con un 52% de probabilidad, es que te divorcies.


Ya, es una locura, lo sabía, lo sabía. Eso sí, sí. Es increíble. Espera que a veces la cámara dice pues no te voy a enfocar.


No pasa nada. Te borra.


Claro, aguantar el que por una parte sí que creo, yo por lo que veo comparado con la cultura turca, sí creo que a los españoles en general nos cuesta mucho comprometernos. Esto yo sí que lo veo, pero no solamente en parejas, en amistad, en todo. Creo que es algo que igual no va mucho con nosotros. No lo sé, no lo juzgo, pero lo que yo veo es eso. Pero aguantar, ¿espera aguantar el qué? Porque yo he conocido a muchísimas parejas mayores donde tienen una dinámica súper tóxica de insultarse. No, es que no nos aguantamos. No estás aguantando, lo que estás aguantando es vivir en la miseria durante toda tu vida. Eso no es una relación bonita ni nada. Claro, ya como estoy con este... Estar por estar, que se dice un poco, entonces aguantar el que yo sería incapaz de aguantar faltas de respeto o que se me humille o que me digan tu trabajo es una mierda, que para mí es algo bueno... Mi trabajo es mi vida, básicamente. Entonces, este tipo de cosas no las aguantaría, por supuesto, pero ni dos minutos de mi vida. Creo que quizás ahora tenemos como una visión de qué son los límites mejor que antes. Y antes, sobre todo, la la mujer estaba educada como para aguantas, es lo que hay. Te decía en el primer consejo, bueno, pues si te viene cansado de casa y está enfadado contigo, te aguantas, que su trabajo es muy importante. Salían estos los mandamientos de Franco. Y claro, yo creo que eso ha ido cambiando con el tiempo. Pero que no hay compromiso. No sé, ¿qué piensas tú sobre el compromiso?


A ver, puede ser que al final España, que tiene una tradición católica bastante potente y que hasta hace relativamente poco el divorcio no era una posibilidad, es que no había otra, es que tenías que aguantar, o sea, por ley tenías que aguantar. Entonces, quizás generaciones anteriores a la nuestra, a la de nuestros padres o la de nuestros abuelos, es que no había otra, entonces, un poco está instalado ese chip de bueno, es lo que hay, esta es la decisión y aunque sea un matrimonio de mierda, te quedas aquí. Yo lo veo con los padres de amigos míos que mis amigos me dicen Es que ojalá se divorciasen mis padres. Ojalá se hubiesen divorciado cuando yo era un niño, porque nos han amargado la existencia, porque estar en casa era un infierno, porque siempre había malos rollos y siempre estaban de morros y siempre estaban enfadados. Mis padres se separaron cuando yo era un bebé, así que imagino que les tengo que agradecer eso. Pero sí, obviamente nada es perfecto y tienes que trabajar. Creo que, exactamente es buscar, como todo, el equilibrio de cuándo es momento de irse y cuándo momento de decir, Mira, esto no funciona o no quiero este tipo de relación. También perjudicas la vida de otras personas que viven en la familia, como hijos u otras personas.


Muy importante.


Pero también es muy fácil hablar. Creo que también, es que hay tantas circunstancias, porque hay personas que no se pueden separar por una cuestión económica, porque comparten hipoteca. Entonces, tampoco quiero juzgar a nadie, porque cada situación es muy diferente. Pero sí, yo creo que a lo mejor, porque venimos de donde venimos, la sociedad española, a lo mejor estamos ahora un poco en el polo opuesto del compromiso. Y luego también es que para el compromiso se necesita una cierta seguridad. Y no solo una seguridad sentimental, también una estabilidad y una seguridad económica, política. Y yo creo que eso también puede afectar al hecho de que la gente desde luego que retarde la edad en la que se case, en la que tiene hijos, pero también en tomar la decisión y saber si esa persona con la que quiere compartir su vida y formar un proyecto va a ser la persona. No sé, es difícil. Sí. Y Carla, has dicho: Mi trabajo es mi vida. ¿Tú vives para trabajar o trabajas para vivir?


No. Trabajo para vivir cién por cién. Sí, por supuesto. Pero tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta y haber creado mi proyecto, que por suerte, por un cúmulo de cosas, me ha salido muy bien. Que sí, un componente sin dudas es la suerte. Me he esforzado, pues sí, como todo el mundo, me he esforzado y yo he tenido la chispilla de suerte. Y es que sí, yo creo, no paro de crear material, no paro de hacer, no paro de dar clases, todo eso, pero lo hago con gusto. Y creo que al final eso es lo importante. No, no estoy todos los días trabajando. Yo tengo mis propios derechos laborales y yo me dejo los findes, no trabajo en findes y tampoco trabajo 24 horas. Pero bueno, de alguna forma sí que es mi vida. Conozco, o he tenido la suerte de conocer a muchísimas personas, incluso ahora son mis amigos gracias a las clases. Cada día conozco más personas. Tengo también los grupos con Miguel, que no sé si los has visto alguna vez, pero son divertidísimos y es que, llegamos al lunes y tener tres grupos con Miguel, con un montón de gente que te pueda asegurar que todos son increíbles, joder, eso te alegra ya al día. Dices: ¿trabajar así? Sí, así sí. Es parte de mi vida, seguro.


Sí, es un trabajo muy agradecido, porque además trabajamos con gente que quiere estudiar.


Eso es lo más importante.


Porque yo admiro a profes de institutos, porque muchas veces con esa edad el alumnado está allí porque tiene que estar. Están obligados a estar ahí, pero no les apetece realmente, no a todos, en todo caso. En nuestro caso es diferente.


Dices instituto, yo estuve trabajando en un departamento de español de la universidad. O sea, la gente que estaba allí estaba estudiando español. Bueno, era traducción e interpretación de turco español, y es que la mayoría no querían estar ahí. Yo creo que era bueno, es la carrera que me ha tocado. Y joder, darle clase a creo que eran 70 personas y ver que solo tres o cuatro estaban motivados, para mí, a mí eso ya me dolía. Y eso para mí era como no quiero esto, no quiero esta enseñanza formal, no me interesa. Entonces ahí yo ya vi clarísimo, esto tengo que tirarlo yo para arriba, haciéndo lo que realmente me gusta. ¿Profe? Sí, pero a mi manera. Eso sin duda.


Te lo montaste tú. Y has dicho algo que me gusta mucho, que me lo he currado, pero también la suerte, y yo creo que es importante la suerte, los privilegios de tener la posibilidad de hacerlo, porque hay personas que por muchos motivos no tienen esa posibilidad. Y yo sí que escucho muchas veces la narrativa esta de: Es que con trabajo todo se puede, es que no. Es que si fuera tan fácil, todo el mundo lo haría y no tendría valor. Entonces, es un cúmulo de cosas, es un montón de factores que se combinan. Obviamente, como dicen, que la suerte te pille trabajando. Que la suerte te pille siendo constante. Pero yo he probado muchas cosas en las que me he esforzado y no han salido. Y como todo el mundo, claro. Pero sí, es esto. A mí me da mucha rabia esta narrativa del multimillonario que empezó su empresa en un garaje. Y luego ves un poco la intrahistoria y ves que sí, él empezó en un garaje, pero con un préstamo de sus padres de 700 000 dólares en el año 93. O no estoy... O sea, no me acuerdo exactamente del año ni de la cantidad, ¿no? Pero o los contactos que tenía su familia para poder...


Pues todo eso...


Desarrollar esos proyectos. Por eso creo que es muy importante siempre recordar el privilegio que tenemos desde donde partimos y que la suerte y empezar en un momento dado y no en otro y hacer una cosa y no otra son también pequeños golpes de suerte, pero si te pilla trabajando, más fácil.


Sí, la verdad que tuve la suerte de coger el momento perfecto. Al final, tanto tú como yo fuimos de los primeros, habían más profes ya, pero la verdad que no había mucha gente. Ahora entras en Instagram y te salen profes. O sea, para un alumno debe ser súper difícil decidirse por un profe. Y no solo esto, también lo que dices. En el momento que yo quizás en aquel momento hubiera tenido que cuidar a un familiar, se acabó el proyecto. De ahí ya nada. Tuve la suerte de que por suerte, otra vez no paro de repetir suerte, esto que es una palabra bonita al final.


Sí, suerte y trabajo.


Sí, es eso. Pues en ese momento tampoco invertí un total de 0 €. Ahora con el paso de los años sí que estoy invirtiendo más dinero, pero yo al principio pues nada, yo iba haciendo poquito, va subiendo mis tonterías a Instagram, pues también iba del boca a boca. Nosotros vivimos muchísimo del boca a boca. Esto me ha... Pues creo que es la mejor publicidad posible. Y de ahí, poco a poco, el luego ya, cuando ya he tenido una base económica, sí que ya he ido haciendo mi web, ya he ido vendiendo más cosas, he ido haciendo, pero creo que hay que empezar por abajo. Y es que no sale, muchas veces no sale. Muchos de nosotros están tres meses en Instagram y se van porque es que no ha salido bien, pues a otra cosa, mariposa. Yo lo pienso así.


Claro. Has dicho una cosa que te tengo que corregir. Has dicho: al principio no invertí dinero. Decías que trabajabas, invertías tu tiempo, pero el tiempo es el recurso más escaso y el más valioso. O sea, solo el coste de oportunidad de poder hacer algo para Instagram en lugar de hacer clases, estabas dejando de ganar dinero. Entonces, es una forma de inversión que afortunadamente con Internet se ha democratizado un poco el acceso al emprendimiento para personas con menos recursos económicos, pero con tiempo.


Con tiempo.


Sí.


Si no lo tienes, ya está, se acabó. Es que yo siempre pienso en las personas que tienen que cuidar a otra persona. O en padres, madres o madres solteras con un niño, se te acabó el proyecto. Es que es súper difícil. Si tienes la suerte de que te cuidan al niño o lo que sea, pero es eso. A mí la cultura del esfuerzo está que tanto se intenta promover. En Estados Unidos, que es lo más. O emigrantes que van por todo el mundo buscando esto. Que me voy a esforzar y ganaré más. Es que quizás no, quizás no. Y tienes que aceptarlo. Y bueno, creo que es una crítica que hay que hacerse a uno mismo. Igual eres el mejor, pero es que no vas a tener un suerte.


No sé. Sí, pero de todos modos es que también es un poco cómo valores el éxito, porque puede ser, si eres un inmigrante y cambias de país, como es nuestro caso, aunque en tu caso no fue por motivos laborales ni económicos, en mi caso sí, para mí el éxito simplemente fue que acabé la universidad y encontré un trabajo y luego cambié de trabajo a un trabajo mejor. Ese tipo de cosas que no podría haber obtenido en España en ese momento. Eso para mí ya era un éxito. O sea, el éxito no se traducía en ahorrar un montón de dinero, era poder sentirme un adulto funcional que tenía un trabajo, que había estudiado y que había conseguido un trabajo acorde con sus estudios y ese tipo de cosas. Por eso creo que esforzarse está bien y hay que promover el esfuerzo. El problema es cuando se le dice a todo el mundo, si quieres puedes. El si quieres, puedes. Me da una rabia. Si quieres, puedes, a lo mejor. O sea, depende de un montón de cosas, claro.


Sí, claro. Yo igual, yo me sentía fatal en España sin oportunidades, pues como todos, al final no podía trabajar de lo que yo había estudiado y sigo sin poder de mi carrera, por suerte de mi máster sí, pero la carrera ahí está, la tengo.


¿Qué estudiaste tú?


Antropología social y cultural.


Okey.


Qué interesante. Se puede, pero en muy malas condiciones, siempre todo muy precario, contratos de un mes y medio. Entonces, yo ya sabía que no, por eso empecé el máster, que era lo que me daba el acceso a la enseñanza, que siempre era lo que me había gustado al final. Y yo vine aquí a Turquía con ganas de a ver si aquí me valoran, vamos a ver. Y claro, yo los he valorado a ellos, yo he aprendido la lengua, porque mucha gente que viene a Turquía... Si vas a Inglaterra aprendes inglés, es así, porque ya vas con esa idea, pero mucha gente viene aquí a Turquía con el concepto de expat este de, estoy aquí, pero no voy a conocer a ningún turco, no voy a hacer nada sobre la cultura turca. Yo desde el primer día dije, esta lengua me la saco yo. Y cuando un turco ve que tú estás hablando con él en su lengua y tienes cariño por su cultura y todo, yo creo que te valoran mucho. Y es lo que me ha pasado a mí. A mí este país me ha valorado muchísimo y me ha dado oportunidades que jamás hubiera, pero nunca hubiera tenido en España. Y joder, estoy muy contenta realmente, porque también me ha hecho ganar a mí mucho en seguridad de sentirme literalmente una mierda en España de... Estudia pero que no vas a hacer nada y aquí decir mira, pues sí, sí puedes hacer algo. No sé, es muy importante. ¿Cómo te ha tratado a ti Inglaterra?


A mí me encanta este país, de verdad, y me siento. Probablemente he tenido mucha suerte también, pero es que había muchas posibilidades y creo que todavía las hay. Ahora, pero es que lo que te digo, por ejemplo, yo quería hacer el Erasmus en Inglaterra y vine de Erasmus a Inglaterra. Quería trabajar un tiempo en Inglaterra y lo pude hacer sin problema. Mi hermana, por ejemplo, que ahora tiene 19 años, el año pasado, ahora ya está en la uni y tal, pero le hubiese gustado venir a Inglaterra a trabajar durante un tiempo y simplemente por una cuestión política, el Brexit, ella no ha podido hacer lo que yo hice. O sea, ella es menos merecedora de lo que yo hice. Por supuesto que no. Por eso que hay un montón de factores que se escapan de nuestras manos. Pues sí. Y Carla, estudiaste antropología. Me parece una carrera bastante interesante, especialmente con 18 años. ¿Cómo decides estudiar antropología social y cultural?


No fue con 18, ya venía de muchos años atrás, con 13 o así, yo ya estaba muy decidida. Lo que a mí me interesaba era la parte más biológica. ¿Por qué? Porque vi una serie que se llama Bones, que es...


Sí, me suena de crímenes y tal.


Sí, bastante friki la cosa. Y a mí la protagonista me enamoró, esa mujer era tan profesional, lo hacía todo también, que ya empecé a buscar qué era la antropología. Pero empecé con la forense. Qué era la antropología, no sé qué. Y cuando fui creciendo, pues es que me llamaba más la atención la cultura humana, cómo nos desarrollamos todos, este colectivismo o no. Entonces ya desde bien pequeña lo tenía muy claro: yo quiero hacer antropología. Y ya luego con el tiempo me he ido especializando en antropología de la educación, pero esa forense me sigue gustando. He hecho la asignatura, al menos me voy feliz de la carrera porque hice la asignatura y bueno, hice varias de biología también. Y algún día me gustaría continuar esta rama. Me encanta explorar el mundo de la antropología. No sé, una decisión friki, pero premeditada.


Qué bien. Me estoy acordando una vez una chica que era antropóloga, porque me lo dijo, quiso ligar conmigo y me pareció muy curiosa y muy creativa la forma en la que me lo dijo. Se me acercó a mí, estábamos en una fiesta en una casa y me dijo, no sé qué tal, solo quería decirte que tu mandíbula... A ver, la verdad es que yo estaba un poco borracho, así que no sé si son las palabras exactas, pero lo que entendí fue, la forma de tu mandíbula es muy atractiva y te hace muy atractivo, porque asociamos esta forma de tu mandíbula con buena fecundidad o algo así, me dijo. Y me dice, es que soy antropóloga, por eso te lo estoy diciendo, ¿Cómo te llamas? Y yo le dije, pues soy César. Muchas gracias. Nunca me habían dicho, nunca me habían dado un piropo de esta forma, me parece.


Muy creativa, joder.


Muy creativo, sí. Sí, sí, sí, sí, sí.


Me gusta. Pero esa es la parte forense, que está chulísima. O sea, a mí toda la antropología en general me parece muy, muy, muy guay y me encantaría seguir explorando. Y bueno, me parece increíble que hayan ligado contigo así.


Sí, sí, sí. Sí, sí, sí. Y luego le dije que si quería podíamos ser amigos, pero que no había mucha, mucha más posibilidades. Y se fue. Se fue. Seguramente le dijo, le dijo otro cumplido de antropóloga a otro chico.


Pero bueno, eso está chulo.


Con más suerte. Sí, sí, sí. No, me encanta, me encanta, me encanta.


Joder, qué guay. Sí, sí. Bueno, la verdad que la vida me ha llevado aquí, a ser profe de español al final. Pues, y sigo. Y bueno, ya sabemos, los profes siempre estamos en constante aprendizaje de más y más y más. De momento, pues me quiero quedar aquí. En cuanto a laboralmente hablando, me gusta. Quiero seguir expandiendo todo este mundo que creamos entre todos. Al final, me encanta eso de nuestra comunidad, que nos estamos todo el rato ayudando. Venga, hazme esto, compárteme esto, vamos a colaborar. Joder, qué comunidad tan bonita. Y creo que no se puede decir esto de todas las profesiones. O yo tengo esa impresión y no sé.


Es posible.


¿Sí o no? Es una comunidad muy chula. Estoy super contenta con todos mis compis. Bueno, es que estoy aquí, paz y amor total.


Estás muy hippie.


Sí, yo siempre estoy así.


Muy bien, Carla. Bueno, ¿Qué planes tienes para el finde? Que hoy es viernes. Hoy, cuando escuchen el episodio, no lo sabemos, pero hoy que estamos grabando es viernes.


Pues mañana por la mañana tengo una reunión con mis chicas de trabajo. No trabajo los findes, pero bueno, son amigas y para mí es.


Ahh.


Y el domingo voy a un museo de arte contemporáneo que está aquí en Estambul, en la parte europea. Yo vivo en la asiática. Y no sé, normalmente no hago mucho plan para el finde, pero siempre hago un montón de cosas. Me van saliendo, me surgen.


Que te sorprendan.


Exacto. Sí, ¿tú qué tienes?


Pues yo tengo una cena con unos amigos mañana en Soho, en un restaurante.


Me encanta.


Sí, y poco más. Luego ya... Bueno, la verdad es que tengo que estudiar, tengo que estudiar. Tengo que estudiar. Tengo que estudiar porque el examen es la semana que viene. Así que no voy a improvisar ningún plan más porque quiero estudiar, hacer un poco de deporte, limpiar la casa, estas cosas que aprovechamos los adultos para hacer el fin de semana.


Pues sí, eso también lo tenemos en común.


Pues, Carla, un placer hablar contigo, este ratito.


Nada, gracias por invitarme y muchísimas gracias.


Gracias a ti. Muchas gracias. Espera, Carla, que se me olvida. Me tienes que dar dos preguntas para la siguiente persona invitada. Una se la quedará ella y otra me la quedaré yo. ¿Cuáles son las dos preguntas, que propones?


Las voy a leer ahora mismo. La primera es ¿cuál es la mejor decisión que has tomado en tu vida? Y bueno, ya lo irás enlazando, pero ¿en qué ha repercutido eso? Y la segunda es, que esta me gusta muchísimo, ¿en qué comportamiento tóxico has trabajado y has dejado atrás?


Muy bien, muy bien. Además, estas dos preguntas creo que definen también tu personalidad, quien lo pregunta. Sí, muy bien. Y por cierto, Carla, ¿dónde te pueden encontrar las personas que quieran saber un poquito más de ti?


Bueno, pues yo tengo principalmente dos formas. La primera es mi web, que es, www.spanishteachercarla.com. Ahí pues existen, podéis ver todos mis materiales, quién soy, cómo contactarme también. Y también mi Instagram, que también tiene el mismo nombre, @spanishteachercarla.


Perfecto, perfecto. Perfecto, pues Carla, muchas gracias. Ahora sí, gracias. Y a ti también, estudiante. Oyente, gracias por escucharnos a Carla y a mí. Nos escuchamos en el próximo episodio de este podcast. Un abrazo grande.


Descarga el episodio en PDF:



Is this podcast too advanced for you? Check out the Intermediate Spanish Podcast


Follow Spanish Language Coach on Instagram and YouTube


2 Comments


Unknown member
Jan 17

Hola César y hola a todos. Una pregunta,cómo puedo encontrar Carla en ros redes sociales? Es que yo también soy antropologo, y hablo turco. Es posible que me mandes su nombre o algo con lo que pueda encontrarla? Gracias por su tiempo y por su ayuda con el idioma. Un abrazo desde Grecia.

Like
Unknown member
Jan 17
Replying to

Obviamente gracias por tu tiempo y no su,que es muy formal

Like
bottom of page