E50 De burnouts y estar mamad*s con los chicos de No Hay Tos
- César

- Jun 5, 2024
- 17 min read
Updated: Jun 11, 2024
Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):
Vocabulary Flashcards: De burnouts y estar mamad*s con los chicos de No Hay Tos
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Episodio 50: De burnouts y estar mamad*s con los chicos de No Hay Tos
Hola estudiante, te doy la bienvenida a un episodio nuevo del podcast de español de nivel avanzado, de Spanish Language Coach. Como sabes, vas a poder escuchar el episodio, también usar la guía de vocabulario con algunas palabras y expresiones, y por cierto, alguna he aprendido yo también, porque hoy mis invitados vienen de México, así que ha habido ahí algunas pequeñas confusiones. Y también las flashcards, como siempre, tienes todos estos recursos gratuitos en la web: www.spanishlanguagecoach.com. Te dejo con el episodio que nos costó un rato grabar porque hubo un montón de cortes de conexión. Esto del wifi es un poco horrible a veces. Tenía muchas ganas de hablar con ellos, así que te dejo con la entrevista sin perder más tiempo. Disfruta.
Estudiante, hoy vamos a hablar, entre otras cosas, del burn out laboral o estar quemado laboral o profesionalmente. Y hay una cosa que a mí me quema especialmente en el trabajo, y es que cuando trabajamos en internet, en este caso, creando contenido educativo, que no funcione el wifi, es algo que me pone de muy mala leche. Y hoy ha tenido que sufrirlo también Beto y Héctor, que venían a hablar conmigo. ¿Cómo estáis, chicos?
Muy bien, gracias por invitarnos, César.
Todo bien, gracias.
Llevamos bastantes minutos intentando empezar esta conversación. Vamos a cruzar los dedos y esperar a que todo vaya bien. Decía que quería hablar de esto, entre otras cosas, con vosotros. No sé, ¿vosotros habéis experimentado esto alguna vez? Lo de estar quemado. ¿Y lo decís así en México también? Estoy quemado del trabajo, estoy quemado profesionalmente.
¿sí se dice así, Beto?
Es una buena pregunta. Yo, la verdad, no lo he escuchado. Yo creo que la gente dice... ¿Qué diría comúnmente la gente? Como: Estoy agotado.
A veces dicen como: Tengo burn out. No sé, a veces agarramos esa palabra del inglés.
Sí, a veces sí, en el español mexicano es más común, en lugar de traducirlo, tomar la palabra prestada. Y yo creo que sí. No sé, Héctor, ¿qué porcentaje de la población crees que diría burn out? Tengo burn out.
La verdad, es una buena pregunta. No sé, como el menos del 50, pero aún así bastantes.
O sea, que usáis más el anglicismo. En España se usa, ahora habrá gente que lo use más, pero decimos estar quemado, le decimos a alguien: Oye, no trabajes tanto, te vas a quemar, vas a secarte trabajando ahí. Pero es verdad que vosotros utilizáis, en México en general, los países hispanoaméricos, más anglicismos y además pronunciáis mucho mejor que los españoles el inglés.
Sí, tal vez sí, porque estamos tan cerca. No sé, eso tiene que ver, creo.
Eso tiene mucho que ver, yo creo. O sea, que es nuestro vecino, ¿no?
Sí, hay más transferencias. Que vosotros, chicos, ¿habéis experimentado esto de estar quemado en el trabajo o tener un burn out?
Yo personalmente sí, pero al final siempre digo: Es que no... Es por mis propias decisiones, de no saber poner un límite. Porque creo que hoy en día, realmente tu trabajo y tu vida personal están siempre unidas. Siempre puedes ver el Instagram de tu negocio o responder correos y todo. Entonces, a mí lo que a veces me falta es decir: Bueno, a partir de esta hora ya no voy a responder nada de esto. Entonces, eso es lo que yo creo que lleva a que a veces sí me sienta como abrumado, agotado. Pero sí, para mí sí es una realidad o ha sido una realidad.
En mi caso, no sé. Yo creo que ya he tratado, o sea, tal vez sí lo he experimentado antes y ahora ya trato de mantener un balance entre mi vida personal y el trabajo, porque no es tan importante en realidad el trabajo. Entonces, no sé. Lo que sí me pasa es de que debo decir que procrastino mucho y entonces dejo las tareas para después y entonces termino trabajando en altas horas de la noche cuando no debería de hacerlo. Y entonces, sí, creo que también me cuesta mantener un límite en cuanto solamente voy a trabajar estas horas y no voy a trabajar los domingos o no voy a trabajar, no sé, los sábados en la noche o algo así. Eso sí me pasa, pero creo que es más una cuestión, como dice Beto, tal vez de decisión personal, de decir: Yo estoy decidiendo hacer esto de esta manera, y no sé, y a lo mejor no es la mejor manera de hacerlo.
Sí, pero es verdad, Beto ha mencionado, por ejemplo, lo de los correos electrónicos, que si es tu propia empresa, lo puedo llegar a entender, porque al final tienes más responsabilidad o sientes que tienes que dar un poco más. Pero yo me doy cuenta de que mucha gente que trabaja por cuenta ajena para otras personas también utilizan o al menos chequean, comprueban el correo electrónico de su trabajo el fin de semana, por ejemplo. Y eso yo lo he hecho. Lo he hecho trabajando cuando trabajé de organizador de eventos en un hotel. Lo hacía, pero con otros trabajos no lo hacía. Y creo que era por una cuestión de me generaba más ansiedad no mirar el correo electrónico que mirarlo y asegurarme de que había enviado ese email o que esta persona ya me había contestado. Como me generaba paz mental, aunque fuera el fin de semana, comprobar de vez en cuando el correo electrónico para prepararme mentalmente para lo que venía el lunes. Porque la verdad es que la organización de eventos es algo que no echo nada de menos. Es bastante estresante porque hay muchos factores personales y mucha gente involucrada en un evento. Y yo creo que es muy difícil. Sí, tienes que tomar la decisión, pero depende de tu trabajo, es difícil poder desconectar. A veces es complicado y la tecnología nos lo pone más complicado todavía. Porque antes del correo electrónico imagino que la gente podía desconectar mucho más. Y tu jefe no te podía enviar un mensaje el sábado por la noche.
Y más que, como estábamos hablando hace un ratito, los baby boomers o algo así, más gente trabajaba en fábricas o en lugares físicos, donde dices: Si yo no estoy en el taller, no puedo hacer nada. Literalmente no hay nada que yo pueda hacer hasta que no vaya ahí. Y eso era bueno, era sano en una manera, porque es decir, ahorita estoy en mi casa con mi familia y hasta mañana, lunes, voy a ver qué pasó.
Yo también lo veo, por ejemplo, no conmigo, pero, por ejemplo, con mi familia, mis conocidos que tienen de nuevo su propio negocio. Y ahora, como dices, la conectividad de que si a mi hermana le habla a su jefe el viernes en la noche, tiene que contestar, no puede decir: No tengo mi teléfono, pues sí lo tengo. Y a lo mejor es algo que puede ser importante o no importante, pero tienes que contestar ese mensaje o esa llamada de un cliente o de quien sea. Y sí, tiene mucho que ver eso, de recibir correos electrónicos, recibir mensajes, llamadas. Eso a mí me causa ansiedad, definitivamente, y ni siquiera con cosas de trabajo, simplemente con el hecho de que me escriben mis amigos y: No, tengo que responderles. ¿Y qué tal si es algo importante? Y casi nunca lo es, pero no sé, esto también tienes esa necesidad, más bien, de contestar, de saber qué está pasando.
Ahora, WhatsApp, por ejemplo, ha puesto una pestaña de mensajes no leídos y es muy útil, pero al mismo tiempo es verdad que ya ves tú que son mensajes que ninguno es realmente importante. Pero el hecho de saber que alguien está esperando una respuesta tuya y obviamente podrías responder en ese momento. Pero a lo mejor tienes que... Son como microdecisiones. Esas microrespuestas, son microdecisiones que tienes que tomar que generan una fatiga mental. El acumulado de todas esas microdecisiones genera una fatiga mental. Y sí, que estamos hiperconectadísimos, está claro. Y eso no le pasaba a la generación anterior, que esto es de lo que quería hablar también con vosotros. Ayer estaba entrenando en el gimnasio y con un amigo hablábamos de cómo... Pues eso, que nuestros padres con 35 años, a lo mejor hacían algo de deporte, pero que ni eran conscientes de la importancia del ejercicio físico o no se hablaba tanto de cómo cuidarse la alimentación, el ejercicio físico. Y hoy en día los millennials somos una de las primeras generaciones bastante conscientes de la importancia de eso, de una buena alimentación, ejercicio físico y de mantener una vida más o menos saludable para vivir lo más largo o el mayor tiempo posible. ¿Qué otras diferencias veis en la generación de nuestros padres, de los baby boomers o boomers con los millennial? Aparte de esto.
Yo lo que veo es que esto que hablas acerca de estamos más enfocados en el ejercicio, en la alimentación, yo creo que tiene mucho que ver con lo que dicta la sociedad en el momento. Y a lo mejor para la generación de nuestros padres, eso no era lo que dictaba la sociedad, lo que dictaba la sociedad era: Encárgate de tu familia, ten un trabajo, trabaja las 40 horas donde tienes que trabajar, ten libres los fines de semana. Pero, ¿cuál es el estilo de vida aspiracional hoy en día? Yo siento que el estilo de vida aspiracional es tener experiencias, tienes que viajar, tienes que ser fit, como decimos en México, tienes que ir al gimnasio, tienes que ir a clase de yoga, tienes que tener una alimentación balanceada, tienes que estar conectado con tu espiritualidad también, eso es algo que está muy de moda, con tu bienestar. Y ahora ves por todos lados como wellness, centro de bienestar, cosas así. Y entonces, no sé, al final somos personas que somos muy influenciables y entonces, si Instagram o lo que sea, TikTok o no sé, los anuncios que ves, te dicen: Haz esto, haz esto, haz esto. No sé, tiene sentido. Creo que sí es al final para el bienestar, para la mejora de uno mismo. Pero sí, también es mucho la publicidad. También es mucho lo que ves en las redes sociales y todo eso. Entonces, yo creo que eso es importante también.
Nada más una cosa que agregaría también, es que también, como dije hace rato, el trabajo de la generación, no sé. La gente que nació en los 50, yo creo que en general era más físico. Entonces, a lo mejor estabas ocho horas en la planta, en la fábrica de General Motors o algo, y llegabas y decías: ¿Cómo voy a ir al gimnasio?. No estuve cargando fierros todo el día y ya a lo mejor no lo veían tan necesario. Entonces, yo creo que ahorita ya, por ejemplo, nosotros, que estamos aquí en la computadora, ocho horas al día, también yo creo que es lógico que sientas un poco de... Como, te sientas mal de que digas: Tengo que hacer algo, voy al gimnasio o voy a la CrossFit o algo. Porque todo el día estar aquí en la computadora, te sientes como mal de no moverte, no mover tu cuerpo.
Aunque dicen que incluso si vas al gimnasio todos los días, no llegas a compensar nunca el hecho de estar ocho horas sentado, pero bueno, mejor eso que nada. Pero sí que estoy de acuerdo, Héctor, con lo de la generación de necesidades, que al final. No es que se creen, porque la pirámide de Maslow está ahí, con las necesidades fisiológicas en primer lugar y en la punta las de realización y las más aspiracionales. Sí que es verdad que ha cambiado bastante. Y hace 30, 40 años, probablemente, la aspiración de un cuerpo esbelto, un cuerpo esculpido o... Y es que yo en España, no sé cómo es en México, pero es que en España... Y voy a hablar más de los hombres, primero porque soy hombre, entonces lo vivo en carne propia. Y segundo, porque creo que es más nuevo, es decir, la obsesión de la belleza o el poner a las mujeres un ideal de belleza inasumible para consumir productos de belleza o de autocuidado y de wellness y todo esto, que al final es compra cremas y compra cremas anti-edad, como si la palabra anti-edad no fuera un poco siniestra en sí misma. Porque tenemos que ir anti en contra de la edad, si es algo natural. Pero ahora, en lugar de reducir esa presión en las mujeres, yo creo que la hemos aumentado en las mujeres y estamos intentando que los hombres tengan la misma presión, llegar a igualar. ¿Por qué? Porque obviamente la industria de la belleza es superrentable. Y yo decía lo del cambio porque hace 30 o 40 años, si eras calvo, eras calvo y te quedabas calvo. Y yo iba al colegio y muchos padres eran calvos. Ahora yo, en España, lo veo, cada vez hay menos calvos. ¿Por qué? Porque hay injertos de pelo. Otra cosa que me sorprendió muchísimo, la masculinización facial es una de las cosas que más... No es cirugía, es un tratamiento estético que más se hace en los hombres en España, que es inyectarse en la barbilla para tener una barbilla más marcada o en los pómulos para masculinizarse el rostro. O sea, al final los estándares de belleza no paran de subir. Y me parece un poco siniestro y me da un poco de miedo hasta el punto que vamos a llegar, la verdad. No sé si en México también estáis tan obsesionados o hay tanta presión por todo esto.
Yo creo que sí. Justo estaba pensando en lo que decías de los hombres y no sé, aquí creo que sí ha crecido la cultura de ir al gimnasio, como dices, aquí decimos ponerte mamado. Ponerte mamado es ponerte así muscular, tener músculo definido, no sé, poca grasa corporal, tal vez. Y a lo mejor ni siquiera... Incluso de una forma exagerada, donde ya la gente en los gimnasios se inyectan no sé qué cosas para, ahora sí, que ponerse más mamados. El hecho también de... No sé, por ejemplo, aquí también en Ciudad de México, y en todo México, hay parques, y existe también el estereotipo del mamado del parque. Entonces, es la persona que hace calistenia, que hace ejercicios de barras, pero siempre lo hacen así sin playera y ves cómo su abdomen está muy marcado y todo esto. Y sí, es algo que la gente busca obtener. Y también, yo no sé si tanto las cirugías estéticas, o sea, definitivamente con las mujeres y como tú dices, nosotros no somos mujeres, entonces tal vez no estamos tan conectados con todo eso. Pero sí, la gente que se pone bótox, la gente que se hace la bichotomía, la gente que se hace lipoesculturas y todo eso, siento que es una cultura bien fuerte en este momento. Y lo ves incluso en las mujeres. O sea, quiénes son las personas que aparecen en las redes sociales o que son artistas y todo eso y tienen unos cuerpos así ridículos. Ya ni siquiera es algo natural, es algo así exagerado. No sé qué piensas tú de todo esto.
Sí, igual. O sea, eso creo que... O sea, ya sé que todo el mundo lo dice, pero sí las redes sociales pueden hacer mucho daño en esa manera, porque lo estás viendo y aunque tú digas: No, yo nomás uso las redes sociales, pero a mí no me afecta, no tiene una influencia en mí. Pero de que lo estás viendo todo el tiempo y las Kardashian y todo, poco a poco quieres eso y terminas haciéndote todas esas cirugías. O en los hombres, sí, yo creo que en los hombres no hay tanto como lo que mencionabas de los injertos, pero sí la parte del gimnasio y los músculos, y algunos hasta se inyectan una cosa que se llama Sintol, no sé si la conocen, pero ya se ven como unas bolas en los brazos, se ve horrible, realmente.
Esteroides, sí. En España también ha aumentado muchísimo el consumo de esteroides, especialmente en chicos muy jóvenes.
Creo que hay un nivel donde dices: Está bien, pero ya cuando ya es exagerado, pues no sé, ya la gente lo ve como: Ya se ve demasiado no natural. Pero sí, creo que la tendencia sí es esa, o sea, sí va creciendo eso.
Pero es interesante una cosa que quería comentar que ha dicho Héctor. En España, si tú dices que alguien está mamado o que se está mamando, quiere decir que está bebiendo mucho, se está emborrachando. Sí, okey. Nosotros decimos ponerse cachas, ponerse musculoso, ponerse cachas.
¿y qué cachas tiene un significado en especifico?
Bueno, cachas como sustantivo es alguien musculado. Y las cachas también son los glúteos. Pero sí, es un poco confuso, pero es así. Y luego has dicho lo de estar sin playera haciendo calistenia. Las playeras en España son las zapatillas de deporte. Para vosotros son la camiseta, el t-shirt.
Sí, sí, sí.
Siempre que veo algo en mexicano, en español mexicano, siempre me llama muchísimo la atención algunas palabras como cambia radicalmente el significado. O a veces no tan radicalmente, pero pienso: Ostras, es bastante interesante cómo el uso cambia.
Sí, para nosotros también. Yo no sé, guay. Eso de decir que algo está guay, la verdad es que no lo entiendo, pero entiendo que es como decir estar chido, que algo está chido. Creo que es más o menos así, chévere, creo que es más o menos así. Chévere, no sé.
Sí, sí, sí. Hace poco hablé de la etimología de guay y era muy interesante. Bueno, hay dos teorías sobre el origen. Pero la primera teoría habla de que guay en realidad es una palabra que ha cambiado por completo de significado, como estaba relacionado con una expresión de dolor. Y ahora se utiliza para todo lo contrario, para hablar de algo que es bueno. Y luego hay otra teoría también bastante interesante que habla de cómo guay se viene del árabe, del nombre de una droga que se traficaba desde Marruecos hasta España. Y el nombre en árabe es similar al sonido guay en español. Así que es muy interesante conocer la etimología de las palabras. ¿Vosotros, chicos, consumís mucho contenido de España? ¿Se consume ahora contenido español de España por Netflix y otras plataformas así?
Yo creo que antes tal vez era... No sé, por ejemplo, yo crecí, por ejemplo, viendo el juego de la Oca, en la televisión abierta. Y entonces, eso era como mi primer contacto con el contenido español. Creo que eso es de España, ese programa de televisión.
Bueno, existía en España, sí, a mí me encantaba de pequeño el juego de la Oca.
Sí, claro. Y ahora, no sé, ahora creo que hay... Pues no sé, ahora con las plataformas digitales hay algunos programas. Creo que, por ejemplo, Elite fue muy famoso. O Elite, ¿no?
Elite, sí.
Ese fue famoso aquí en México. Y qué más... Pues no sé, la música, obviamente, ahora creo que la música española ha tenido un boom también, con artistas internacionales, no sé, de Rosalía y C Tangana y todos estos estos artistas. Y no sé, ¿tú, Beto, si consumes?
Yo, mira, más que nada, como yo casi no veo programas de televisión, no sé mucho de eso, pero de música sí, o sea, desde que éramos niños, o sea, Claro. Hace rato estaba escuchando a hombres G, estaba escuchando la de Lo Noto. Dije: Esa canción me recuerda a mí cuando teníamos 13 años, 14 años. Mago de Oz, La oreja de Van Gogh, Mecanos. Hay muchos artistas que son muy famosos aquí, que han sido muy famosos. Pero de hecho, apenas vinieron a filmar una serie que se llama El Juicio, aquí a Puebla. Vino un actor español, creo que se llama Pedro Alonso. Estaban aquí filmando, estaba él y Eugenio Derbez, filmando aquí en Puebla. Entonces, yo creo que sí hay... O sea, consume mucho contenido. La Casa de Papel fue muy popular también.
Claro, sí.
Sí, esa fue internacionalmente. Yo estuve la semana pasada en The Podcast Show, que es como una feria sobre el podcast, aquí en Londres, un par de días, y fui a una charla muy interesante sobre podcast en español. Y comentaron cómo el formato podcast y cómo también un poco el auge de las plataformas de streaming como Netflix o HBO, todo esto, hace que el español latino, es decir, la versión de doblaje latino que se usaba en los 90 y en los 2000, esté desapareciendo. Porque esa versión vosotros conoceréis mejor que yo esto, pero existía cuando tú ves una película en español y es una película doblada, podías elegir español de España o español latino, que era un acento que realmente no existe, pero que es similar al acento mexicano, ¿no? ¿Es así?
No sé, Beto.
O sea, cuando te daban la opción de español latino.
Sí. Si cuando tú ves una película doblada al español y es español latino, ¿ese acento suena mexicano o es un español neutro? O sea, una mezcla de diferentes acentos.
Yo creo que si tuviera que escoger un país sí sería México, pero sí, siempre es un español como medio... Neutro. Ajá, neutro, pero raro. Dices: Nadie habla así.
Es raro, sí. Exacto. Pues lo que comentaban es que esto iba a desaparecer, entre otras cosas, por las plataformas de streaming y también los podcasts, porque había tantísimo contenido en español de todos tipos de acento y que además en el formato podcast la gente buscaba naturalidad, no buscaba algo tan impostado como es un acento que literalmente se inventaron. Entonces, está abocado a desaparecer, lo cual me pareció muy interesante.
Yo creo que es algo bueno, porque sí... ¿Te acuerdas que nos burlábamos de eso, Héctor? Yo estaba en la... O sea, suena como que dices: Nadie habla así realmente. Puedes escuchar un podcast de Chile o de Argentina o de cualquier país que quieras y voy a escuchar algo auténtico, algo que como habla la gente realmente.
No sé, yo siento que hay muchos podcasts, incluso de España. Por ejemplo, hay este que es muy popular, que se llama The Wild Project.
Sí, Jordi.
No sé cómo se llama, pero él es superpopular y al menos en español, siento que es de los más conocidos. Yo he escuchado también otro que se llama Entiende tu mente, que creo que es también de españoles. También bueno. Pero no sé, hay contenido ya de todos los países, mucho de México, mucho de España, de Argentina. También Argentina tiene muchísimo contenido en YouTube, principalmente, yo veo.
En España también se consume contenido de Hispanoamérica. Iba a decir Latinoamérica, pero la última vez que utilice el término Latinoamérica, recibí 400 comentarios en YouTube. Así que Hispanoamérica, perdón. Pero, ¿por qué está mal?
Yo no sé.
Porque Latinoamérica recoge también a Brasil, imagino. Y además, el término Latinoamérica se lo inventó un francés. Ahora mismo no recuerdo muy bien. Es un poco tarde ya para mí y mi cabeza está un poco frita. Así que no... Pero si alguien le interesa saber esto, Linguriosa, Helena tiene un vídeo sobre ello muy interesante. En YouTube.
Es bueno saberlo.
Pero, sí, sí, sí. Volviendo de todos modos al tema de esto de los acentos, estaba pensando que es bastante curioso. ¿Cuántos habitantes sois en México?
130 millones, creo.
Me parece bastante interesante que cuando doblaban películas, bueno, cuando doblan películas, hagan una versión español de España, que somos 40 millones o 40 y pico millones, pero no hagan una versión español de México, español de Colombia, español de Guatemala, español de El Salvador, que digan: Vamos a mezclarlo todo y español-latino. Eso es un poco raro.
Sí, quién sabe por qué. Un poco extraño. Ha ido cambiando mucho eso. No sé si es porque no se veía tanto en México y decían: No, o sea, sí es un país grande, pero mucha gente no consume este contenido, quién sabe. Pero sí está extraño, porque es muy grande.
Sí, yo había escuchado que en algún momento, alguien me contó esto, no estoy seguro, igual me estoy inventando las cosas, pero que en algún momento Ecuador era uno de los países principales que hacía esto de los doblajes y entonces mucho de lo que veíamos en México era de Ecuador. Entonces, no sé, a lo mejor porque su español era un poquito más neutro, no sé, no usaban tantas expresiones coloquiales. No sé, entonces sí, no sé de qué depende eso. Y también depende de la época, ahorita ya ves cosas en Netflix, en español, y yo veo que de repente dicen cosas como: Estoy bien puteado o cosas así. A la chingada y cosas así que son como mexicanas. Pero no sé si es porque es español de México o ese es el español general de Latinoamérica. No sé, es bien raro.
Estudiante, perdón por la interrupción brusca, pero nos volvimos a quedar sin internet en ese momento, así que decidimos terminar ahí nuestra conversación. Pero espero que hayas disfrutado de la charla y yo te espero aquí en el próximo episodio. Como siempre, si te gusta el podcast, apóyalo, deja alguna opinión, deja algunas estrellas o mejor, incluso todavía, recomiéndalo a otros estudiantes de español. Te espero aquí en el próximo episodio. Un abrazo grande.
Descarga el episodio en PDF:
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