E29 Puritanismo, lenguaje Gen Z y el español “perfecto”
- Spanish Language Coach Email
- Nov 29, 2023
- 25 min read
Updated: Nov 30, 2023
Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):
Vocabulary Flashcards: Puritanismo, lenguaje Gen Z y el español “perfecto”
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Episodio 29: Puritanismo, lenguaje Gen Z y el español “perfecto”
Buenas, estudiante. Te doy la bienvenida una semana más al podcast de nivel avanzado de Spanish Language Coach. Hoy voy a hablar con Sara, otra Sara. No Sara de Handy Spanish, otra Sara. También española, también profe de español, pero residente en Italia. Y antes de hablar con ella, quiero recordarte que vas a poder leer la transcripción de forma gratuita en la página web www.spanishlanguagecoach.com. Y lo más importante para este nivel, también hemos hablado con Sara, hemos preparado un glosario, una lista de vocabulario con palabras y expresiones que lo más seguro es que no conozcas muy bien y están incluidas también ahí en la web para que puedas leerlas antes de escucharlas en el podcast, en un contexto diferente. Y luego, además, si quieres también memorizar las con las flashcards de vocabulario, para ponerlas en tu vocabulario Activo, el que uses en español. Y qué más, qué más, recordarte también que este viernes día 1 cierran las puertas de mi curso de nivel avanzado, Español PRO. Ya sabes que es un curso online, tiene más de 40 videolecciones en las que vas a poder practicar conmigo. Todas esas cosas que probablemente necesites mejorar si aspiras a ser un estudiante de nivel avanzado o quieres consolidar tu nivel.
Mi filosofía es la siguiente, para mejorar un idioma y especialmente para alcanzar un nivel avanzado, un nivel superior, es muy importante tener un sistema, un sistema que sea estructurado, que sea progresivo y que tenga coherencia. Porque muchas veces el problema de estos niveles en los que ya nos podemos comunicar con facilidad es que no sabemos qué estudiar o no sabemos cuáles son las áreas de mejora en las que necesitamos poner el foco, poner la atención. Así que echa un vistazo, en la página web tienes más información. Hay un link también en la descripción del episodio. Y si tienes cualquier pregunta, nos puedes preguntar en el correo electrónico hola@spanishlanguagecoach.com. Y ahora te dejo con la charla con Sara.
Hoy tengo que decirte que igual me ves, si estás viendo el podcast en YouTube sonándome los mocos. Tengo aquí el paquete de Kleenex que decimos en España o el paquete de pañuelos, ¿no, Sara? Así que perdón, pero es mejor hacerlo que no hacerlo, aunque esté un poco resfriado. Y estoy con Sara, que está en Italia, aunque es española también. ¿Qué tal, Sara?
Hola, ¿qué tal? Muy bien.
Muy bien. También podcaster, así que está acostumbrada a los micros. Bueno, Sara.
Youtuber no, pero lo del micrófono sí, es lo mío.
¿No grabas el podcast para YouTube?
No, todavía no. Me siento más cómoda con el micrófono y lo hago más rápido también, como trabajo.
Sí, lo bueno de... O lo malo de grabarse cuando haces el podcast es que te tienes que quitar el pijama y ponerte adecentarte un poco, ¿no? Peinarte y todo esto. Sí, a veces a ver, yo lo he empezado a hacer porque hay muchas personas todavía que no conocen muy bien. Hay países donde el podcast está muy consolidado, pero otros que no tanto. Sin embargo, YouTube lo conoce todo el mundo. Entonces, por eso, para dar la posibilidad a todo el mundo de que pueda encontrar el podcast en cualquier sitio, pues YouTube es ideal.
Sí, sí, está fenomenal.
Pues Sara, si te parece, vamos a empezar con las preguntas que dejó la anterior invitada, que Sara pensaba que esto era que grababa un episodio a la semana y pensó, bueno, pues escucho el último episodio, que es el de Borja esta semana, claro, y así pienso las preguntas, pero no, porque entre el episodio de Borja y el tuyo, he grabado dos más con dos compañeras. Bueno, ha sido Guada, la anterior invitada, este episodio, el día que estamos grabando, todavía no ha sido publicado. Guada, que también ha vivido en España, es española, pero ha vivido en Italia, perdón. Y dejo las siguientes dos preguntas. La primera es, imagina que solo puedes comer un plato de comida en el resto de tu vida. ¿Qué elegirías y por qué? ¿Cuál sería ese plato que dirías, bueno, pues mira, aunque solo pueda comer esto el resto de mi vida, es la mejor opción. Y la segunda pregunta es, si tuvieras una capa de invisibilidad, como la de Harry Potter, ¿qué es lo que harías con ella? Estas son las dos preguntas que nos planteó.
Me decanto por la primera y....
La fácil.
Aunque podemos hablar de las dos si quieres. Pero me decanto por esta porque yo creo que como Guada también ha vivido en Italia, creo que la respuesta es muy fácil y yo diría pizza.
Sí, la verdad es que sí.
Porque es que la puedes tomar de muchísimos gustos, de muchísimos sabores y es una cosa que no me cansa. Incluso un día, aunque esté llena, aunque esté enferma, es solo escuchar la posibilidad de: ¿Y hoy una pizza? Yo, Sí. Entonces, bueno, aunque sé que podría decir algún producto patrio de croquetas, tortilla, pero no, yo digo la pizza.
Además, si lo piensas, claro, es un escenario muy loco, pero si piensas desde el punto de vista nutricional, posiblemente puedes elegir una pizza que sea... Imagina que te dicen, no, es que solo puedes elegir un tipo de pizza. Puedes elegir una pizza con... Tienes la masa, que es carbohidratos, luego puedes incluir verduras para la fibra y más nutrientes y luego algo de proteína. Entonces, puedes como tener, desde un punto de vista nutricional, un plato bastante más completo también.
Sí.
Que no cansa, de verdad, porque eso. Un poco como hacen los italianos con la pasta, que no podemos llegar a entender que a diario coman pasta, pero es que al final, si combinas los ingredientes, es como para nosotros el pan.
Sí, sí, es verdad, que en España somos super paneros. De hecho, yo comía la pasta con pan, en España. Ahora no, pero ahora no compro. ¿Tú también, bien? Me encantaba macarrones con pan. Y Sara, no lo sé, ¿cómo es que acabaste en Italia?
Pues un Erasmus. Estudiar, yo adoraba el francés y me quería ir de Erasmus a Francia, pero una compañera mía de la universidad me dijo ¿por qué no probamos Italia? Dije venga, vamos a ver qué posibilidades hay. Y una de las opciones era Sicilia. Entonces yo dije venga, perfecto. Algo completamente diferente de mi ciudad. Yo soy de Valladolid, que está en el interior de España, en el centro norte, hace frío, no hay mar. Y dije venga, ya que me voy a ir y cambiar un poco mi vida durante unos meses, Sicilia, que sonaba muy exótico, y así ha sido. Me vine a Sicilia y luego ya por el amor, aunque volví a España, pero después he regresado aquí.
Muy bien. ¿Cuántos años han pasado? ¿Cuánto tiempo llevas en Italia?
Veinte. Ya me puedo poner esa.
Guau. Ostras.
Llevo ya fuera de mi ciudad la mitad de mi vida.
Madre mía.
Es increíble.
¿Y te sientes italiana un poco?
No. Me gustan muchas cosas de aquí y las aprecio y entonces las tomo, pero yo creo que no, que yo tengo mucho la españolidad. Y aquí me lo recuerdan, porque enseguida en cuanto hablo me dicen: ¿Eres española? Sí. No se me ha llegado a pegar el acento italiano. Entonces, a mí me gusta. Es un tema que tú hay veces que hablas en tus podcasts con otras personas. No busco la perfección, yo busco el comunicar. Y también con mis estudiantes. Y entonces, pues yo prefiero que sea como mi marca. Bueno, ya: Esa Sara, la española. Y ya sale con el acento.
Sí, además te da identidad el hecho de que te puedan identificar con ese país. Y cuando estás en España, ¿te sientes menos española? Te quiero decir, por haber pasado tanto tiempo fuera, decir esto me parece extraño.
Sí que me ha pasado. No que me deje de sentir menos española, pero hay cosas que te chocan, claro, o a favor también de España, la forma de conducir. Yo estoy en el sur de Italia, muy diferente de lo que haya comentado Guada del norte. Aquí sí que hay esas diferencias. Y entonces el decir qué eficiente, en un día puedo hacer muchas cosas burocráticas, se conduce muy bien, no se puede usar el móvil mientras se conduce, son cosas que me chocan mucho.
Yo aluciné, y fíjate que no es el sur, no he estado nunca en el sur, pero aluciné en Roma, con cómo conducía la gente y veía todos los coches abollados. Tengo que volver a Roma, tengo que decir, porque he estado dos veces y las dos veces he tenido como un poquito de meltdowns, o sea, no estaba yo muy bien en esos momentos. La primera vez dejé a mi novio, con el que... O sea, que es con el chico que estoy ahora. Estaba yo un poco ido y bueno, era al principio de la relación. Lo dejé durante un día y luego nos reencontramos en el aeropuerto y nos reconciliamos. Y luego, la segunda vez también estaba yo pasando un momento un poco raro y la ciudad como que me agobió bastante la forma en la que gente conducía. Además, unas señoras me intentaron robar las gafas, pero unas señoras normales que yo decía, pero estas mujeres estaban en una cafetería, dejé las gafas en la mesa, me giré para ver lo que iba a pedir y cuando me di la vuelta las gafas ya no estaban y le dije al camarero: Oye, ¿has visto quién se ha llevado mis gafas?, dice: Sí, esas dos señoras. Pero dos señoras con un aspecto completamente normal y yo fui detrás de las señoras y digo oye, las gafas. Y me las devuelve. Además, las llevaba puesta una de ellas y me dice prego. Y yo, la cara dura.
Qué caradura.
Sí. Entonces, necesito volver a Roma una tercera vez para reconciliarme con la ciudad, porque las dos veces en las que he estado no estaba yo muy católico.
Exacto.
Esta expresión no es muy políticamente correcta ahora, ¿no?
No, pero queda genial porque estás en Roma, muy cerquita del Vaticano.
Es verdad, es verdad, es verdad. El Vaticano me gustó muchísimo, tengo que decirlo, me impresionó un montón. Pero te preguntaba lo de si te sentías italiana o si te sentías un poco extraña ahora en España después de haber pasado tanto tiempo. Yo no he pasado la mitad de mi vida aquí, pero he pasado la mayor parte de mi vida adulta aquí. Entonces, no me siento nada británico. Aunque sí, pero cuando estoy aquí soy bastante español, porque todavía no he llegado al nivel de ser tan británico para muchas cosas. Pero cuando estoy en España sí que me siento más británico con algunas cosas que me chocan. Lo mismo que dices tú, para bien o para mal. Pero es interesante cómo te conviertes un poco en... No eres de ninguno de los dos mundos.
Estás en tierra de nadie.
Exacto, estás en tierra de nadie. Absolutamente.
Yo al principio lo llevaba muy mal. Ha habido mucho trabajo también interior porque estaba siempre comparando los dos países o mis dos realidades. Y al final he llegado a decir: Bueno, cálmate, disfruta el momento, disfruta dónde estás y si hay otro momento en el que te volverás a España. Todo esto surgió también, yo creo, desde que fui madre. Es el decidir cuál era el mejor lugar para estas criaturas, para que vivieran y crecieran. Y entonces estás ahí en ese momento que buscas la perfección ansiada, que al final dices mira, no, aquí se vive muy bien. Yo estoy muy orgullosa también de esta parte siciliana. Yo siempre digo estoy en Sicilia, no en Italia, porque es una región muy particular, y al ser una isla pues...
Qué guay. ¿Y tus peques son bilingües? ¿Les habláis en español y en italiano?
Sí, sí, sí.
¡Qué bien! Yo tengo el hijo de mi prima, viven en Barcelona, pero su padre es italiano, mi prima es española y viven en Cataluña, en Barcelona. Así que el niño habla catalán, italiano y español. Y es muy gracioso, porque es chiquitín aún es estupendo. Que tengan esa posibilidad.
Yo viví en Barcelona también y había muchísima gente, también italiana. Entonces, tenemos esta unión también entre los dos países, España e Italia.
Sí, sí, es cierto. Pero eres de Valladolid, que no lo sabía, antes te lo he preguntado. Y siempre...
Y creo que, no sé si la gente que te escucha, perdona, conocerá dónde está, porque es verdad que todos los turistas vienen a la zona del Mediterráneo, Madrid y Barcelona, lógicamente. Pero Valladolid es la capital de una región que se llama Castilla y León, ya un poco olvidada. Primero, porque se está haciendo mayor la gente y empieza a denominarse la España vaciada. Es esta zona centro, las dos mesetas de España, centro-norte o sur, en las que la gente joven se va, porque quizás no hay tantas oportunidades o la población envejece, porque también se vive bien y se viven muchos años. Y nada, no sé si tú lo conoces alguna ciudad o alguna provincia.
Bueno, yo soy, de hecho, hijo de las dos Castillas que digo yo, porque mi madre es de Castilla-La Mancha, pero mi padre es de Castilla y León, es Zamorano, de nacimiento.
Ahhh.
Sí. Es de Zamora.
Aunque luego se fue a Argentina, ¿no? Algo escuché.
Con meses se fue a Argentina. Entonces, bueno, él es español, pero de los 0 hasta los 18 o 19 años vivió en Argentina. Pero he estado muchas veces o varias veces en Zamora, he estado en Salamanca también, que sí que es probable que algún estudiante español haya pasado por allí, porque es muy famosa también para recibir estudiantes internacionales por las universidades.
¿Y tú a Zamora ibas, tenías un pueblo o no?
No, realmente no. He ido dos o tres veces, pero nunca he sido yo de tener pueblo. Y de hecho, si tuviese un pueblo sería el pueblo de mi madre, que es el de Cuenca, que está más cerca de Valencia. Y sí que he ido más, pero es que era tan poco social yo. O sea, yo me metía en verano y me metía a ver películas y series con el ordenador en la casa o iba a la piscina yo solo con un libro. Pero todo lo contrario, por ejemplo, a mi hermana, que es mucho más pequeña que yo y que ella desde los 14-15 años ha ido y en seguida se ha integrado con los otros chicos y chicas de su misma edad, de su quinto o de su quinta, ¿cómo se dice?
De su quinta.
De su quinta. Fíjate si estoy yo desconectado con ese tema que no sé ni cómo decirlo, de su misma edad.
Salen con las bicicletas, se van por ahí.
Sí, sí, sí, sí. Y le encanta, ¿no? Que esto en España, cuando decimos que somos de un pueblo, no es que hayas nacido ahí, pero a lo mejor tus abuelos son de ahí o tus padres son de ahí y en verano visitas tu pueblo.
Tu pueblo. Yo, por ejemplo, voy a León, mi pueblo. Mi familia es la materna de Valladolid, pero toda la paterna de León, otra provincia de Castilla y León. Y todos los veranos estábamos en este pueblito, aldea casi, porque era un lugar donde no había bares, ni restaurantes, ni tiendas, nada. Había quizás como unos 50 habitantes. 80, máximo.
Guau. Ostras, o sea, es aldea total.
Sí, en verano un poco se multiplicaba, que veníamos los hijos o los nietos de la ciudad. Y bueno, pues una infancia increíble. No quería salir de ahí en septiembre.
¡Qué chulo, qué chulo! Yo era un poco social, pero a veces sí que tengo la melancolía de algo que no he vivido. Es de tener un grupo en un pueblo, ir con las bicicletas. A ver, tenía primos, entonces, como sí que tengo un montón de primos, pues a lo mejor tenía un poco más de vida social con ellos en otros ambientes. Sí, pero mucha gente tiene muy buenos recuerdos. Y de hecho, gente mayor, yo no sé si tú sigues yendo al pueblo de vez en cuando. ¿o no?
Sí, sí, sí.
Sí, sigues yendo.
Y es una de las cosas que yo he hecho muchísimo de menos. Digo, qué pena no estar más cerca para poder vivirlo más a menudo. Al final, viviendo en Italia puedo ir dos o tres veces al año y es diferente.
Claro.
Pero mira, esto sí que lo noto. Aquí en Italia no tienen ya tampoco esta idea de pueblo. Yo creo que ya llevaban una generación antes que nosotros, que ya estaban más en la ciudad. Es muy curioso. En esto, aunque España quizás en otros temas esté más por delante, yo creo, de Italia, igual que un poco con la democracia, como comentaba Paloma en otro de sus podcasts, que lo notaba con Francia. Y también yo cuando pregunto a mis amigos aquí: ¿y tus abuelos qué profesión tenían? Hasta sus bisabuelos ya tenían profesiones como médicos, abogados, ingenieros, mujeres también. Y a mí me sorprende porque yo creo que en España la generación todavía de nuestros abuelos, muchos eran agricultores. Ha sido la generación de nuestros padres o como tú comentabas, incluso ya nosotros, los primeros que...
Sí, claro.
Que hemos ido a la universidad o hemos sido más urbanitas.
Sí, claro. Bueno, al final España tuvo un bloqueo económico durante muchos años de la dictadura y las secuelas de la guerra civil. Y eso se nota, se nota. Y Sara, te decía lo de Valladolid porque muchas veces te dice que el mejor español es el de Valladolid. ¿No? ¿Esto lo has escuchado? Es un tópico, ¿no?
Me lo dicen hasta los próximos... Vamos, mis estudiantes lo conocen y me dicen: Ay, eres de Valladolid. ¡Qué bien, el español perfecto! Y yo siempre digo: No existe el español perfecto. No existe nada perfecto.
Claro, pero este tópico está respaldado por algún estudio que se hizo alguna vez donde vieron que los vallisoletanos cometéis menos errores gramaticales que el resto de españoles? ¿O es un..?
No, yo creo que no. Es un mito. No sé si fue... No sé, porque hubo una época que fue hasta capital de España, del imperio en el siglo XVII. Porque es verdad que no tenemos mucho acento, pero es una maravilla cuando yo escucho tu podcast y oigo gente de otras zonas que se nota, se percibe. Pero no es verdad tampoco, porque nosotros, incluso en nuestra propia región, yo noto cuando una persona es de León o cuando es más de Salamanca, siempre notas. Algún déje.
Ah, ¿de verdad? Ok.
Yo eso no creo ni estoy a favor de que digan que es el español perfecto. Pero bueno, también hacemos errores.
Sí, sí. De hecho, mira, yo es que tuve varios estudiantes, no, varios compañeros de uni vallisoletanos y me llamaba mucho la atención el leísmo. Muchos de ellos eran muy leístas. Y claro, es una cosa que es como el laísmo, que te llama mucho la atención. Si tú no eres laísta o eres leísta, te llama un montón la atención. Linguriosa tiene un vídeo, no sé cómo se titula, pero es muy interesante sobre los errores comunes en cada región de España.
Pues este es uno que yo cuando vivía en Barcelona, también las propias profesoras, mis compañeras decían: Pero no digas la gusta. Y yo así, es verdad. Yo luego entraba en clase y lo sabía decir bien, porque estabas muy atento y cuidabas más tu forma de hablar. Pero es verdad que yo cuando vuelvo a casa les escucho y digo: Ay, Dios mío. Pero después me acostumbro y vuelvo a decirlo como ellos. Fíjate que hasta en la universidad me acuerdo que fue una pregunta de examen, no sé, en una lengua de español, no me acuerdo, y dijeron: Poned un ejemplo de laismo y leísmo. ¿Te puedes creer que lo puse mal?
No me digas.
Lo tenía pensado, lo tenía preparado. Bueno, pues al final yo en el ejemplo fui laista. Entonces, no sé si para los que nos conocen es muy importante o no, porque al final son estas pequeñas partículas o pronombres. Pero sería decir, por ejemplo, laismo en vez de decir la gusta, ¿no? Le gusta, decimos la gusta.
Sí, la gusta o la la dije, que no sé qué, la compré, este regalo.
En cambio, el leismo está aceptado, aunque quizás a vosotros os suena mal, ¿no? Pero lingüisticamente se usa mucho todavía. En vez de decir vi a mi amigo, lo vi, decimos le vi.
Sí, sí, sí, sí. Cuando es masculino, sí. Pero sí, efectivamente, y yo creo que es muy sano también que los profesores digamos que a veces cometemos errores, te quiero decir. Es que porque quizás vivimos en otros países y se te pegan, se te pegan construcciones del idioma que hablas en el país donde vives. Es que es inevitable. Es que nadie es perfecto. Es que yo veo una entrevista con un premio Nobel de literatura y digo pues aquí se ha comido el le. O aquí ha hecho un leísmo. O sea, te quiero decir, es que la única persona que no debería cometer errores sería un corrector. Cuando alguien está corrigiendo un libro, esa persona tiene que conocer muy bien la puntuación, la gramática y evitar eso. Pero ser profesor de algo no quiere decir que no puedas cometer errores. Hombre, a ver, hay que tener el máximo cuidado pero creo que es bastante liberador decir: los profesores de español también cometemos errores y no pasa nada. Porque nadie es perfecto.
O también eso, la pronunciación o te preguntan una palabra y en ese momento no lo sabes y dices: un momento, lo voy a mirar en el ordenador, te digo un momento qué significa y es más preciso. Que hay veces que los estudiantes quieren ser muy exactos. Pero bueno, es verdad que también mucha gente tiene este tópico de Valladolid, que se aprende muy bien. Pero curiosamente, la ciudad no lo ha explotado hasta hace pocos años. Muchos se iban con... A Salamanca, como hemos comentado, o después a otras ciudades que por el sol buscaban otros climas y tal. Pero Valladolid ahora sí, ahora ya está diciendo: Bueno, ya que tenemos esta fama, pues atraigamos y creemos una economía. Economía basada en el idioma.
Sí, sabes que a mí me contactó este año, creo que a principios de verano, de la Consejería de Turismo de Valladolid o algo así, para irme allí una semana y me contrataban de influencer de Valladolid para atraer a estudiantes de español a aprender en Valladolid. Y les dije que no podía, que gracias, pero sí. Creo que era la Consejería de Turismo. Me contactaron por Instagram. Y yo les dije, bueno, tampoco es que nunca he estado en Valladolid, ni soy de allí ni nada. Igual les podía dar tu contacto. Sí, todos modos quiero ir porque no lo conozco, tengo que ir. Pero esto de decir o de eso, liberarse con el tema de los errores o decir no lo sé, yo creo que esto es una cosa muy de madurar como persona y de liberar también un poco tu ego. De cuando te hace una pregunta decir: pues mira, no lo sé, no tengo ni idea. En la anterior entrevista que fue la de Guada, le pregunté algo y me dijo, me dio una respuesta, pero me dijo: Pero la verdad es que nunca, no le he dado demasiado pensamiento a esta cosa. No tener siempre que tener una opinión sobre todo, una opinión formada, no tener que hablar de todo. Y esto creo que es muy importante también, porque muchas veces es mejor no ser un bocazas y meter la pata. No lo sé.
De hecho, cuando me contactaste para el podcast yo dije: ¿Y qué le voy a contar? Porque yo no soy mucho de meterme en berenjenales, de meterme en temas polémicos. Y me gusta escuchar más, quizás porque nuestra profesión es siempre estar escuchando, pero también por aprender, por la curiosidad, que luego capto cosas que me pueden servir para el podcast. Y es verdad, sí que tengo opinión sobre muchas cosas, pero otras me gusta relativizar también, escuchar a unos o a otros y entiendo la postura de ambos.
Sí, sí, sí, sí. Efectivamente, yo creo que no deberíamos tener miedo de poder hablar de lo que quisiéramos. Y a veces, yo cuando no hablo de determinados temas, lo hago a veces por pudor, por decir, es que no estoy seguro de lo que estoy diciendo sea correcto. Y de hecho, cuando he hablado, por ejemplo, en el podcast de Intermedio de un tema bastante complejo, bastante polémico. Siempre he intentado mostrar las dos. O sea, por una parte hay personas que opinan esto, por otra parte están estas personas que opinan esto. Y quiero dar mi opinión porque es mi podcast, pero es mi opinión, yo opino esto y ya está. Pero creo que es saludable poder hacer ese ejercicio de escuchar todas las... Y además, como se dice...
Yo, mira. Ahora también, perdona... Se lo conculco a mis hijas con los errores de los deberes. Estás haciendo un ejercicio y Ay, la profesora. Una cosa que es diferente aquí, por ejemplo, es el sistema italiano preguntan mucho oralmente. No es como en España que tienes que escribir los exámenes, las preguntas, casi siempre. Y entonces ellas entran en pánico al principio porque dicen: ¿Y si lo digo mal? ¿Y si hago un error? Entonces les vas enseñando o el propio sistema, sus profesoras les dicen: No importa, tú lo que importa es que tú entiendas y lo expliques con tus palabras. No importa si hay errores, ¿no?
Claro. Sí, sí, sí. Además, es que esto me parece muy interesante, que le pongan un poco más de foco a la comunicación oral y a que se expresen bien, porque creo que expresarse bien es bastante complicado. Yo ahora me estoy leyendo un libro que se llama: Explanation, que habla del arte de explicarte bien y explicar las cosas con una estructura, porque es que es muy importante saber comunicar las cosas bien. Y muchas personas... Bueno, yo recuerdo cuando estaba en el Instituto, que siempre nos decía la profesora de filosofía: Nunca podéis empezar una frase con ''Es cuándo'', cuando te hacen una pregunta ¿Qué es la falacia? No sé qué. Es cuándo, tá, tá, tá. Pues ese tipo de cosas tú vas aprendiendo conforme también recibiendo mucho input, leyendo, escuchando a otras personas. Aprendes a comunicarte y creo que hay sistemas académicos que lo hacen mejor que otros, lo de enseñar a comunicar bien y a expresarse.
Por ejemplo, esto lo notaban hasta mis padres. Cuando me vienen aquí a visitar dicen: Pero si es que hasta los niños hablan fenomenal. Y no sé si tú tienes esa impresión, esa imagen de niños italianos o los adultos y bla, bla, bla, bla, bla. ¿Y por qué? Pues porque su sistema educativo de instrucción se basa mucho en la oralidad. Nosotros podríamos decir quizás los argentinos, que hablan mucho.
Te iba a decir los argentinos. Sí. Los argentinos, sí. Los argentinos por lo general, también se expresan bastante bien, pero son, yo leí que era una de las nacionalidades que más leía del mundo. Y creo que esto también tiene una relación causa-efecto. Si lees mucho, obviamente ves de una forma estructurada cómo se pueden explicar las cosas y aprendes a expresarte mejor. Pues, Sara, si te parece vamos con la segunda pregunta, que ya llevamos casi media hora de conversación. Y tú, ¿qué pensabas que nos íbamos a quedar sin temas? La pregunta de Guada era que si tuviera una capa de invisibilidad, ¿que qué haría? A ver, esto, en realidad, si lo piensas, me da un poco de mal rollo, porque lo de la capa de invisibilidad para vigilar a alguien es como un poco creepy, ¿no? O para ver si, qué dicen de mí cuando yo no estoy presente en la sala. Y lo veo un poco como mirar el móvil de alguien, ¿no? Como si yo cojo el móvil de mi chico y digo: A ver qué ha dicho de mí, cuando ha hablado con otras personas sobre mí o qué. Entonces, creo que lo utilizaría, aunque fuera un poco arriesgado, le diría al gobierno: Oye, puedo ser, tengo esta capa que solo puedo utilizar yo. ¿Hay algo que queréis averiguar? Que pueda favorecer, no sé, una operación secreta. No sé, me ofrecería como espía.
Como un espía. Fíjate, yo soy más naive y había pensado, mientras estabas hablando, sería una Amélie. No sé si conoces la película francesa.
La he visto, pero la vi hace un montón de tiempo. ¿Ella tiene una capa de invisibilidad?
No, pero es como con pequeños gestos cotidianos ayudar a los demás sin que lo vean. Entonces, a mí, fíjate, yo no iría al gobierno. Yo el poder ayudar, pero tampoco el ser la misionera de la caridad, sino pequeñas cosas que... Ayudar a la gente que esté cerca de ti o que quieres ayudar, pero que no lo sepan.
Sí, sí, sí, sí. Pues también es una buena forma de utilizarla, sí. Menos creepy. Menos creepy. ¿Tú crees, Sara, que ayudar..? Porque dicen siempre que una de las formas para conseguir la felicidad, que no es una palabra que me encante usar, felicidad, es ayudar a los demás. ¿Tú crees que este acto de entrega de verdad nos hace feliz?
Yo creo, o más que nada, porque sí que lo he leído, que hay estudios que dicen que sí que es importante porque de hecho aconsejan cuando ya estás en la época de jubilación, dejar de trabajar, la gente de repente se ve desmotivada porque no sabe cómo rellenar sus horas. A mí eso no me pasa, yo de momento las tengo, me faltan horas al día, pero dicen que es bueno cerebralmente el poder ayudar, ese grado de satisfacción, esa dopamina que te puede crear también, como pueden ser otras acciones. Y entonces parece un poco egoísta, pero sí.
Sí, efectivamente, eso en realidad parece un acto interesado porque tú buscas esa sensación de sentirte bien contigo mismo, pero que tiene un efecto positivo en otra persona, ¿no?
Exacto.
O sea, que todos ganan, es un Es un win-win. Sí. ¿Tú crees que..? Dime, dime.
No, te iba a decir que me parece curioso que utilizas muchas palabras inglesas y es lógico porque estás también viviendo allí. O también, no sé, porque lo veo también en los youtubers ya de las nuevas generaciones, que se usa quizás más el inglés. Yo para esto todavía estoy un poco más con la versión española de intentar traducir todo y mira qué cuesta, porque aquí en Italia usan muchísimo.
Muchísimos anglicismos, es verdad. Yo tuve un novio italiano y viví con italianos durante un año en Londres y yo flipaba. Digo: pero esto también lo dice tu madre, el Weekend y cosas así. Sí, sí, sí. Era muy curioso.
Hasta el periódico. Yo cuando vine aquí, el periódico muchas veces tenía el bleach, los cubs, y yo decía, uno, yo no sé qué significa, y dos, ¿lo entiende una persona de 80 años?
Y sí.
Luego he visto que sí, que es que tienen más afinidad también al inglés, también por su historia, la Segunda Guerra Mundial.
Claro.
Son más filo- americanos o filo-ingleses.
Pero las generaciones nuevas, yo soy... ¿Qué soy yo? Millenial. Soy millenial, ¿no? Bueno, tú y yo somos millenial. Mi hermana es generación Z y en España y usan muchísimos más anglicismos. El otro día comí con mi hermana y con una amiga mía, que también es millenial, y mi hermana nos estuvo explicando algunos conceptos que se utilizan mucho en la generación Z, que son conceptos que se utilizan en el mundo anglo también. ¿Tú sabes lo que es, por ejemplo, ser ¿Un NPC?
No.
¿Y un main character?
Tampoco. Bueno, un personaje principal, supongo, pero no sé.
Exacto, pero eso de contexto. Un NPC es non player character y en un videojuego es alguien que no es relevante, es como un extra en una película. Entonces, si eres un NPC, eres un loser en la vida. Eres como alguien que no tiene mucha importancia. No eres importante. Esta es un NPC o este es un NPC. Y si eres un main character, pues eres alguien con una vida atractiva o simplemente tampoco... Nos explicó que tampoco hace falta que seas famoso ni nada de esto. Es más como una sensación tuya de quizás ir por la calle, por el centro de tu ciudad con la música puesta, sentirte que estás en una película, una comedia romántica de Hollywood y tú te sientes main character. O sea, que es una sensación más que un estado.
Como yo me sentía a Amelie, pues te vas por la vida feliz. Pensando que...
Exacto. Yo creo que es como sentirse bien, un poco así, pero no sé, igual estamos intentando descifrar. No lo sé, pero.
Me ha hecho gracia que para definir esta palabra has dicho: bueno, antes se decía looser, que ya es es una palabra inglesa, ¿no? Es muy curioso.
Exacto, exacto.
Sí, sí, sí, se aprende. Yo ahora con mis hijas también, también ven YouTube y aprendo palabras nuevas o expresiones que aquí se usan. No sé, en España tengo que hacer algún estudio en verano. Y mira, como digo siempre en mi podcast, que es un poco como el lema final, yo siempre digo: nunca te acostarás sin saber una cosita más.
De verdad que sí.
Así que gracias a ti he aprendido estas dos expresiones nuevas.
Lo puedes comentar con tus hijas, a ver si saben lo que es un NPC. Seguramente sí. Aunque ellas serán generación X, no son generación Z, son generación X.
Ya me pierdo. No lo sé.
Creo que ahora, a partir de los 2010, creo que son generación X.
Entonces, X.
Sí, claro, porque va de entre 10 o 15 años cada generación, no lo sé.
¿Pero la generación X no era en los 60, 70?
Porque me compré un libro hace poco.
No, esos son los boomers.
No, eso es un poco antes, después de los boomers.
Perdona, sí, tienes razón.
Tengo un libro de gabinete de podcast, no, ¿cómo se llama? Gabinete de curiosidades. No sé si sigues este podcast, te lo aconsejo porque es maravilloso.
Sí.
¿Lo conoces? ¿De Nuria?
Creo que no he escuchado un episodio, pero lo he visto alguna vez en la plataforma de podcast o algo así.
Después saco un libro y hablaba de la generación X, que era un poco cuando todavía no existían los móviles y todo esto. Lo podemos comprobar, como decíamos antes, no sabemos todo.
Me he rallado, me ha rallado. Es la generación X de 1965 a 1980, luego los millennials del 81 al 96, generación Z del 97 al 2012. Y lo que no sé es cómo se llama la generación del 2012.
De ahora, yogurines, como decíamos antaño.
Alfa o generación Z. Sí. De hecho, es verdad, porque hay un... No sé si conoces Aitana, que es una cantante pop muy famosa ahora en España.
He pensado en ella, yo también.
Su disco nuevo se llama Alfa por esta nueva generación. Sí. Que no sé si sabes la polémica que ha tenido en España esta chica.
Sí, porque sigo con los diarios digitales estoy puesta al día.
¿Y a ti qué te parece como madre? ¿Crees que, por ejemplo, los artistas que van dirigidos, no que vayan dirigidos a un público infantil, sino que tengan un público..? Bueno, necesitamos poner en contexto. Aitana es una chica, cantante de 25 años, una de las artistas españolas más populares ahora mismo de pop. Tiene 25 años, pero es cierto que si tú vas a un concierto de Aitana o el Fandom, otra palabra en inglés, la audiencia, los fans, los aficionados de Aitana son en su mayoría personas muy jóvenes, entre 12 y 18 años, a lo mejor. Y sus canciones son ahora son bastante, en algunos casos, bastante explícitas. Habla de hacer el amor encima de ti, no sé qué. Son bastante explícitas. Pero claro, y en los conciertos las coreografías van acorde con estas letras explícitas. Entonces, en un concierto, en el primer concierto, que además fue en Valencia, de su gira, muchos padres se quejaron de que las coreografías eran demasiado eróticas, teniendo en cuenta la audiencia.
Eran subiditas de tono.
Y yo tengo, la verdad, sentimientos encontrados con esto un poco.
Sí, depende la edad que tengan tus hijas o tus hijos. Bueno, quizás un poquito, lo comentabas ya también con alguna persona que has hecho ya entrevistas, un poco les puedes proteger o decir bueno, evitarlo, pero si no es que es la vida real. Entonces, pues comentarlo, hablarlo tranquilamente. O quizás hay veces que ni se dan cuenta. Depende la edad que tengan. Somos los mayores los que le estamos dando una connotación a ese movimiento, pero ellas, por ejemplo, mis hijas hacen mucho el movimiento reguetonero, pero yo estoy segura que no saben qué contenido sexual tiene, no?
Claro, claro.
Y no se lo digo tampoco. Ya pasará dentro de un tiempo.
Sí, es que eso es un poco... Vivimos tiempos en los que a veces se entremezcla la liberación, por una parte, y luego también llega como una ola de puritanismo, de no, esto no lo estás haciendo porque lo quieres hacer, sino porque en realidad la libre elección no existe y lo haces por presiones sociales. Entonces, como bueno, en el caso de esta chica tiene 25 años y tiene todo el derecho del mundo a bailar como quiera. Pero luego también es curioso cómo, por ejemplo, han sacado una Nancy, la Nancy Aitana. Entonces, obviamente, si sacas una Nancy es porque sabes muy bien... Una Nancy es una muñeca, como una Barbie. Es una marca española, Nancy, ¿no?
Sí, sí, sí, sí, creo que sí.
Entonces, sabes muy bien que tu público es muy infantil, pero claro, no quieres cantar canciones infantiles. Entonces, creo que para ella y para su equipo debe ser un poco complejo lidiar esta cosa, este fenómeno Miley Cyrus, también le pasó algo similar, de pasar de un público infantil a transferencia.
Al menos que no seas un poco Katy Perry, que sigue siendo al contrario, como más infantil y le gusta jugar con eso. Pero bueno, toda la vida ha tenido a Madonna, la reina, y no sé, te escandalizas o no.
Sí, ya está todo inventado ¿a qué sí, Sara? No se han inventado nada. Pues Sara, ha sido un placer hablar contigo. Me gustaría que nos dijeses dónde te pueden encontrar y que nos des las dos preguntas para el próximo invitado o invitada.
Vale, pues nos podemos encontrar, bueno, tanto en Sicilia como en Valladolid, que estaría encantada tanto de verte a ti como a la gente que nos escucha.
Por supuesto.
Pero por supuesto, en el mundo digital, pues en mi página web, porque ahí se encuentra todo, el podcast, las redes sociales, etcétera. Y es como mi nombre y mi www.saracastro.net
Vale, le dejaremos los links, los enlaces en la descripción del episodio y en la transcripción de todos modos. Y Sara, ¿cuáles son las preguntas?
Vale, pues una relacionada con una... Rafaela Carrá, que era una cantante italiana, un mito, yo creo que sí que se conoce a nivel europeo, y tenía un concurso en la televisión italiana y después española, y preguntaba ¿Y si tú fueras, qué serías?. Entonces, mi pregunta es si tú fueras un mueble, ¿qué mueble serías? Y la segunda pregunta, relacionada con algo también de lo que hemos hablado hoy, son los libros para el próximo invitado tuyo. ¿Compras más libros o prefieres el préstamo, el intercambio con amigos, ir a la biblioteca?
Muy bien. Me estaba riendo por debajo del bigote porque estaba pensando si tengo que responder la del mueble, ya sé la que voy a... La que no, el mueble que no sería, no sería un armario.
Es verdad. Bueno.
Bueno, Sara, ha sido un placer hablar contigo. - Muchísimas gracias.
Mio también.
Ha sido un ratito muy bueno, a pesar de estar un poco enfermo, pero me ha venido muy bien charlar.
No se ha notado.
Gracias. Y a ti, estudiante, muchas gracias también por escucharnos. Esperemos que hayas disfrutado de nuestra charla. Vete a escuchar el podcast de Sara, que también está chulísimo, y nos escuchamos en el próximo episodio. Recuerda que si te gusta el podcast y quieres apoyar la continuidad, pues puedes recomendarlo a otros estudiantes o valorarlo en la plataforma de podcast desde donde lo escuches. Te mando un abrazo muy grande y hasta el próximo episodio. Chao.
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