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E46 ¿Cómo gestionar nuestras finanzas personales? con Mar Olmedo

Updated: Jun 11, 2024


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Episodio 46:¿Cómo gestionar nuestras finanzas personales? con Mar Olmedo


Hola estudiante, te doy la bienvenida a un nuevo episodio del podcast de Español Avanzado, de Spanish Language Coach. Hoy vamos a hablar de dinerito. Dicen, en español decimos que el dinero no cae de los árboles y de eso voy a hablar con Mar Olmedo, consultora financiera hoy. Recuerda que para entender mejor nuestra charla, ya sabes que son conversaciones reales en español, lo mejor que puedes hacer es leer la guía de vocabulario, que te dejamos en la página web, la transcripción también, si la necesitas, de forma gratuita, y también las flashcards de vocabulario. Y todo esto lo puedes conseguir, como digo en la web, www.spanishlanguagecoach.com. Y si eres oyente habitual del podcast y me quieres hacer un favorcillo, recomiéndalo a otra persona que estudia español o valóralo en la aplicación, en el agregador de podcast, que desde donde lo escuches, con unas estrellas o un pequeño comentario. Muchísimas gracias y gracias a ti también, Mar, por estar aquí.


Hola, César, un placer.


Un placer tenerte. Te decía que mi prima te recomendó y empecé a seguirte. Me gustó mucho lo que estás haciendo y la divulgación financiera que estás haciendo. Lo primero que me gustaría, Mar es que definieses un poco tu profesión, que es exactamente una consultora financiera, qué es lo que haces tú.


Sí, porque esto a veces cuesta y se confunde con otros términos. Entonces, yo como consultora financiera, lo que hago principalmente es ayudar a emprendedores y empresarios a gestionar todo lo que son las finanzas del negocio, desde hacer planificaciones financieras, llevar un control de tesorería, de todo el tema del dinero que entra y que sale de la cuenta, poner precios a los servicios, que esto es una de las cosas que me he dado cuenta a lo largo de este tiempo, que es bastante complicado, que a la gente le cuesta. Entonces, todo lo que vendría a ser relacionado con las finanzas del negocio. Sí que es verdad que a veces se confunde un poco con la de parte fiscal de impuestos, y esa figura no la hago yo, del mismo modo que tampoco hago inversiones, inversiones a nivel de bolsa. O sea, se van a llevar a cabo inversiones en el negocio, pero lo que son inversiones de bolsa y demás, esa no es mi figura como consultora financiera.


Exacto, o sea que la consultora o el consultor lo que hace es un poco controlar el tema de los ingresos y los gastos, pero dejando a un lado las inversiones financieras, que a eso se dedica la asesoría financiera.


Exacto.


Bueno, hoy, Mar, vamos a hablar un poco más de finanzas personales, aunque en muchos casos también se puede aplicar en la empresa o en la casa. Yo recuerdo cuando estudié en bachillerato Economía, creo recordar que economía es un término griego que significa saber administrar la casa o algo así. Tengo grabado esa definición. Yo, Mar, fíjate, soy profesor de español desde hace muchos años ya, pero yo estudié Administración y Dirección de Empresas, lo mismo que tú. Sí, sí, sí, sí. Así que... Y mientras preparaba la entrevista pensaba: Jolín, he estudiado un montón de teoría de la financiación, econometría, contabilidad de costes, todo esto, matemáticas financieras, me encantaba. Para mí era hacer un sudoku, eran mis asignaturas favoritas. Y a pesar de tener toda esa información, y esa información, y además avanzada, más que la mayoría de personas, yo sigo teniendo problemas con el dinero, tener la información no nos hace actuar de forma diligente con nuestro dinero. Yo tengo miedo... Yo tengo una aversión al riesgo muy grande, lo único que hago es cuando tengo algo de dinero, ahorrarlo. Y sé que está mal, Entonces, la primera pregunta que me gustaría hacerte es, ¿por qué esa relación tan complicada con el dinero que tenemos yo y creo que muchas personas más? ¿Qué has identificado tú?


Al final todo esto viene parte de mentalidad y creencias. Para mí esa es la base para poder gestionar bien unas finanzas, el trabajar muy bien esas creencias y tratar de detectar de dónde vienen. Al final nosotros, entiendo los españoles, en este caso, que también venimos al final de una guerra civil y al menos mis abuelos lo pasaron mal en esas épocas, quieras que no, todo eso se va heredando también de abuelos a padres, de padres a hijos y así. Entonces, todo esto acaba llegando a nosotros y muchas veces esa aversión al riesgo que podemos tener o ese comportamiento que tenemos frente a las finanzas viene dado por el entorno, sobre todo más cercano, el familiar, y que es el que al final hemos vivido más en nuestro día a día. Y eso ha hecho que a pesar de tener conocimientos o haber estudiado, esa parte de mindset y de mentalidad sigue ahí y también se tiene que trabajar para poderla cambiar. Pero yo creo que es eso, al final viene muy heredado de la familia. Yo detecto también muchos de mis patrones que son de mi madre o así, digo: Ostras, esto es lo que hace mi madre. Y por eso está quizá según qué hábitos que tenemos con nuestro dinero.


Claro, sí, a nivel familia y a nivel país también, es verdad, no lo había pensado, pero no solo con el dinero, con la comida. Nuestras abuelas nos han siempre dado comida, cómetelo todo, porque seguramente ellas vivieron la escasez de la guerra, de la posguerra, y eso al final es algo que se va pasando de generación en generación, de guardar el dinero debajo del colchón, de que una moneda dejara de funcionar o se devaluara.


Claro. Entonces, como ellos han vivido todo esto, al final nos lo han ido transmitiendo de generación en generación, y eso ha llegado a nosotros y hace que podamos tener más de ahorrar. Hay gente que es muy de ahorrar, hay otra que es más de gastar. Pero es intentar también, lo interesante es detectar de dónde viene ese patrón y si lo queremos cambiar, Al final cada uno es libre de decidir si lo quiere cambiar o no, pero si nos damos cuenta y tomamos conciencia, a partir de ahí podemos decidir qué hacer y cómo actuar para cambiar.


Yo me voy a aprovechar un poco Mar, que estoy hablando contigo. Y si esto lo pueden aplicar otras personas. Yo he intentado hacer eso y hacer un ejercicio de reflexión de dónde vienen esos miedos y pensar: Ya no es que tenga que ser más aventurero, porque yo creo que con el dinero yo prefiero tener esa aversión al riesgo, pero al mismo tiempo pienso: Tengo que actuar, o sea, tengo que hacer cosas, porque al final, en el caso de España y la mayoría de países europeos, la población mayor es cada vez mayor, la gente mayor y nacen menos niños, Es muy improbable que yo cobre una pensión del Gobierno, como lo están haciendo ahora las personas jubiladas en España, y necesito planificar. Y eso me estresa muchísimo, pero tampoco tengo esa información, o sí que hay información, pero a veces me da la sensación de que mucha gente vende, esto que decimos en español, de nadie da duros a dos pesetas, que hay mucha información que parece que sea generar dinero fácil y eso me genera desconfianza. ¿Cuáles son las mejores fuentes para informarse? Tenemos que ir al banco, tenemos que buscar a una consultora, una asesora como tú.


 Al banco te diría que no.


Claro, porque hay intereses comerciales cuando vamos a un banco también.


Exacto. Yo te diría que no en un banco, precisamente por ese motivo porque al final el banco normalmente intenta vender lo que le toca vender, no porque sea el mejor producto para el cliente, sino porque desde arriba le están diciendo que toca vender eso. Entonces, yo soy un poco en ese aspecto antibancos, es verdad que los necesitamos para gestionar o para depositar nuestro dinero y tener ahí. Pero por lo que respecta a todo el tema de inversiones, y más si queremos hacer este hábito de ahorro de cara a futuro y demás, buscar alternativas. No quiere decir que a lo mejor lo que nos ofrezca el banco no sea una buena opción, pero sí como que mirárnoslo con lupa, de ver si realmente aquello es interesante o no. Y para mí, aquí, la mejor figura es con un asesor financiero, alguien que realmente te pueda recomendar y te pueda decir cuál es el producto más interesante y que se ajusta más a tus necesidades en función también de cómo tú seas. Al final, las inversiones tienen que estar muy adecuadas al perfil inversor de la persona. Tú, por ejemplo, si eres una persona que no le gusta arriesgar, ostras, quizá es interesante no poner algo de riesgo, porque lo importante es que todos podamos dormir con aquellas inversiones que estamos llevando a cabo. Entonces, para mí es importante la figura del asesor financiero y es más, te diría incluso de intentar ir como un nivel más allá y asegurarnos de que ese asesor es un buen asesor, que también por ahí corren algunos que no acaban de tener bien los conocimientos y que lo que son también son puros comerciales de productos financieros. Entonces, ahí también hay que ir siempre con mucho cuidado. Y nos guste o no, lo importante es también leer la letra pequeña y saber qué comisión nos están cobrando, si vamos a poder sacar o no el dinero. Bueno, conocer muy bien las condiciones de aquello en lo que estamos invirtiendo para saber si realmente es interesante y queremos aventurarnos en ello o no.


Claro. Sí que es verdad que con internet, especialmente ahora, es relativamente fácil informarse y buscar la información. Hay personas haciendo divulgación financiera, pero al mismo tiempo, lo que te decía, también hay muchas personas que con un perfil mucho más comercial y menos técnico, a lo mejor, o con menos conocimientos, pero que te embaucan. Entonces, hay que ir con pies puntillas, hay que ir con cuidadito con el dinero.


Yo creo que es importante leer, no confiar. Y también un poco lo que tú decías de que no dan duros a cuatro pesetas. Hemos de vigilar también muy bien, porque alta rentabilidad normalmente es alto riesgo. O sea, realmente conseguir alta rentabilidad sin riesgo es complicado. Todo también depende de la situación actual del mercado. ¿Qué quiero decir con esto? Ahora, por ejemplo, 2024, que nos encontramos con una subida de tipos que hubo en los últimos meses, que han ido subiendo los tipos de interés, es verdad que a día de hoy podemos conseguir rentabilidades en torno a un 4% sin asumir riesgos o asumir riesgos nada, mínimos. Entonces, dices: Ostras, pero sí que hace un año un 4% era asumir riesgo, porque los tipos de interés estaban más bajos y, por lo tanto, no podíamos conseguir esas rentabilidades sin tener que asumir riesgo. Ahora, para mí, y yo estaba pensando: César, es tu momento ideal para invertir el dinero, porque como los tipos de interés han subido, hay inversiones muy interesantes sin tener que asumir riesgos. Pero lo importante es que realmente tú encuentres aquella que es para ti, con la que te sientas cómodo y que además vaya alineado con el objetivo para el cual estás llevando a cabo esa inversión.


Claro, esto te he escuchado varias entrevistas tuyas y tú hablas mucho de lo importante del objetivo, que eso también pasa, por ejemplo, cuando aprendes un idioma, porque al final tener una vida financiera sana, una gestión de tu dinero sano, es una cuestión de largo plazo. No se trata de invertir algo durante dos meses y luego salir, no se trata de hacer eso, sino que es algo más en largo plazo. ¿Y qué tipo de objetivos? Porque yo, la verdad, no tengo pensado comprarme una casa. Entonces, mi objetivo es la tranquilidad, un poco, la tranquilidad financiera. Pero, ¿qué tipo de objetivo suele tener la gente a la hora de cambiar radicalmente un poco la gestión de su dinero?


Es eso, al final depende un poco de la situación de cada uno. Hay gente que a lo mejor tiene hijos y su objetivo es poder ahorrar para poder pagar la universidad cuando sus hijos decidan ir a la universidad. Hay otra gente que a lo mejor dice: Ostras, es que me gustaría comprarme un coche y voy a empezar a ahorrar para comprar un coche. Hay gente también que ya piensa en la jubilación, más a largo plazo. Pero claro, también es verdad que hemos de pensar que no podemos... O sea, hay como unas etapas, digamos, que hemos de ir pasando o que al menos yo recomiendo, igual que cuando uno nace, primero tienes que gatear, luego empezar a andar, ¿sabes? Que dicen que si te saltas la parte del gateo, luego ya no es lo mismo. Bueno, pues aquí pasa un poco lo mismo. Para mí es, primero hemos de tener cubierto una cantidad de dinero que nosotros nos sintamos cómodos de decir: Ostras, mira, yo sé que si tengo en mi cuenta bancaria 5000, 10000 €, cada uno tiene la cifra con la que se siente cómodo. Pero primero asegurarte esa cantidad y decir: Vale, yo no quiero que mi cuenta baje de esta cantidad, pero a partir de ahí, ya todo lo demás lo puedo empezar a invertir para conseguir un poco de rentabilidad, porque al final el dinero que tenemos en la cuenta es un dinero que se va devaluando, más con la inflación que tenemos a día de hoy. Entonces, es interesante intentar invertir. Y claro, si tú quieres invertir, no sé, yo creo que más o menos tu y yo debemos ser de la misma quinta. Si queremos invertir para nuestra jubilación, yo te diría: Arriesgalo. Arriesgalo en el sentido de a la larga, la renta variable en periodos de ocho o diez años siempre es rentable. Entonces, podemos tener bajadas y que haya momentos en los cuales estemos perdiendo dinero, pero como nuestro objetivo es a largo plazo, el histórico que hay de todos estos años de cómo ha funcionado la renta variable, a la larga va siempre para arriba. Por lo tanto, si no vamos a necesitar el dinero, ostras, inviertelo en algo que te dé más riesgo, o sea, que tenga más riesgo y que te dará más rentabilidad. Si es algo que quieres más a corto plazo, no sé, imagínate que a lo mejor tenemos hijos, nuestros hijos tienen en torno a unos 13, 14 años y queremos para la universidad. Pues ahí, que es en un periodo de medio plazo, que podríamos decir que es inferior a cinco años, pues quizá lo interesante no es invertir todo en algo de tanto riesgo, pero sí que podemos asumir un poco más de riesgo que un dinero que necesitaríamos para el año que viene. Entonces, en función de todo eso, también decidir las inversiones que queremos llevar a cabo, adecuándose a eso. Al final, no tenemos que invertir todo el dinero, es más, no es recomendable invertir todo el dinero en el mismo tipo de producto con el mismo riesgo, sino diversificar y decir: Vale, este dinero voy a arriesgar un poquito más, este un poco menos y este pues nada. Pero sí que es importante tener también lo que llaman ese fondo de emergencia o el colchón, decir: Vale, con este dinero yo me siento cómoda y este dinero lo voy a tener aquí disponible, porque si las cosas van mal, sé que puedo tirar de forma muy rápida de él y ya estoy tranquila. Entonces, lo importante primero es tener ese fondo, ese fondo de emergencia o ese colchón financiero. Porque el problema a veces que yo encuentro es que la gente empieza a invertir muy pronto. No sé qué tengo en dinero ahorrado, lo invierto. Ya, pero ostras, veamos primero...


Se te rompe la lavadora, tienes que ir al mecánico.


Claro. Entonces, ¿y qué hacemos? Por lo tanto, no queramos invertir. Creo que la gente intenta... Sí, se salta un paso. Entonces, para mí lo primero es incorporar incluso ese hábito de ahorro, decir voy ahorrando mes a mes y voy incorporando esto como un hábito más en mi día a día, y luego ya paso a invertir. Cuando ya he generado un poco, ya tengo ese hábito incorporado, pues venga, ahora voy con el siguiente paso, que es la inversión. Pero siento que la gente muchas veces quiere invertir sin antes tener ese hábito de ahorro.


Andar antes de gatear, ¿no?


Exacto, eso es.


Claro. Entonces, ¿cuál sería para una persona de renta media, de ingresos medios, el porcentaje ideal de ahorro mensual?


Normalmente está en torno a un 20%. Pero claro, es lo que digo, esto es lo que dicen un poco los estándares, el benchmark que indica: en torno al 20% de nuestros ingresos se deberían ahorrar. Es verdad que luego depende de la situación de cada persona. Yo misma, que lo he vivido, yo cuando estaba trabajando por cuenta ajena, ahorraba el 50% de mis ingresos porque tenía esa posibilidad, ganaba bien mi estructura de gastos, no tenía hijos, no tenía muchos gastos, podía ahorrar bastante dinero. Pero luego, por ejemplo, cuando me fui al paro, yo creo que estaba ahorrando alrededor de un 5%. Porque mis ingresos se redujeron mucho, los gastos más o menos se mantenían, por lo tanto yo tuve que reducir. Ahora bien, lo que sí siempre recomiendo es que haya ahorro.


Mantener el hábito, ¿no?


Sí, ese hábito, exacto. Para mí, y esto después de haberlo compartido con bastante gente, me dicen que les ha cambiado como muchísimo el chip, es ahorrar a principios de mes. O sea, no es ahorrar lo que me queda a final de mes. Me ha quedado tanto dinero, esto lo ahorro. No, es: A principios de mes, yo decido qué cantidad de ahorro. Entonces, lo primero que hago es ahorrar y separar ese dinero de mi cuenta, y con lo que me queda en la cuenta, yo ya me lo puedo fundir todo, que yo ya he ahorrado. Entonces, ya entonces me puedo gastar todo ese dinero, porque yo ya he hecho lo primero que es el ahorro, y a partir de ahí ya puedo gastar. Entonces, es que precisamente el otro día mi compi de piso me lo decía, me decía: Ostras, Mar, tio, desde que empecé a aplicar esto, me ha cambiado la vida. Dice: Es que yo ahorro todos los meses y ahorro una cantidad buena, y a día de hoy ya tengo unos ahorros que antes no había sido capaz de generar, porque claro, es como: Vas gastando, vas haciendo. Ay, me han quedado 100 €, 100 €. ¿Qué me han quedado 200, 200? ¿Qué cinco, cinco?. En cambio, dices: No, pues determino una cantidad y siempre a principios de mes.


Ya no cuentas con ello.


Exacto. Es el primer recibo que pago, mi ahorro, y luego ya pago el resto de recibos. Pero igual que me viene el recibo del alquiler, el de la luz, el del agua, me viene el recibo del ahorro.


Claro, es una muy buena estrategia. Yo también aplico esa estrategia desde que empecé a trabajar y es lo mejor para ir siendo hormiguita. Mar, cuando hablamos de gestionar nuestro dinero, muchas veces, o para sanear nuestras finanzas, lo primero que pensamos es en recortar gastos. Entonces, empezamos a analizar gastos grandes, gastos pequeños, pero tú dices: Bueno, pero no solo se trata de disminuir gastos, también se puede mirar cómo incrementar los ingresos. Pero esto de manera práctica, una persona, por ejemplo, que trabaja a tiempo completo, 40 horas a la semana, de forma autónoma o para otra empresa, ¿cómo podemos incrementar estos ingresos?


Siempre hay formas. Si uno quiere, puede. Yo creo, que yo soy de las que pienso que si una persona quiere, puede. Al final, ¿cómo puedes incrementar tus ingresos? Se me ocurre, si revisas cosas que tienes en casa y las pones en Wallapop, ¿no? ¿cuántas cosas tenemos en casa que no hacemos servir? Y ahí, ¿qué estás haciendo? Incrementar tus ingresos, porque estás consiguiendo generar unos ingresos de algo que no le estabas dando un uso. Entonces, esto creo que está a la mano de todo el mundo, de poder hacerlo. Y así, incluso, hacéis un poco de limpieza en casa, que siempre tenemos los armarios a tope. Entonces, esto podría ser una opción. Otra también, otra forma de incrementar los ingresos es llevando a cabo un poco de inversiones. Al final, las inversiones lo que te permiten es que tengas unos ingresos de esos intereses, pero es verdad que para ello tienes que haber generado antes ese ahorro. Y luego, claro, es verdad que yo estoy más en el mundo emprendedor, entonces al final es buscar nuevas vías de ingresos o como salir más a vender para poder lograr más ingresos. Pero yo creo que si una persona se mueve, lo puede conseguir. Y es buscar otras formas de generar esos ingresos. A pesar de que los gastos también está bien recortarlos, pero digo: Bueno, el dinero también está para disfrutar, que es una de las cosas que a mi me gusta decir, que la vida es corta en el fondo, entonces disfrutemos también que nos lo merecemos.


Claro, claro. Y sobre todo eso, creo que un muy buen ejercicio también es analizar los gastos de vez en cuando, porque es verdad, yo lo he hecho, hay un gasto, aparte, viviendo en Londres, es un gasto muy elevado para el producto que es el café. O sea, gasto un montón de dinero en café porque nunca trabajo desde casa, siempre estoy trabajando por ahí. Entonces, claro, si voy a una cafetería, al menos tienes que pedirte un café. Y claro, eso todos los días sube la cuenta a final de mes, pero es algo que disfruto tremendamente. Entonces, no estoy dispuesto a limitar ese gasto. Pero luego, cuando he analizado otros gastos, pienso: Disney, Disney Plus, si hace tres meses que no veo nada ahí, o veo una vez cada... Pues voy a dar de baja, servicios de streaming. Hay un montón de pequeñas cosas que vamos pagando cada mes y no nos damos cuenta y que no utilizamos, y que ahí sí que merece la pena ahorrar ese dinero, ¿no?


Exacto.


Quería volver...


Es que para mí...


Dime.


No, te quería decir que para mí lo importante es esa toma de conciencia, que cuando tú ves en qué estás gastando el dinero, entonces tú puedes decidir. Y decides diciendo: Ostras, mira, yo me estoy gastando tanto dinero en cafés, pero no, esto me compensa y lo quiero seguir haciendo. O no, o: Madre mía, ¿cuánto dinero me estoy gastando en cafés? No lo quiero gastar en esto y prefiero gastarlo en otra cosa. Pero para ello, primero, has de saber muy bien en qué te estás gastando el dinero.


Exacto, ser consciente de dónde lo estás poniendo, efectivamente. Volviendo mal al tema de la mentalidad, tú dices que has conocido a personas que al incrementar su nivel de ingresos, han llegado peor a final de mes, han llegado justos a nivel. ¿Qué pasa aquí? También se habla mucho de estas estadísticas donde las personas que ganan la lotería también, un porcentaje grande, acaba perdiéndolo todo o arruinándose. ¿Cuál es la psicología o la mentalidad detrás de este fenómeno de: Gano más dinero y sin embargo, llego peor a final de mes o se arruina incluso?


Bueno, al final es gente que realmente se vienen arriba en ese aspecto, se crecen y se piensan que esto es: ¡Ah! Jauja, y empiezan a lo mejor a gastar de más y dejan de vigilar o dejan de tomar conciencia de qué está sucediendo con su dinero. Cuando las cosas nos van bien, muchas veces es: ¡Ah! ¿Cómo me va bien? Pues venga, para aquí, para allá. Entonces, dejas de revisar y ver qué realmente estás haciendo con tu dinero. Sin embargo, cuando nos queda menos, es cuando nosotros vigilamos muy bien de: Ostras, esto va a ir aquí, esto aquí, esto aquí. Como que tienes que hacer más esos puzzles. Y el problema está, efectivamente, en que cuando las cosas nos van bien, como nos dejamos mover quizá más por la emoción y no tanto por la razón, eso hace que al final lleguemos a unas situaciones más complicadas. Entonces, si tenemos bien incorporados los hábitos, cuando nos suceden cosas de este tipo de tenemos una subida de nuestro sueldo, considerable, o nos toca la lotería o tal, como ya tenemos un hábito bien incorporado, eso no nos afectará tanto, y seguramente incluso no nos afecte.


Pero es importante el llevar bien esa gestión del dinero. Pero el problema es eso, que nos venimos como arriba y venga, y ya. Entonces, dejo de controlar o dejo de tomar conciencia de todo aquello que estaba haciendo frente al dinero y voy muy arriba y abajo gastando el dinero y haciendo otras cosas que a lo mejor antes sí que me cuestionaría más si hacerlas o no, y valoraría más si aquello realmente lo quiero hacer o no. Claro, es que detrás del dinero también es eso, hay como muchos miedos que escondemos, el aparentar también, que queremos a veces aparentar, hay parte de ego, o sea, juegan muchas variables, que claro, si uno no está como bien trabajado y se conoce, pues nos pueden ganar la batalla.


Claro. Tú has identificado, imagino que estás por la zona de Barcelona, más o menos, y hay muchas personas de todo el mundo. ¿Has identificado patrones en diferentes nacionalidades en cuanto a su relación con el dinero? O si no, háblame un poco más del patrón más español que tú has identificado.


Sí, porque a nivel así de diferentes... No tengo como tantos contactos de distintos países, a pesar de que en Barcelona haya como gente de muchos lugares, no lo tengo. Pero a ver, un patrón... O sea, el español es una persona que le gusta bastante el disfrutar, el salir. O sea, un patrón muy habitual que me encuentro es la partida de restaurantes es muy elevada, al menos en nuestra cultura. Nos gusta mucho el salir a restaurantes a cenar, a comer con los amigos, a tomar algo. Entonces, la partida de restaurantes suele ser una de las partidas más elevadas, que la gente a veces se piensa y dice: No, es que yo gasto mucho en restaurantes. Digo: No, es que es lo habitual. O sea, es que todo el mundo como que nos gusta mucho sociabilizar y eso, hacerlo alrededor de una mesa con comida. Entonces, las partidas de comida y restaurantes son partidas que suelen ser bastante elevadas. Luego, es verdad que no sé si también a lo mejor el tipo de clientes que me vienen más a mi o así, pero todo el tema del autocuidado, y incluso tema de terapia y demás, es algo que ahora también está... Que suele haber ese gasto bastante habitual, lo cual me parece bastante bien el cuidarnos a nosotros mismos e invertir ese dinero en poder estar nosotros mejor. Entonces, sí que he detectado que ese es un gasto que suele haber y que cada vez más la gente está más dispuesta a no renunciar a él, lo cual me parece bien. Bueno, porque yo también soy así.


Claro, al final es una forma de inversión.


Sí. Y si uno está bien consigo mismo, no, pues... Pero sí, como que esa partida de hacer terapia psicólogo y demás, es una partida bastante intocable, por así decir.


Sí, esto es muy interesante. Y me ha venido a la mente cuando hablabas de esto, una frase que nos decía mi profesora de economía en la carrera. Yo hice la carrera durante los peores años de la crisis económica. Entonces, claro, la sensación de estar en mitad de la carrera o acabándola en mitad de este ambiente, donde solo había que despidos, que los bancos se estaban cerrando, no era el idóneo. Y ella siempre nos decía: Recordad que la educación es la mejor inversión a largo plazo, formaos, leed. Y esto es algo que se me ha quedado mucho siempre y es una de las cosas en las que menos reparos tengo a la hora de invertir, en una buena formación, en un curso, en unas sesiones de consultoría si necesito a una persona profesional que me ayude con algo que desconozco. Y es verdad que es una muy buena inversión hacerlo.


Ahí al final están las prioridades de cada persona. Yo me doy cuenta ahí, sí que es verdad que como hay como muchos núcleos, y cada núcleo suele tener como unas prioridades, núcleos o entornos en los que te mueves, al final para mí es verdad que igual que tu. La educación o invertir en un profesional que me pueda ayudar o me pueda acompañar en todo el proceso de mi negocio y así, yo es un dinero que invierto con los ojos cerrados. O sea, que me dices: Mar, ¿qué es tanto?. Ningún problema, lo pago y no me lo cuestiono y si no tengo el dinero, ya lo buscaré, o sea, ya haré para que esté. Pero realmente son inversiones que considero muy necesarias en mi vida. Sin embargo, a mí me dices: Gastarme mil y pico de euros en un móvil, te diré que no. Pero yo no le doy... Luego hay gente que sí, que a lo mejor decide que la educación no, pero quieren ir con el último móvil, el último coche, el último... Bueno, son prioridades. Al final cada uno es libre de decidir qué quiere hacer, pero efectivamente, para mí, la partida de educación creo que es la base de todo.


Sí, es una buena inversión a largo plazo, como decía mi profesora. Pues Mar, muchísimas gracias. Mira, si quieres vamos a recapitular un poco lo que hemos contado. Hemos hablado de ser conscientes de las finanzas de analizarlas, saber qué está pasando, tener un objetivo, que pueden ser objetivos a corto, medio, largo plazo y actuar en consecuencia. ¿Qué más?


El ahorro, primero.


El ahorro, lo primero, efectivamente, crear el hábito, muy importante, crear ese hábito independientemente de tu situación, porque hay veces donde ganamos más dinero, otras donde menos. Tenemos la experiencia reciente del COVID, donde mucha gente se quedó sin trabajo durante un tiempo. Entonces, estar preparados para ese tipo de situaciones y ese fondo de emergencia. Y también disfrutar del dinero cuando lo tenemos. O una pequeña parte.


Claro, para eso está, efectivamente. O sea, pero para mí el ahorro es importante, ya sea una cantidad más grande o más pequeña, pero coger ese ahorro de cada mes. Creo que todo el mundo tiene la capacidad de poder ahorrar, todo el mundo. Me niego un poco a que la gente diga: No, es que yo llego justo a final de mes y no puedo ahorrar. Estoy segura que siempre algo podemos ajustar para poder ahorrar. Porque, te digo, si un mes, en vez de que la factura de la luz nos venga de 100 €, nos viene de 120, vamos a pagar 120. Por lo tanto, hemos tenido 20 que el mes pasado no gastamos. Entonces esos 20, si hemos sido capaces de poder pagar una factura de este tipo, hemos de ser capaces de poder ahorrar, aunque sea poquito, pero ahorrar.


Claro, tener ese hábito. También es muy importante, sobre todo si hay niños, para que esa educación financiera se traspase de generación en generación.


Bueno, por lo que comentábamos también de las creencias y todo. Entonces, sí que es importante ser un ejemplo para nuestros hijos.


Exacto. ¿Cómo ves tú? Porque yo recuerdo, yo me he criado en un ambiente muy de clase trabajadora, era un barrio que pertenecía a los edificios del Ministerio de la Vivienda, porque era el piso donde vivieron mis abuelos con sus hijos, tenían nueve hijos, entonces era todo familias numerosas, familias trabajadoras. Y entonces, en el colegio y la gente que veía los niños, no en mi caso particular, o sea, en mi casa nunca se ha hablado. Si ha habido problemas de dinero, a mí no se me ha comunicado. Pero yo sí que recuerdo niños de ir a la escuela y decir: No, es que no he comprado los libros porque mi madre me ha dicho que no tenemos dinero. O sea, que los padres un poco... Había una comunicación un poco sin filtro con la relación con el dinero o lo que estaba pasando en casa. Que es verdad que los niños, claro, si quieren algo, lo piden. Y yo no soy padre, así que no tengo ni idea, pero imagino que es un poco difícil comunicar esta escasez, si la hay. ¿Cómo ves tú eso? ¿Cómo se puede tratar?


A mí me parece bien el comunicarlo y hacer participe a los hijos de la situación que hay y demás. Es verdad que no soy muy partidaria a decir: Ostras, no hay dinero, porque creo que ahí también luego los niños van como que no hacen nada porque no hay dinero. O sea, al final ahí se instauró una creencia de: No, es que no puedo hacer esto porque no hay dinero. Entonces, para mí es importante, o sea, creo que es importante lo que decía, que sepa la situación, pero quizá decir: Ostras, pues el dinero que tenemos es este y donde podemos, donde damos prioridad. Al final, que haya o no dinero depende, no es lo que decíamos, yo no tengo dinero para gastarme 1000 € en un móvil, pero sí que tengo dinero para gastármelo en una formación. Por lo tanto, yo decido donde quiero. Entonces, no es que no haya dinero, sino que el dinero que hay hemos decidido ponerlo aquí. Pero sí que me gusta hacer partícipes. Yo lo mismo, no tengo hijos y desconozco un poco cómo es eso, pero sí que tengo amigas que los tienen con las que he convivido y me gusta hacerlos partícipe a los niños, incluso desde una forma del juego. También creo que es importante el cómo nosotros transmitimos, pero que sean conocedores de la situación me parece bien. Pero ahora bien, lo que hemos de trabajar como padres es el cómo llevamos a cabo esa comunicación para que efectivamente aprendan sin que a la vez se limiten en ese aspecto.


Claro, que no haya una sensación constante de escasez, ¿no? Sí. Claro. Pues, Mar, muchísimas gracias. Ha sido una charla bastante reveladora y espero que para la gente que nos escucha también. ¿Dónde te pueden encontrar, si quieren saber un poco más de ti y de tus servicios?


Pues mira, a mí me pueden encontrar en Instagram, principalmente es en la red social donde estoy Mar, donde estoy más. Y el nombre es marolmedo_fz, y si no, en mi web www.marolmedo.com. Ahí también me pueden bichear y conocer un poquito más sobre mí.


Estupendo. Pondremos los enlaces en la descripción del episodio para que sea más fácil clicarte. Así que muchas gracias, Mar. Ha sido un placer.


Un placer, me ha encantado. Se me ha pasado volando.


Sí, se ha pasado rápido. Muchas gracias, Mar. Y a ti, estudiante, gracias también por escucharnos esta charla. Espero que hayas aprendido mucho y yo te espero, como siempre, en el próximo episodio con más conversaciones reales en español. Un abrazo grande.




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