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E47 Aprender un idioma por obligación y vivir en España con sus otras lenguas cooficiales con Olivia

Updated: Jun 11, 2024


Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):



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Episodio 47: Aprender un idioma por obligación y vivir en España con sus otras lenguas cooficiales con Olivia

Hola estudiante, te doy la bienvenida a un nuevo episodio del podcast de español de nivel avanzado de Spanish Language Coach. Ya sabes, conversaciones reales en español a velocidad real, con contenido interesante, con jugo, para que te puedas llevar algo después de escuchar el episodio. Y también, si quieres, puedes usar los recursos gratuitos que te ofrezco en la página web: www.spanishlanguagecoach.com. Allí tienes la guía de vocabulario que te recomiendo leer antes de escucharnos, de escuchar el episodio y la transcripción del episodio completa. Y también te recuerdo que en esa misma página web podrás ver que mis tres cursos de español, cursos online de español, progresivos y guiados, y con el soporte de profesionales de la enseñanza del español, abren el día 20 de mayo, en unos días, dentro de muy poco. Así que si te interesa alguno de ellos, imagino que si estás aquí y te interesará el de nivel intermedio o el de nivel avanzado, te recomiendo que dejes tu email en la lista de espera. Y nada más, voy a empezar a hablar con mi invitada de hoy, pero antes quiero decir, Olivia, como ya te he dicho, que me siento un poco grogui porque estoy tomando antibióticos y estoy mareado, tengo náuseas, pero no quería perderme la charla contigo. Así que si digo...


Si te desmayas, no te puedo ayudar, te puedo animar, pero nada más.


Bueno, decíamos: Yo estoy un poco grogui y tú estás un poco nerviosa porque es tu primera entrevista en un podcast, pero de verdad que somos majísimos la gente que estamos aquí. No te preocupes. Olivia, preséntate un poco a la gente que nos escucha. ¿Quién eres y qué haces?


Mi nombre es Olivia, como ha dicho César, soy profesora de Valenciano online. Vengo de la escuela presencial, he estado más de 15 años trabajando con estudiantes de secundaria y bachillerato, y ahora me he lanzado a otra modalidad, que es un reto para mí, pero con toda la ilusión y la misma fuerza que he tenido en la presencial. Así que aquí estoy para enseñar Valenciano, del C1 el C2, lo que haga falta.


Sí, yo conocí a Olivia a través de un vídeo de presentación que compartió otra compañera, Olaya, que también ha estado aquí en este podcast, y dije: Tengo que llamar Olivia para que venga, porque nunca había hablado, creo que en ninguno de los podcasts, de las otras lenguas oficiales en España. Ayúdame, Olivia, que no se me escape ninguna. ¿Cuántas hay y cuáles son?


Tenemos el gallego, el vasco, el catalán y que el valenciano es lo mismo que catalán, pero es otra denominación. Es la misma lengua.


Vale. Mira, esta era una de las preguntas, porque yo siempre cuando digo: Soy de Valencia, y me dicen: Y hay personas como estudiantes de español o personas que viven aquí en Londres con las que hablo y me dicen: ¿Y qué se habla? ¿Se habla español o se habla otro idioma también? Porque sé que en España hay varias lenguas. Digo: Sí, se habla español, pero hay otra lengua oficial que es el valenciano o a veces digo el catalán, porque no sabía exactamente cuál era la diferencia. Y yo recuerdo que en Valencia, en la Universidad de Valencia, no se estudia filología valenciana, sino filología catalana, que es lo que tú estudiaste, ¿no?


Yo he estudiado filología catalana, en Valencia.


O sea que simplemente es el mismo idioma con diferente denominación.


Exacto.


Y luego...


Exacto. En Valencia no lo hemos mantenido. Por ejemplo, en Mallorca, ellos dicen catalán Pero también es el mallorquín, es lo mismo. Lo que pasa es que nosotros, por problemas o político-lingüísticos, ha habido un poquito más de controversia.


Claro. Que luego, igual que pasa con el español o castellano, hay variedades diferentes. Igual que decimos palomitas en España, pero en países de Hispanoamérica lo dicen de otra forma esas palabras, o la gramática cambia ligeramente, también pasa con el valenciano, catalán, mallorquín.


Nosotros decimos, por ejemplo, al espejo, en valenciano decimos espill, y en Cataluña dicen mirai, lo mismo. Y que yo sepa, nos entendemos mutuamente. Si yo voy allí y dicen mirai, lo entiendo perfectamente. Y ellos entienden porque saben que es nuestro, es nuestra palabra.


Claro.


Hacer variaciones y ya está.


Claro, claro, claro, claro. Bueno, pero igual que en Valencia decimos, por ejemplo, una de las cosas, yo viví en Barcelona un tiempo y en Barcelona trabajaba con gente de toda España en ese trabajo. Y me di cuenta de que utilizaba muchas palabras que se usaban en Valencia, pero que en el resto de España tenían un sentido muy diferente. Yo, por ejemplo, decía: Yo vivo en una finca.


Con caballos.


Claro. Y sobre todo mis compañeros andaluces me dicen: ¿Cómo que vives en una finca en Valencia?. Digo: Sí, en una finca.


A las afueras, pero muy a las afueras.


Claro, porque una finca en Valencia es un edificio.


Exacto, el edificio.


Pero una finca en otros lugares en España tiene otra connotación. Es una deesa, un terreno muy grande.


Te cambia la vida.


Sí, sí. Y me di cuenta de que esto, que obviamente hay muchas variedades del español y muchas formas de decir muchas cosas, lo que probablemente complica la vida a los estudiantes de español.


Y que es maravilloso. Es verdad, lo complica y al mismo tiempo es una riqueza maravillosa. Mira, si me permites, justo antes de empezar estaba leyendo una entrevista de Vigo Mortensen. Vigo Mortensen habla muchísimos idiomas y habla catalán.


No lo sabía. Sabía que hablaba español con acento argentino.


Danés, italiano, francés, habla muchísimo. Es poliglota y amante de las lenguas y defensor de las lenguas. Y cuando va a un sitio, defiende esa lengua. En Galicia estuvo y de hecho, también recitó un poema en gallego. Es decir, las defiende y dice: Es que la lengua es una herramienta, no tiene que ser ni de derechas ni de izquierdas. Es cultura, es riqueza, es historia, es decir, hay que cuidarlas. Y si estás en un sitio aprenderla, porque dice: la vida son dos días. Y lo que hay que hacer es disfrutar de cada lugar y de todo lo que nos da. Y la lengua es un tesoro.


Sí, estoy completamente de acuerdo con eso. Pero es verdad que se ha politizado muchísimo el uso de la lengua en detrimento de que las personas las aprendamos. Porque mi hermana y yo nos llevamos 16 años, ella es 16 años más joven que yo. Yo antes de empezar la charla contigo, te decía: A mí me avergüenza decir que soy de Valencia, donde la lengua oficial es el valenciano y no sé hablarlo. O sea, hablo mejor inglés que valenciano. Yo, durante mi época académica, en la primaria, la secundaria y el bachillerato, yo estudiaba valenciano, pero estudiaba dos horas o tres horas a la semana. Y ese era mi único contacto con el valenciano, porque mi familia no era de Valencia, no hablábamos valenciano en casa. Sin embargo, mi hermana, con las mismas circunstancias, al ser más joven, en su momento cambió la política lingüística y ella ahora, porque dio más asignaturas en valenciano, estaba más expuesta, practicaba el valenciano, la expresión oral. Ahora ella es bilingüe, es capaz de hablar valenciano y castellano indistintamente. Y pienso: Jolín, qué rabia que por la puñetera política pase esto.


Totalmente. Hace 20 años llegó ya lo que es la Academia Valenciana, la Valenciana de la Lengua, y entonces ya se pusieron las cosas normas. Ya se empezó a trabajar en la norma, en la normativización, en la normalización, que entonces ahí se dejó un poquito ya. El asunto político-lingüístico y la controversia se dejó un poquito de lado, como diciendo: Vamos a trabajar para la lengua y para que sea una herramienta, para que se use. Y ahí está, es la lucha esa que hay para que esté viva y para que tenga una utilidad. Y es verdad que ahí pues hay que pasar por el certificado, si eres funcionario. Y en los colegios es el 25%, si no me equivoco, de las asignaturas que tienen que tener en Valenciano. Perdona, lo que tú decías, César, es decir, en Valencia, yo no soy de Valencia y no hablo, pero es que aquí en Alicante pasa absolutamente lo mismo. Es decir, aquí hay Alicantinos que no hablan valenciano, se sienten más cercanos hacia el sur, hacia Murcia, a veces que ese valenciano, que dicen que ya no está vivo. Entonces, ¿qué pasa? Depende de la zona de la comunidad valenciana. Yo soy de Pedreguer y en Pedreguer, si una familia de otro país, sea de donde sea, va a vivir a Pedreguer, entra en una inmersión lingüística total y absoluta del valenciano. Se le va a coger en valenciano, los niños van a tener valenciano en el cole, pero van a jugar a la pelota en la calle en valenciano. Con lo cual en unos meses o en un año, todos hablan valenciano de una forma natural, espontánea, compartiendo todo. Es decir, una forma bellísima de integrarse en la lengua, pero es porque hay una inmersión. Ellos, los rótulos, no pone panadería, allí pone forna. Es decir, todo está valenciano. Entonces, ahí sí que hay una inmersión. Por eso digo: Te entiendo. Y es eso, no solo tú, sino que es zonas y sobre todo las ciudades grandes.


Sí, es un problema de ciudades en muchos casos, como dices. Pero es verdad que si de forma natural esto no sucede... Hoy he escuchado otro podcast, hablaban de la identidad manchega y el chico que dirige la organización o algo así, no sé si era una organización como tal, decía: Solo se cuida lo que se ama y se ama lo que se conoce. Creo que la frase era así y me ha gustado mucho. Por eso la necesidad también de eso, de que la lengua como un valor cultural e histórico, es necesario protegerlo, igual que protegemos las lonjas, las iglesias, las catedrales y las tradiciones. Y bueno, sí, que es una pena. Y que no hablo valenciano por algunos políticos que me tocó en mi generación.


¡vaya, mala suerte!


Ese es el resumen. Pero bueno, si esto pasa con la educación en general en España, imagino que en otros países que cambian, además que no es una cuestión tampoco de que cambia de un color u otro y van cambiando y van jugando con la educación en muchos casos. Pero Olivia, has comentado antes, si eres funcionario, si eres trabajador público, necesitas normalmente un certificado para trabajar, tener un nivel, certificar un nivel avanzado de valenciano. Y tú eres con este tipo de personas con quien trabajas. Personas que a lo mejor no tienen una... ¿Cómo se dice? No les apetece exactamente tener un nivel avanzado de valenciano. No hay motivación, no hay vocación, pero lo necesitan. Y esto me parece muy interesante, porque a lo mejor hay gente escuchándonos ahora mismo que necesitan un nivel de español avanzado, que no les encanta estudiar español. ¿Cómo se consigue esa motivación cuando no hay esa motivación intrínseca, que solo tienes la necesidad por causas externas? ¿Cómo lo haces tú con tus estudiantes?


Yo he tenido estudiantes, claro, yo vengo de la presencial con niños de 12 años que les pasaba lo mismo. Y yo la única cosa que veo que funciona, ya sea pequeños o mayores, es la escucha, en primer lugar, la escucha activa y la empatía. Yo tengo que entender que hay una frustración, que cuando nos obligan a algo, la motivación es cero. Yo también soy la primera en que sea un idioma, que sea lo que sea. Es decir, emocionalmente es un bloqueo. Entonces, yo creo que lo primero es entender a la persona, entender que lo tienen que hacer porque se lo piden, igual es administrativa o trabaja de auxiliar y lo necesita. Entonces, es entender, entender que hay una cierta resignación o recelo, hay prejuicios, es mucho. No entiendo por qué, si yo no lo hablo, por qué. Es decir, entenderlo y poco a poco guiando al alumno siempre de la mano, con mucha paciencia y sabiendo que el aprendizaje va a ser lento, porque estos alumnos no quieren que les bombardeés con como el valenciano, quieren enamorarse de la lengua poco a poco. Tienes que hacer ver que esa lengua, que tienen que aprender, es mucho más que una lengua. Es decir, es cultura, hay música, hay comida, hay gastronomía, es todo. No es solo una obligación que tienen que aprender, hay mucho más. Y entonces, yo creo que lo que hay que aportar es lo que yo digo en mi página web, es la tutorización, estar muy encima del alumno, pero para bien, es decir, guiarle, no abandonarlo nunca, hacer que se sienta muy cómodo con la lengua, que empatice poco a poco, que entienda que lo tiene que hacer, pero a su ritmo no tienen... A veces sí que es verdad que se presentan con muy poco tiempo y ahí se frustran cuando suspenden. Pero yo pienso que el acompañamiento para mí es vital y la empatía. Para mí, esa es la clave. Es lo que yo querría también si me voy a otro país, tener a alguien, un profesor guía, no un profesor machacón ni que me diga: Te tienes que aprender esto de pe a pa en cero coma. Tener a alguien siempre al lado. Y después, también quería decir que los alumnos muchas veces son valencianos. Lo más fuerte que, por ejemplo, nos encontramos nosotros, es que no solo es una persona que habla español y que tiene que sacárselo, es que a veces la frustración es de un propio valenciano, porque también tiene que certificar. Porque se supone que nosotros como hablantes tenemos un B2, cada uno con su lengua es un B2. Entonces, ya después está cada uno que ya mejore o sus registros o todo lo que puedes utilizar en una lengua. Pero estos alumnos son con los que más cuidado tienes que tener. El que dice: Soy valenciano y no apruebo, no hay manera, me he presentado tres veces.


Es muy frustrante. No soy capaz de aprobar el examen de mi propio idioma, que se supone que es nativo.


Es que es duro, porque a los españoles no se le suele hacer un examen para trabajar de su propio idioma. Entonces, es una situación que tienes que entender y tienes que ponerte en la piel del alumno. Y cuando está enfadado con el idioma, darle tiempo y Y bueno, vamos a por este camino, vamos a intentar ir por... No sé, intentar tener estrategias. Pero yo siempre pienso que son los dos, y el alumno también tiene que poner de su parte. Y así, con los dos, se puede conseguir.


Claro, vamos a ir por partes, porque quizás hay alguien que nos escucha y piensa: Pero, ¿por qué les obligan, si el español también es una lengua oficial, no es suficiente con hablar español para trabajar, yo qué sé, en la recepción de un museo valenciano, que sería a lo mejor un puesto de funcionario o funcionaria, un trabajo, una organización pública. ¿Por qué es necesario que esa persona sepa valenciano? ¿Cómo se lo explicas tú?


Es necesario porque esta es la lengua autóctona, es una lengua cooficial. Es decir, antes que estuviera el castellano, estaba el valenciano, igual que en Galicia estaba gallego y estaba el País Vasco, el vasco. Entonces, cuando llegó la lengua, vamos a decirlo así, cuando llegó el castellano, el español, convivieron los dos, conviven los dos juntos. Pero cuando hablamos de sociolingüística, que esto sí que lo vemos en segundo de bachiller, hablamos de las lenguas minoritarias y minorizadas. Y minorizadas es cuando de las dos lenguas una intenta empujar a la otra y decirle: Tú solo para casa, tú hablas solo en casa, porque yo soy la importante, que es lo que suele pasar aquí, pues el castellano y el valenciano, el castellano intenta empujar, es decir, es la diglosia, la diglosia del bilingüismo social, diglósico. Es decir, cuando se encuentran aquí las dos lenguas, entonces, si nosotros dejáramos que la lengua poderosa, la que empujara a la otra, moriría, se perdería totalmente. Si ya es una lucha, aún estando ahí, pues imagínate, entonces se tiene que vivir. Entonces, ¿qué hay que hacer? Pues normalizarla, mantener su propia normativa y tenerla viva, ¿cómo? A través de la educación. Es la única forma. Y ya está, es lo que ellos tienen que aceptar, es lo que cuesta. Pero cuesta por comodidad, porque no te apetece.


Claro, y porque requiere un esfuerzo también, obviamente, claro. Y has hablado de prejuicios y yo he hecho memoria, y es que yo recuerdo cuando se hablaba del valenciano, en Valencia capital, las cosas que se decían bastante feas. O sea, el valenciano era lo menos aspiracional del mundo. El valenciano se asociaba con ser de pueblo, como si ser de pueblo fuese algo malo. El valenciano se asociaba con ser pobre, con ser labrador. O sea, era como lo peor. Si escuchabas a alguien de valenciano como que había gente que miraba por encima del hombro a los valencianoparlantes, de: Mira los pueblerinos que han venido a la capital a pasar el día. O sea, sí que creo que espero, es que hace diez años que no vivo en España, pero espero que la cosa haya mejorado. Pero cuando estaba en el colegio, de verdad que era así, había muchísimo prejuicio.


Sí, lo sé. Y ahora, si tú ahora buscas música en valenciano, te vas a encontrar una cantera de músicos jóvenes, valencianos, de todos los géneros musicales, con una fuerza, una energía y que ya están yendo por todo el mundo para hacer conciertos, porque sí que hay. Lo que pasa que falta visibilidad, pero sí que hay, sí que hay. Y sí que hay una fuerza y siempre hay una lucha interna. Y lo que pasa que es otra batalla. Es decir, yo lo que estoy haciendo es intentar que las personas que tienen prejuicios lleguen a un objetivo, que es su certificado, pero aprovechar ese camino para enseñarles lo bonita que es la lengua.


Claro.


Es decir, yo intento aprovechar e intento transmitir ese amor hacia la lengua a través de un caminito que no es de rosas, y que ellos tengan al final su certificado. Con mi ayuda, si puede ser y se puede conseguir, pues mucho mejor. Pero que cuando lo tengan, mira. Y después, cuando lo tienen, muchas veces esas personas, incluso van a por el C2. Cuando ya han conseguido el C1, dicen: Pues es que ya sé valenciano. Y ya. Y empiezan y hablan y se sienten más seguros.


Les ha empezado a picar el gusanillo.


Claro, y les gusta. Pero es verdad que empezar algo, pues a todos, si es obligado, pues está claro. Yo creo que emocionalmente toca bastante la patata.


Yo hace poco hablaba en un episodio sobre la atención y por qué perdemos la atención, y leía un libro cómo estaba conectada la atención con el deseo, que si no hay deseos, es muy difícil generar atención. Creo que hoy en día, en la enseñanza de los idiomas, con internet, sí que es mucho más fácil poder encontrar ese deseo de alguna forma, porque hay tantos recursos, es difícil encontrar el recurso que te guste. Yo he estudiado francés en dos épocas en mi vida, la primera cuando era muy joven, con 18 años o así. Y claro, en ese momento, utilizábamos el libro de texto que nos daba el profesor, los recursos que nos daba el profesor, y lo estoy estudiando también ahora. Y ahora, en esos momentos donde a lo mejor la motivación no está en su pico máximo y me cuesta ser más constante, es mucho más fácil generar ese deseo, generar esa atención y motivación, porque sé dónde encontrar recursos que me van a ayudar a motivarme, porque puedo simplemente buscar un tema que me interesa a mí personalmente, ir a YouTube y decir: Bueno, voy a ver un vídeo sobre este tema que me interesa, en francés. Y ya tengo esa exposición con francés ese día, que estaba un poquito más vago. Entonces, yo creo que ahora estamos en un punto donde realmente es mucho más fácil generar esa atención y motivación.


Sí, que es verdad. Yo cuando hago una clase de prueba, que le pregunto a los alumnos qué les gusta o qué temas. Claro, yo después busco en las revistas que hay en Valenciano, que hay un montón de científicas, de música, de lo que sea. Entonces, tengo ahí ya un abanico ya de temas que yo puedo ir buscando para después motivar y hablar sobre ese tema en concreto, algo que le guste a él o a ella. Entonces, sí, hay riqueza. Y yo, por mi parte, a mí me gusta escribir poesía y en YouTube lo que tengo así es mis propios recursos, pero para hacerlo también diferente, porque es lo que a mí me gusta escribir y recitar poesía en valenciano. Ayer subí una canción con mis cuatro notas de guitarra que sé, que yo no sé ni cómo me he atrevido, porque es un poco... Ya no lo he escuchado porque es ridículo, pero yo estoy ahí peleando siempre, porque sí. Pero ahí, es decir, yo intento transmitir mi valenciano a través de lo que sea, del arte, vamos a decirlo así. Yo a mis alumnos siempre les digo: Ostras, es que quiero ofrecerte esto.


Y decir: Vete ahí. Ahí he hecho una poesía que hablo de la obsesión. Y hay una poesía que hablo de no sé qué. Y son mis temas, son mis poemas y son mis canciones. Y aprovecho, como me gusta la fotografía, también pongo mis fotos y hago la transcripción en valenciano. Y aprovecho todo lo que puedo dar yo, lo doy. Ya después, intento dar. Es decir, que el idioma que quiero enseñar, que amo y que es el mío, que es mi lengua, pueda darla bien en todo, en todo mi ser y mi esencia. Así que yo, por mi parte, hago todo lo que puedo. Desde luego. Conmigo sabes que...


Te pones toda la carne en el asador. Me están entrando ganas de que seas mi profe. No, de hecho, es una espinita que tenía clavada y algún día llamaré a tu porta Olivia. Ahora mismo no, porque tengo mucha plancha, pero es algo que tengo que aprender valenciano. Y tengo que hacer el examen y decir: Soy valenciano y hablo valenciano, como Dios manda. Y aquí está el papel, por si lo necesitas.


Mira, toma ya.


Exacto. Exacto, yo también puedo. Yo también puc. Algo sé, pero es verdad que... Y luego también esto del transfer negativo, claro, estudié valenciano hace un montón. Luego un poquito de italiano, luego francés. Ahora, si intento hablar valenciano, me sale ahí una mezcla extraña. Es verdad que para el francés, por ejemplo, es superútil. El valenciano que retengo es superútil, porque cuando no es una palabra, yo digo: La voy a decir en valenciano. Y funciona en... Yo te diría que en un 40 o 50% de los casos. Que los valencianoparlantes tenemos ese...


Tus alumnos, en vez de estudiar español, van a estudiar...


Sí, sí, sí, sí, sí, Sí, sí, sí. Pues Olivia, antes de acabar, quería hablar de eso, porque recibo muchas veces correos de personas que a lo mejor van a vivir a España durante un tiempo o a estudiar y están un poco preocupados porque van a un lugar donde saben que hay otra lengua cooficial, sea catalán, valenciano, gallego y dicen, pero voy a poder hablar en español, voy a poder apañármelas, y yo les tranquilizo y digo: Sí, sí. Pero realmente mi perspectiva, yo he vivido en Valencia, capital, y en Barcelona, capital. No sé si a lo mejor realmente si una persona decide irse a un pueblo, realmente sí que van a tener... Yo doy por hecho que todo el mundo en España habla español también. Que a lo mejor, en primer lugar, te van a hablar en valenciano o en gallego o lo que sea. Si en ese lugar se habla más frecuentemente ese idioma, pero todo el mundo es capaz de comunicarse en español.


Eso sí, pero sí que es verdad lo que te decía, por ejemplo, en mi pueblo o los pueblos de al lado, la Marina alta, sobre todo, van a esperarte con los brazos abiertos en valenciano. Es decir, ellos te van a responder en español, pero siempre, incluso te van a hacer la traducción en valenciano. Es decir, van a tirar siempre. Van a tirar siempre.


O sea, que vas a acabar con una inmersión en dos idiomas.


Puede ser. Eso sería maravilloso que aprendieran español y valenciano o español y gallego. Eso sería una ligereza absoluta. Pero bueno, que no se desanimen. Hombre, sobrevivir, vas a sobrevivir. Pero si son niños, van a tener que aprenderlo. Y si son opositores de algo, también. Si son personas que vienen aquí a vivir, que tienen su casita, están jubilados y tal, lógicamente, si no quieren aprender o no lo quieren aprender. Pero si tienen inquietudes, pues también pueden aprender.


Va a ser útil, claro, va a ser útil, sí. Si luego, en cualquier caso, por ejemplo, en la administración pública, en las páginas web, siempre están disponibles los dos idiomas.


Siempre, siempre.


Sí, no hay que temerle demasiado. Pues Olivia, ha sido un placer charlar contigo, de verdad. Dinos dónde te pueden encontrar y también el nombre de tu proyecto. Quiero que me expliques el nombre también, por favor.


A ver, va un poco ligado a mi personalidad, que ya estás viendo un poco. Me encantan los animales, me encantan todos. Si hubiera tenido que elegir un nombre de un animal, estaba complicado, pero el que más un poco se asemeja a mi personalidad, la gatita. Y después, lletraferida significa, realmente es una palabra que es original y genuina del catalano-valenciano, que los españoles la querían coger de esa academia para hacerla en castellano, porque que es muy bonita. Ella es herida por las letras, herida de amor, es decir, amante de las letras y de la literatura y todo lo que tenga que ver con los libros. Entonces, era el nombre que me encantaba.


La gata lletraferida. 


Lletraferida, que en castellano es letra herida, que lo intentaban... Pero de momento no creo que... En el diccionario.


Entonces, te pueden encontrar la página web, es www.lagatalletraferida.com y en tu cuenta.


Y en Instagram. Perfecto.


Pues Olivia, un placer hablar contigo. Moltísimas gracias.


Sigamos en contacto, futuro alumno.


Sí, sí. Moltísimas gracias y espere que... Espere que ya el subjuntivo en valenciano no lo sé.


Espere que vaja molt bé i a tu tambien


Espero que vaya muy bien. Muchas gracias.


A tú.


Un abrazo muy grande.


Adéu.


Adéu, adéu. Y a ti, estudiante, muchas gracias por escucharnos. Espero que hayas disfrutado de la charla tanto como nosotros. Yo te espero aquí en el próximo episodio. Un abrazo grande. Adéu.





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