E41 Mamá, quiero ser artista con Cristian Nila
- César

- Apr 3, 2024
- 25 min read
Updated: Jun 11, 2024
Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):
Vocabulary Flashcards: Mamá, quiero ser artista con Cristian Nila
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Episodio 41: Mamá, quiero ser artista con Cristian Nila
Estudiante, te doy la bienvenida a un nuevo episodio del podcast de español de Nivel Avanzado. Hoy voy a hablar con Cristian, una conversación que ha sido muy, muy interesante. Y como siempre, te recomiendo que antes de escucharla, puedas leer la guía de vocabulario y expresiones que hemos preparado para poder entenderla mejor para ver en contexto esas palabras un poco extrañas o esas expresiones que quizás no conozcas. También tienes la transcripción gratuita y las flashcards de vocabulario. Todo esto lo encuentras en www.spanishlanguagecoach.com. Y ahora sí, te dejo con la entrevista con Cristian.
La cantante pop estadounidense Britney Spears decía en su canción, Circo, que solo hay dos tipos de personas en el mundo, los que entretienen y los que observan. Es posible que esto sea así en la adultez, pero ¿quién no ha hecho un baile en una función escolar? ¿O quién no ha jugado, a ser otra persona en la más tierna infancia. De hecho, la gramática del español nos explica esto. Existe lo que se llama el pretérito imperfecto lúdico, el imperfecto de los juegos, donde este tiempo verbal para interpretar a personajes. Juguemos a que tú eras un rey y yo era tu consejero. Puede ser que conforme cumplimos años, como dice Britney, las personas nos dividamos entre las que somos espectadoras del show y las que están en el escenario, debajo de los focos y a la espera de un aplauso. Estos últimos, en algún momento, pronunciaron en casa la famosa frase de una canción de un musical español de los años 80: Mamá, quiero ser artista. Hoy hablo con Cristian Nila, actor, bailarín, cantante y formador de artistas. Además, Cristian es la envidia de cualquier estudiante de idiomas porque es bilingüe. Hola Cristian, ¿qué tal?
Hola César, ¿qué tal? Muchísimas gracias por la invitación.
Nada, gracias a ti por aceptar.
Vamos, que es un placer estar aquí.
Un placer, un placer que vengas. Tenía muchas ganas de hablar de este tema. Vamos a hablar de las artes escénicas en primer lugar. ¿Qué son exactamente las artes escénicas?
Pues para mí las artes escénicas son una herramienta de vida. Siempre lo digo y siempre lo diré, de hecho soy defensor de ello, de que independientemente de que uno se quiera dedicar profesionalmente a ser actor, cantante o bailarín, al final las artes escénicas son fundamentales para vivir, porque nos enseñan muchísimas cosas. Entonces, no sé. No quiero tampoco adelantar mucho contenido, pero creo que es importante que todas las personas que estén escuchando este podcast aprendan para qué sirven las artes escénicas y sobre todo, por qué son importantes para su día a día, no solo para ser actor o artista.
Para concretar un poco estas artes en que se especifican. ¿Cuáles son exactamente?
Las artes escénicas son artes que se definen así porque como protagonismo tienen un escenario. El protagonista de todo esto es el escenario, hay un público. Es decir, que un artista, una persona que hace artes escénicas, siempre tiene alguien delante que le esté mirando, que le esté escuchando, que esté viviendo con él o con ella una experiencia. Y por lo tanto, todo lo que tenga público y todo lo que tenga a su alrededor algo que tenga que ver con un escenario, se define como artes escénicas. Tenemos el canto, tenemos la danza, tenemos cualquier tipo, también el clown, toda la parte de circo. Es decir, que las artes escénicas son muy amplias, hay muchísimas variaciones y hay muchísimas opciones que podemos elegir entre todas las disciplinas, las más conocidas, el teatro, el canto y la danza. A partir de ahí, hay un desarrollo también en otras facetas que siempre incluyen estas tres, pero que el abanico se amplía.
Y tú te has formado y tienes experiencia y trabajas de ello y además ayudas a otras personas a a conseguir esto. Pero vamos a volver a unos años atrás, ¿cómo fue cuando dijiste en casa la famosa frase de mamá o papá o quien sea: Quiero ser artista? ¿Venías de familia de artistas, se lo tomaron bien, se lo tomaron mal?
Pues mira, De hecho, en mi familia creo que todavía no se creen que estoy trabajando de ello. Todavía me preguntan y yo creo que esperan que empiece a trabajar de algo, según ellos, más seguro, entre comillas, porque al final, hoy en día, creo que después de la pandemia hemos descubierto que al final no hay nada seguro, ningún trabajo. Por lo tanto, hay que hacer lo que a uno le guste y le motive. Pero volviendo a lo que me preguntaste, yo realmente nunca he dicho esa frase en casa, digamos que fue a través de hechos. Empecé con ocho años, o sea, yo al final empecé con ocho años, hice mi primera película, la hice en Italia. A partir de ahí, estuve un poco tanteando tema de teatro, de danza. Yo sí, mi formación es más de danza, pero también hacia teatro. Canto no me llamaba mucho la atención. Y bueno, tú sabes, algo como extraescolar, algo que un niño puede hacer después por las tardes con sus amigos y tal. Pero ya después, ya con 20 años más o menos, cuando hice el Erasmus y vine a España, hice pruebas para un musical, el musical de Mecano, Hoy no me puedo levantar. Y fue a raíz de eso que decidí, como de manera un poco profesional, dedicarme a esto. Y ya después de la experiencia, que fue una experiencia maravillosa, aprendí muchísimo, decidí hacer un parón y decir: Bueno, voy a estudiar. Y entonces me metí en la carrera de Arte Dramático en la Escuela Superior de Arte Dramático, en Sevilla. Porque Madrid, la verdad que sabemos que es una ciudad bastante complicada en ese sentido, sobre todo si uno está estudiando. Yo siempre me he mantenido por mi cuenta, por lo tanto, nunca he tenido unos padres que a lo mejor pudiesen ayudarme en ese sentido a nivel económico. Y entonces, decidí como opción estudiar en Andalucía. Tenía algunos compañeros que muchos conocerán, que son Inma Cuesta, Adrián Lastra, personas que también habían hecho la carrera, que habían estudiado. Inma Cuesta estudió en Córdoba y me comentó que también había una escuela muy buena en Sevilla. Y una compañera, se llama Berta Hernández, que también estudió en Sevilla, me aconsejó estudiar aquí. Y aquí sigo, porque al final, entre una cosa y la otra, me encanta la ciudad, me encanta cómo es y al final para trabajar puedo moverme, o sea que no he tenido ningún problema. Pero mi familia aún me sigue preguntando y me dice: Cristian, pero ¿Y de eso vives?. Y bueno, pues sí, vivo. Tengo ya casi 40 años, bueno, casi no, tengo 40 años y vivo de esto. Entonces, quiero lanzar la frase de: Oye, se puede. Si uno quiere, se puede.
Cristian, me gustaría hablar. Yo siempre hablo mucho de o contrapongo dos conceptos, el talento y la constancia. Realmente existe el talento innato, en el caso de las artes escénicas, y si existe, es insostenible si no hay formación, si no hay constancia. No sé, ¿hay de verdad gente que tiene un talento innato, que son diamantes en bruto y que no necesitan formación para transmitir y para crear performance increíbles?
Me encanta que me hayas hecho esta pregunta porque soy un defensor de la formación y porque para mí formarse y entrenar, para cualquier profesión, no solo en la mía, para mí es una forma de respeto hacia lo que estoy haciendo y, por lo tanto, el talento existe, por supuesto que existe. Hay personas que cantan de forma natural y tú los escuchas cantar y dices: Madre mía, ¿cómo canta?. Pero porque tienen unas capacidades naturales. Ahora, la cuestión es que hay que desarrollarlas. Una cosa es tenerlas y otra es realmente saber usarlas al 100%. Entonces, una de las cosas de la que yo me quejo mucho en España es que a veces ponemos por delante el talento a la formación y a la preparación. Y parece que si una persona no tiene talento, no puede estudiar artes escénicas. Oye, ¿tú sabes cantar? No. Interpretarse te da regular y no bailas. ¿Para qué haces eso? No, claro, se puede aprender. Claro que se puede. Ahora, si nos ponemos el objetivo de ser como Whitney Houston, pues a lo mejor no. Es decir, que no todo el mundo tiene que llegar a esos niveles. Hay muchas personas que viven de su trabajo sin ser reconocidas a nivel mundial y disfrutan y transmiten y son muy buenos actores y no son reconocidos. Entonces, el talento es algo que te da un plus, pero no es necesario, imprescindible, tener talento para dedicarse a las artes escénicas. De hecho, llegan más lejos las personas que tienen menos talentos, pero que trabajan más, a los que tienen más talento y trabajan menos. Esto lo tengo comprobadísimo.
Siempre digo que la constancia gana el talento en muchas ocasiones y con los idiomas pasa mucho. Las personas piensan es que soy demasiado mayor o solo hablo un idioma, nunca he estudiado un segundo idioma extranjero. Y luego lo veo que personas mayores muchas veces, a fuerza de constancia, van más lejos que a lo mejor personas que tienen factores más a favor.
Sí, y luego creo que también depende mucho de la filosofía del país. Yo vengo de Italia, estudié en España, he estado en Londres estudiando, he estado en Estados Unidos. Es decir, he visto un poco la mentalidad de cuatro países. Y lo que siempre intento transmitirle a mis alumnos, que es un poco lo que yo aprendí en Estados Unidos y también en Reino Unido, es que allí, por ejemplo, cuando un niño sabe cantar y tiene talento, lo primero que hacen los padres es meterlo en una escuela para que se forme y para que aprenda. Pero aquí en España pasa algo diferente. Cuando un niño sabe cantar, muchos padres me dicen: Bueno, pero mi niño ya sabe cantar, ¿para qué lo apunto a clase, si ya sabe cantar? Y para mí eso es clave dentro de la formación artística. Tenemos que inculcarle a los niños que si tienen talento, lo tienen que desarrollar, no porque tenga talento con eso ya me vale. Y eso es una filosofía muy de España. En Italia quizá no tanto, porque en Italia sí tenemos más el concepto de estudio, pero en España lo veo mucho y me cuesta mucho a veces convencer a los padres de: Si tu hijo tiene talento, desarrolla ese talento.
Potenciarlo.
Claro, potenciarlo. No te quedes con: Ya sabe cantar, bueno, como sabe cantar, que ya cante y a ver si trae dinero a casa. No, no, no, no, no. Cuanto tú estudias, te enseñan no solo a cantar, te enseñan primero la mentalidad que tiene que tener un cantante, te enseñan a superarte a ti mismo. Es decir, hay un cierto tipo de enseñanzas que se aprenden, que si no te apuntas a algo de formación, va a ser muy difícil que te puedas luego mover dentro del mundo artístico. Te ofrecen más cosas que no es solo aprender a cantar o aprender a interpretar o a bailar. Es la disciplina, que para este trabajo es fundamental.
Y que es aplicable luego a muchos ámbitos de la vida de una persona. A muchos ámbitos. Claro. De hecho, siempre se escucha a personas que... Pues pienso, por ejemplo, en gente que se ha dedicado al baile o a la música, que esa disciplina férrea que tienes que tener. Ahora quiero comentarte. Preparando esta entrevista, estaba pensando en los tiempos en los que vivimos, en la tecnología, en el mundo de las redes sociales, y quería hacerte dos preguntas. La primera es: hoy en día, vamos a aterrizar en España, en el ámbito de España. ¿Es más importante ser una actriz o un actor muy talentoso, por ejemplo, o tener muchos seguidores en Instagram? Esta es mi primera pregunta. Y la segunda pregunta es: ¿Cómo ves tú el desarrollo de la inteligencia artificial y la futura amenaza para que la inteligencia artificial también sustituya a las personas en tu industria? Ya hemos visto en una cadena privada española ha creado la primera presentadora de televisión creada por inteligencia artificial. Esto podría pasar potencialmente también con actores y actrices.
Sí. Vamos, y está pasando creo que con todo, porque los mismos idiomas ahora hay aplicaciones que yo hablo en español y traduce mi voz en chino, en alemán, en inglés. Y es bueno, para qué me pongo a estudiar si eso lo hace ya.
Pero fíjate, Cristian, perdona que te interrumpa un apunte. Esto creo que lo he comentado, pero yo cuando empecé mi carrera como profesor de español, yo pensaba que la mayoría de estudiantes iban a ser estudiantes que necesitaban aprender el idioma. Para nada. La mayoría de estudiantes de español, al menos, en mi experiencia, son personas que lo hacen porque quieren desarrollar esa habilidad de la misma forma que tú puedes comprar una pizza en el supermercado o puedes aprender a cocinar la casera. Y es la sensación de progreso, de aprendizaje, de estar inmerso en una actividad la que realmente les motiva.
Exacto.
Por eso a mí, por ejemplo, no me parece una amenaza demasiado grande el hecho de que... Me parece, de hecho, útil que la gente que no tenga ningún interés en aprender un idioma o que no puedas aprender todos los idiomas, tengas en tu móvil un traductor automático que te ayude a hacer eso. Pero es la sensación de hacer una actividad y progresar.
Yo, en este sentido, no sé si soy demasiado positivo, pero siempre pienso un poco en la inteligencia de los actores, directores. Nosotros como seres humanos, y siempre lo digo, tenemos algo que todavía la inteligencia artificial no ha conseguido hacer como nosotros, y es el tema de la empatía y de las emociones. Hay algo que ahí les cuesta mucho a todo el tema tecnológico buscar un algoritmo que encuentre eso. Como yo pueda mirarte los matices de mi mirada, de mi voz, lo que tú puedes percibir de ello. Es decir, la química que se encuentra en una escena hecha por dos actores de carne y hueso, no la hay. Y no sé si se va a conseguir llegar a eso con la inteligencia artificial. Puedes poner una presentadora que te dice estupendamente la noticia. Pero esa empatía, esa humanidad, eso que tenemos nosotros como seres humanos... Yo, personalmente, no lo veo tanto como una amenaza hacia mi profesión, porque yo sé que puedo aportar mucho más que cualquier inteligencia artificial, muchísimo más. ¿Cuál es el miedo que tengo? Que las personas piensen lo mismo. Es decir, que si llega un momento donde la gente no valora lo que uno hace, allí hay muy poco que hacer. Y ahora mismo creo que han intentado, y yo creo que en Hollywood seguramente tendrán muchísimas herramientas de inteligencia artificial para hacer películas solo... Vamos, las películas de animación de hoy en día son hiperrealistas, si te fijas. Pero todavía no se atreven a cambiar el actor solo exclusivamente por inteligencia artificial, porque saben que ahí se va a perder mucho. Y creo que es una cuestión más de parte emocional, de conexión, algo que todavía no se ha desarrollado y no sé si se va a poder desarrollar, porque no hay una explicación a eso.
Y además, no es exactamente lo mismo este símil, pero al final, si tú compras una lámina, que es un cuadro de un un artista conocido, la lámina es mucho más barata que el cuadro original, obviamente. Es una fotocopia del cuadro original. Por el cuadro original se pueden llegar a pagar millones. O con la música, cuando vas a un concierto, pagas muchísimo más dinero que cuando escuchas el disco de ese artista en Spotify o una obra de teatro, lo que sea. Entonces, mantengamos la esperanza de que esa parte humana la vamos a querer seguir teniendo, no solo en eso, también cuando llamamos a un servicio de atención al cliente que no sea todo el mundo sustituido, porque al final una persona va a detectar en nuestra voz mejor la frustración o la impaciencia o algo de este tipo. Yo creo que esperemos que todos seamos conscientes de que la inteligencia artificial está aquí como una herramienta para ayudarnos a mejorar y no para sustituir cada uno de las cosas que podemos hacer.
Y respecto a...
La pregunta anterior que me hiciste, me hiciste lo de la inteligencia artificial y la otra creo que no te la he contestado y no me acuerdo.
La otra pregunta era si hoy en día es más importante el talento a la hora de elegir a un actor o una actriz para una producción potente, o los seguidores en Instagram, que obviamente ayudan a promocionar ese producto.
A ver, aquí hay una cuestión que entra en juego y es el tema de la rentabilidad. O sea, no hay que olvidar que cualquier espectáculo, porque claro, para mí un espectáculo es un momento donde yo me suba al escenario, disfruto, expreso. Pero para un productor, ese espectáculo es una inversión de dinero. Y entonces, ¿qué ocurre? Que claro, muchos inversores dicen: Bueno, yo invierto en esto, pero quiero un retorno seguro. ¿Y cuál es la forma de tener un retorno seguro? Tener a alguien dentro de mi plantilla que sé que tiene mucho enganche con el público y que la gente viene a ver porque le gusta, por lo que sea. Hago un ejemplo. Por ejemplo, doy nombres, pero no por nada negativo, sino para que entendamos el concepto, el musical de Ghost, que se está haciendo aquí en España, lo protagoniza David Bustamante, que es un cantante que conocemos, por lo menos los que estamos en España lo conocemos, salió de Operación Triunfo hace muchos años, muy conocido. ¿Qué es lo que ocurre? Que cuando el productor decide meter a David Bustamante en un musical, cuando él no es actor ni es cantante de teatro musical, sino de cantante pop, esa decisión hace que él automáticamente sepa que tiene ya ingresado no sé cuántas personas que van a ver el musical por Bustamante, no por ser el musical. Y entonces, claro, es una forma, digamos, de asegurarse que esa producción puede seguir adelante. De hecho, muchas producciones hacen eso al principio, meten a alguien conocido con muchos seguidores o personajes públicos que a lo mejor están en el montaje tres o cuatro meses y luego lo dejan, porque a lo mejor tienen otros compromisos otros, otras cosas. ¿Y qué hacen? Se están asegurando que esos primeros meses la afluencia de gente sea al 100%, porque esa persona atrae público. Yo puedo entender ese concepto empresarial, porque al final un empresario que suelta dinero, quiere un retorno. Pero hay que tener mucho cuidado con eso, porque también una persona que no es profesional en algo, a veces también puede bajar la calidad del show. No hablo, en este caso, del musical de Ghost, porque yo fui a verlo y la verdad que estuvo muy bien, pero es cierto que se notaba la diferencia entre personas que se dedican al teatro musical y a lo mejor él, que está más acostumbrado solo a cantar. Con eso quiero decir que hoy en día los seguidores son importantes. Son importantes por una cuestión a nivel de dinero, como he comentado, para que el productor sepa que tiene un retorno ya asegurado. Pero también son importantes porque tú al final estás haciéndole publicidad a un espectáculo, y eso es publicidad gratuita. Si yo tengo 150 000 seguidores y subo el cartel de mi obra, yo automáticamente estoy haciendo una publicidad gratuita, que en cambio ese empresario tendría que pagar no sé cuánto dinero para que eso aparezca a 150 000 personas. Así que los seguidores, ahora mismo, tienen un poco ese enfoque. Se está intentando, desde distintos aspectos, a nivel actoral, por los directores de casting o otras otras vías, tener un poco un control. Es decir, que una persona que no tenga formación no pueda tener acceso a películas, a papeles principales. Pero eso es muy complicado. Y se está intentando desarrollar. Pero ahora mismo voy a hacer también un llamamiento a todos los directores de casting de este país. Por favor, confiad en los actores, confiad en nuestra profesionalidad, confiad en que nos hemos preparado para ello. Tener seguidores no es la clave de que algo funcione, es la clave de darte un retorno rápido, pero no algo de calidad. Entonces, ahí lo lanzo.
Claro, y de hecho puede ser contraproducente, porque puedes tener ese primer boom de los primeros meses o las primeras semanas donde la gente va a ver esa obra, ese musical o esa película, pero luego sorprenderse por la mala actuación, en el caso de que lo fuera de de esa persona muy presente en redes sociales. Y al final, la peor publicidad también es el boca-oído, la mejor o la peor publicidad. Entonces, sí, es un poco jugar con fuego.
Sí, yo tengo una experiencia también con una película, si no voy a decir el nombre, porque ahí contrataron a muchos influencers para hacer, no papeles principales, pero bueno, buenos papeles. Y claro, la producción tardó creo que un mes más en con lo que conlleva un mes más de costes, debido a que esas personas, al no estar preparadas para estar delante de una cámara e interpretar, pues claro, tardaban el triple que nosotros en grabar. Entonces, claro, llega un momento que realmente ¿eso es rentable? Esa persona te puede dar un retorno rápido, pero realmente has tenido que gastar un dinero extra, porque a lo mejor, al no estar preparada, no da el resultado que quieres, no da en los tiempos que hay que hacerlo, porque nosotros como actores, si tú me dices esta escena tal, yo automáticamente sé lo que tengo que hacer. En cambio, una persona que no tiene ni idea, le tienes que explicar. O sea, al final, no sé hasta qué punto puede ser rentable. Por eso digo que cuidado con ese concepto. Y cuidado con los actores que se creen que teniendo seguidores van a trabajar. Tampoco es eso. Es decir, eso es más complejo de lo que parece. Y sobre todo porque hay pruebas detrás, tienes que dar un perfil. Es decir, que no es todo tengo seguidores y trabajo.
Obvio, obvio. Está bien. Y está bien que sea así. Cristian, tú eres formador, como hemos dicho. Y me gustaría un poco hablar más específicamente de la formación en cuanto al acento. Los actores y actrices tenéis que cambiar el acento o no sé, cambiarlo. Nos podrías dar, puesto que la mayoría de personas usan este podcast para mejorar su comprensión oral y a lo mejor están interesados en reducir su acento cuando hablan español, por ejemplo. Yo siempre digo que lo importante en el caso de los idiomas es pronunciar correctamente o crear sonidos similares a los del español. No tienes que sonar nativo, pero quizás hay alguien que esté interesado en reducir su acento. ¿Hay algunos trucos que los actores usáis para esto?
Primero, cuando me invitaste al podcast digo: ¡uy, qué presión!, porque claro, yo no soy español y voy a hacer un podcast para personas que tienen que aprender español. Entonces, claro, tengo presión.
Pero creo que eres un muy buen ejemplo porque eres bilingüe, eres italiano, pero hablas español perfecto.
Sí, claro. Claro.
Y realmente tu acento italiano es muy difícil encontrarlo.
Exacto, lo tengo.
Pero lo has trabajado.
Sí, muchísimo. De hecho, empecé a trabajarlo. A ver, es cierto que yo los idiomas siempre se me han dado bastante bien, pero yo también soy una persona muy cabezona. Y de hecho lo he trabajado como... El primer año que yo estaba en España, que de hecho yo llegué a España, y eso quiero que lo sepan todos tus oyentes, yo en el avión estaba con un diccionario, porque yo no tenía ni idea de español. A mí me dieron como destino España así a última hora, y yo en el avión estaba con mi diccionario y yo me acuerdo que me liaba entre cuchillo y cuchara. Yo siempre decía: Cuchillo, cuchillo, eh. Vale, cuchara. Fíjate tú, yo me bajé del avión con un diccionario sin saber ni pronunciar tenedor, cuchillo y cuchara, para empezar. Así empecé yo. Entonces, claro, yo tenía acento, claramente. O sea, es decir, ¿pero qué hice el primer año? Decidí olvidarme de los italianos y estuve un año entero que cuando escuchaba alguien italiano, lo alejaba de mí. Yo quería hacer como un trabajo de inmersión en vuestra cultura. Y tú sabes que al final, cuando estudias, tienes tendencia a juntarte. Oye, pues si hay alguien de mi país, me junto con ellos, hacen una pandilla. Al final, eso es normal. Pero a todas las personas que quieran aprender bien un idioma, siempre les digo: Intentad, si vais a otro país, hacer ese ejercicio de que cuando escucháis alguien que habla vuestro idioma, no. O sea, juntaros solos, solo con gente del lugar, que eso os va a ayudar muchísimo. Y yo en dos años pude sacarme el C2 de español. En dos años me lo pude sacar, pero yo por ejemplo, iba a clase, tomaba nota de aquella manera, luego me iba a la biblioteca, cogía un libro de gramática. Todos los apuntes lo pasaba limpio haciendo la frase correcta a nivel gramatical. Es decir, que yo hice un trabajo un poco de chino en ese sentido, pero tenía tantas ganas de aprender que eso me sirvió. Pero claro, el tema acento era algo que yo necesitaba trabajar, sobre todo si quería dedicarme a lo que ahora me dedico. Y efectivamente, en la Escuela de Arte Dramático-
En tu caso, sí que era importante para hacer papeles en España, para trabajar en España.
Claro. Cuidado, es importante si yo tengo como objetivo optar a cualquier papel. Es decir, Si quiero optar a cualquier papel, para mí era fundamental neutralizar mi acento. Pero claro, hay muchos actores italianos que solo dicen: Yo soy actor italiano en España y a mí me cogen solo de italiano en cualquier película. Y de hecho, a mí me ha pasado de que me digan: Hazme una prueba con acento italiano, y me decían que era demasiado poco, que querían un acento más marcado. Y digo: Hay que ver que me dicen yo que no tengo bastante acento de mi país. Eso fue un poco fuerte. Pero es así, forzar tu acento, cuando para mí es algo natural, es más complicado. Entonces, yo hice muchos ejercicios de técnica vocal, por supuesto, pero hay algo fundamental y es el tema musical. O sea, el oído musical creo que es algo básico para entender la cadencia de un país, la entonación, cómo hablan. Yo no entono igual cuando hablo en italiano que cuando hablo en español. O sea, mi entonación, mi tono de voz, mis inflexiones son totalmente diferentes. Y eso para mí es algo básico, que no es solo cuestión de escuchar hablar, sino desarrollar ese oído musical a través de ejercicios para enseñar cuál es la cadencia del español y cuál es la cadencia del inglés o del italiano. Eso para mí es fundamental.
¿Cuál es la diferencia entre cadencia y entonación?
Cuando hablo de entonación, estoy hablando de cómo, digamos, formulo las frases y sobre todo a la hora.
Las subidas y bajadas, ¿no?
Exacto, subidas y bajadas, por ejemplo, el utilizo de los signos de puntuación. No es lo mismo leer una coma que leer un punto. Y la forma de leerlo depende de la entonación. Luego, es cierto que cada idioma tiene un tono. Por ejemplo, el español, es verdad que es un idioma bastante grave en sí. O sea, la persona tiene una forma de hablar que es muy de tierra. En cambio, en Italia hablamos mucho más arriba. Tenemos otro tipo. Eso, por ejemplo, es el tono. Y la entonación es como yo melódicamente digo las frases. En cambio, la cadencia es un poco la forma de decir las cosas, cómo las soltamos, como las soltáis. Eso es diferente. Eso es más de la calle. Una cosa es entender la entonación perfecta del castellano-español y otra cosa es según el lugar donde estás, entender esa cadencia del lugar, de cómo hablan, cómo dicen ese ¿qué tal? Un qué tal no se dice igual en toda España.
Claro, no, 100%.
Exacto. Hay un qué tal totalmente neutro, que eso lo entendemos todos, pero según el lugar hay una cadencia, hay una forma. Entonces, pues esa para mí es un poco la diferencia. No sé si lo he explicado bien, pero para mí entra en el juego esas dos cosas.
Sí, perfectamente. ¿Y hay algún ejercicio práctico? Yo, por ejemplo, recomiendo shadowing, que es escuchar a una persona en el idioma que estés aprendiendo con el texto delante y repetir, intentando poner atención en eso, en la entonación, en la cadencia, en el ritmo, en dónde están las sílabas tónicas de cada palabra, las sílabas que más se pronuncian. No sé si hay algo algún otro ejercicio así que se pueda practicar.
Este ejercicio también lo hice en su momento. De hecho, yo le dije a mi profesor de técnica vocal: Quiero que conmigo seas más exigente todavía, porque claro, yo necesitaba eso. Y efectivamente estuve trabajando con muchos ejercicios que me han servido mucho, aparte del que has comentado tú, también el hecho de trabajar con signos gráficos. O sea, escuchar a alguien hablar, alguien que habla bien, y dentro de ese texto marcar con flechas esas inflexiones de: Oye, aquí ha terminado arriba, aquí ha terminado abajo, aquí ha mantenido la entonación. Trabajar un poco de esa manera, un poco gráficamente, eso te ayuda visualmente luego a la hora de repetir la frase, te ayuda a buscar esa cadencia o esa entonación diferente. Eso, por un lado. Luego, a mí me servía mucho también convertir eso en música. Claro, yo lo llevo a mi terreno y el hecho de convertir una forma de hablar en algo musical, como tararearla, me ayudaba a entender más dónde tenía que subir y dónde tenía que bajar. Entonces, convertir eso en música también, y además es algo divertido también.
Claro, es un buen tip. Y Cristian, para acabar, quiero que hablemos un poco. Antes de empezar a grabar, te comentaba que yo de vez en cuando he hecho cursos de improvisación o de interpretación amateur, y que siempre que lo he hecho me ha encantado y luego me ha ayudado en mis trabajos anteriores o en mi trabajo actual, donde me tengo que poner delante del micro y comunicar. Y siempre digo, siempre les recomiendo a todo el mundo que haga algún tipo de formación de este estilo, porque te ayuda, te da un montón de tablas, independientemente de cuál sea tu trabajo o si no trabajas, a perder la vergüenza, en el caso muchas veces también de las personas que aprenden idiomas. Hay bloqueos mentales de sentirse un poco ridículo, sentirse un poco como un niño pequeño que no sabe hablar bien. Y este tipo de formación te ayuda un montón a romper esas barreras mentales y decir: Hemos venido aquí a jugar, que en inglés play tiene los dos significados jugar y actuar, y es literal lo que se aprende. No sé qué otros beneficios tú crees que tiene este tipo de formaciones para gente que no está interesada en dedicarse profesionalmente al arte escénico, pero...
Pues mira, quiero que igual que como empecé la charla, lo vuelvo a repetir, para mí las artes escénicas son una forma de vida y al final son algo muy importante para que todo el mundo aprenda a desenvolerse en el día a día, a nivel comunicativo, a nivel emocional, a nivel expresivo. Y eso se puede aplicar a cualquier trabajo y creo que muchas veces también al ámbito privado, personal. ¿Cuántas veces hay problemas de comunicación en una pareja, en familia? Y al final, cuando tú sabes como actor o has hecho cursos de este tipo y sabes gestionar tus emociones, sabes expresarte, probablemente vas a solucionar también muchos problemas internos, porque eso te da unas herramientas fundamentales para vivir. Entonces, yo siempre digo quitaros de la cabeza que estudiar artes escénicas es porque yo para que estudio de eso, si no quiero hacer nada de eso o no se me da bien, que eso es lo que también he escuchado mucho, no lo estudio porque no se me da bien. No se te tiene que dar bien. O sea, lo tienes que estudiar para mejorarte, para mejorar como persona. Entonces, animo a todo el mundo que lo haga y sobre todo que la parte de improvisación, como estabas comentando tú, César, al final nos ayuda a agilizar la mente, a quitarnos la vergüenza, a sobresalir de cualquier problemática que pueda surgir en cualquier momento del día. La improvisación es una herramienta muy potente para el día a día. El canto. Ayudas a trabajar con tu voz, con tu respiración. Respiramos fatal y eso conlleva también muchos problemas de salud. Aprender a cantar, a entonar, desarrollas tantas capacidades como el oído, como he dicho antes, el oído musical para los idiomas es fundamental. A mí me ayudó muchísimo a poder neutralizar dentro de lo que cabe mi acento. Entonces, te puede ayudar si eres una persona que se va a dedicar a los idiomas, estudiar música no es algo disparatado que no sirva de nada, al revés, es muy útil. Y la danza te da unas herramientas de expresión física que en el día a día, cuando tú entras en una entrevista de trabajo y ves una persona bien puesta, caminando con seguridad, es que ya has ganado el 50% de la entrevista. Entonces, da igual que seas médico o abogado, ¿por qué no puedes estudiar danza y mejorar tu expresividad? Pues claro que lo puedes hacer.
Ahora que hablabas de la danza, Cristian, me estoy acordando, el otro día estuvo aquí María, mi hermana, que tú la conoces, y vino con sus amigos y les llevé a los sitios típicos que vamos los españoles cuando visitamos Londres, Camden, uno de ellos, y hay una tienda en Camden que se llama Cyber Dog, que es como una especie de tribu urbana que hace raves, y con música, creo que es música techno, no estoy seguro, y había un DJ tocando en la tienda. Entonces, entramos en la tienda y la música, la verdad es que no es mi tipo de música, no creo que sea el tipo de música de María tampoco, pero como que... De repente era como algo muy tribal que te invitaba a bailar y a moverte, y me di cuenta y estábamos: María y yo moviéndonos así. Pero es que al lado de mí había un niño que tendría un año o dos como mucho y estaba así bailando también. Era como: Es que la música y el baile es algo tan tribal, que es un incentivo, casi.
Es que tenemos que perderle el miedo a la vergüenza de esto, porque nuestro cuerpo realmente necesita música, necesita expresarse. Y claro, las artes escénicas te ayudan a ello. Yo he tenido muchos alumnos que los padres me lo han agradecido de: Mira, mi hija ahora puede entrar en una tienda y preguntar cuánto cuesta una camiseta, que antes no lo hacía. ¿Por qué? Porque tenía miedo, vergüenza. Mi hijo sale a la calle y sale mirando al frente y no mirando al suelo. O sea, estamos hablando de cosas que van más allá de ser actor o ser bailarín o ser.
Es buscar tu medio de expresión.
Exacto. Y es algo que yo siempre... De hecho, en mi trabajo de fin de máster, yo lo hice justo como profesor de lengua y literatura, pero lo enfoqué a las artes escénicas como herramienta de desarrollo para los niños. Y creo que uno de los errores más grandes que hay en el sistema educativo español, que aquí en España no existe ningún tipo de examen oral. O sea, los alumnos se enfrentan a presentar una especie de o defender, digamos, una tesis de final de grado, o doctoral o de máster, cuando durante 20 años de su vida nadie les ha enseñado a expresarse verbalmente. Yo de pequeño, con seis añitos, tenía de todas las asignaturas matemáticas y ciencias, yo tenía mi nota oral. Eso quiere decir que yo con seis añitos tenía que salir a la pizarra y explicarle a mis compañeros cómo se hacía una ecuación. Pero tenía que explicárselo con seis años. La profesora me decía: No, explícaselo que lo entiendan.
Claro. Y de hecho, enseñar algo es la mejor forma de aprenderlo.
Exacto. Entonces, cuando tú creces, cuando tú maduras, habiendo tenido esa experiencia de decir: Todo tiene que ser oral y escrito, oral y escrito. Y aquí en España todo es escrito, solo por escrito. Y cuando se llega a la universidad: Ahora preséntame media hora, 40 minutos, algo oral. La gente no sabe. Entonces, otro llamamiento...
Cristian, yo esto lo conté en mi podcast de intermedio. La primera vez que yo tuve que hacer una presentación en la universidad con 18 años, además era una presentación grupal, pero mis dos compañeros de carrera dejaron la carrera antes de hacer esa presentación, así que tuve que hacerla yo solo. Subirme a ese culpito, o como se llame, delante de 100 personas. O sea, es que me empastillé para hacer la presentación. Imagínate, me puse de pie y le dije al profesor: Me puedo sentar que estoy mareado.
Es que no hay necesidad de pasar por eso.
Sí, iba de valeriana hasta arriba porque nunca había experimentado esa sensación. O sea, que totalmente de acuerdo contigo con esto y animamos a todo el mundo a que experimente con las artes escénicas independientemente.
Por supuesto.
Que las cosas no hay que hacerlas todas con un objetivo profesional ni con un fin productivo. Y que sí, que yo desde desde mi experiencia, lo recomiendo muchísimo. Cristian, muchísimas gracias por la charla. Dinos, por favor, ¿dónde te pueden encontrar las personas que quieren saber un poco más de ti?
Me podéis encontrar en Instagram, que es donde más estoy presente en @accionescenica y también en www.accionescenica.com. Y allí, normalmente, subo todo mi contenido. También tengo un canal de podcast donde hablo de muchísimas cuestiones sobre las artes escénicas para profesionales y también para personas que quieren mejorar su comunicación y personas que que quieren utilizar las artes escénicas como herramienta de vida. Y luego, estos son los dos lugares donde me pueden encontrar. Tengo el blog, tengo el podcast, tengo vídeos también en YouTube y, por supuesto, intento siempre, dentro de mis posibilidades y del tiempo, subir todo el contenido que puedo a las redes y a la web.
Estupendo. Compartiremos tus enlaces en la descripción del episodio para que sea más fácil acceder a ellos. Y muchísimas gracias por la charla. He aprendido mucho y me he quedado muy satisfecho con todo lo que nos has contado.
Me alegro. Muchísimas gracias a ti por la invitación y enhorabuena por lo que estás haciendo, porque te sigo y me encanta, me encanta el podcast, me encanta cómo lo llevas. O sea que enhorabuena, de verdad, por tu trabajo.
Muchas gracias, Cristian. Y a ti, estudiante, muchas gracias por estar ahí también. Te espero en el próximo episodio y buena semana. Un abrazo grande.
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Vocabulary Flashcards: Mamá, quiero ser artista con Cristian Nila
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