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E66 ¿Qué se siente al ser tan joven? Charla con mi hermana

Updated: Nov 19, 2024


Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):



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Episodio 66 - ¿Qué se siente al ser tan joven? Charla con mi hermana


Hola estudiante, te doy la bienvenida a un nuevo episodio del podcast de español para estudiantes de nivel avanzado. Conversaciones reales en español. Hoy tengo una charla con mi hermana, es la entrevistada más joven que ha pasado por este podcast, creo. Y la semana pasada estuve hablando con mi madre. Espero que no le importe, creo que ella ha sido la... La mami ha sido la entrevistada más mayor. Y hoy tú, la más joven. Creo que ahora que vivo en Valencia, Y tenemos una familia tan grande, voy a acabar entrevistando a todo el mundo de nuestra familia y como somos tantos...


A toda la familia Collado.


A toda la familia acollada y toda la familia Rodríguez. Y tengo podcast para tres años.


Pues sí.


Porque somos un montón. ¿A ti te gusta estar en una familia tan grande?


Me encanta. Me encanta ser tantos. Aparte, sí, como somos tan alegres todos.


Sí, montamos el show.


Sí, montamos la performance.


Nos gusta una performance en Navidad.


Cantando villancicos por la calle.


¿Cómo es una Navidad en nuestra familia? A ver, para poner en contexto al oyente, al estudiante, mi madre son nueve hermanos. Entonces, claro, esos nueve hermanos tienen pareja, han tenido hijos, esos hijos han tenido hijos. Total, que somos ciento y la madre. Entonces, el día de Navidad, ¿qué pasa?


¿El día de la comida de Navidad? Pues nada, llegamos todos y bueno, somos eso, un montón. Entonces, comemos y siempre, encima hablamos superalto y como que vamos caminando de un lado a otro y hacemos el juego del amigo invisible, pero es que lo hacemos diferente al resto. Como que con dados, tiramos dados. Entonces, como que no es un regalo para alguien de la familia, es como que hacemos un regalo en general y tú como que juegas por el regalo que más te guste de la mesa.


Exacto.


Intentamos.


Y entonces ahí nos ponemos nerviosos, y es como: Ay, no sé qué. Y luego ya cuando salimos, pues cantamos villancicos por la calle y básicamente eso.


Sí, la comida sabemos cuándo empieza, pero no cuándo acaba.


Exacto.


De hecho, normalmente luego salimos del restaurante, si la comida empieza a las dos, salimos del restaurante a las siete, después nos vamos a comer chocolate con churros.


Me encanta. Es que es de mis días favoritos del año.


Sí, es muy guay. Bueno, preséntate.


Pues nada, soy María, la hermana de César...


Tú ya has estado, estuviste en el otro podcast hace unos meses, en el de intermedio, y el comentario general sobre ti fue: Qué rápido habla tu hermana.


Ya, es que hablo muy rápido.


Hablas muy rápido. Pero como esto es un podcast de conversaciones reales en español, no te preocupes por eso. Y además, estudiante, si quieres leer la transcripción, sabes que la tienes de forma gratuita en la web, spanishlanguagecoach.com y también las flashcards y una guía de vocabulario para entender todas las frases y expresiones que vamos a decir. Te recomiendo leerla antes, como por ejemplo, antes he usado la expresión ciento y la madre, que son muchas personas. Lo tendrás en la guía, seguro. Y podrás entendernos mejor. Hermana. ¿Tienes vergüenza? A ver, es que es raro. Es raro estar aquí hablando así. Pero decía que eres la persona más joven que ha pasado por este podcast. Y a mí hay una canción que me encanta de La Casa Azul. ¿Conoces ese grupo?


Sí.


Es un grupo que yo escuchaba un montón cuando tenía tu edad. Y había una canción que me encantaba y me encanta, que es: ¿Qué se siente al ser tan joven? Y el otro día, El Inglés, tu cuñado me preguntó en el podcast de False Beginners: ¿Qué canción me recordaba a alguien importante en mi vida? Entonces dije: Pues esa canción, ¿qué se siente al ser tan joven? Me recuerda a mi hermana, ahora que tiene 20 años. Y la canción habla, el cantante habla, le dice a alguien: ¿Qué se siente al ser tan joven?. Ya no me acuerdo qué se siente en ese caos de la de juventud, donde tienes muchos planes, te pregunto a ti: ¿Qué se siente al ser tan joven?


¿Qué se siente al ser tan joven? A ver, a mí me encanta tener 20 años. Yo siento como que ahora estoy empezando a ser adulta y como que tengo que empezar ya a formarme el futuro, de ya estoy estudiando algo a lo que me quiero dedicar en el futuro. O sea, a mí me encanta porque siento que es como la edad perfecta entre no tengo las responsabilidades de pagar mi propia casa y no sé qué y todo, y puedo, pero tengo como la independencia de salir con mis amigos, irme de viaje si quiero. Es como que soy adulta, pero no del todo como las responsabilidades que tiene un adulto de verdad, o sea, más mayor. Entonces, es como que esa parte mola, pero a la vez también da miedo porque es como que te tienes que crear tu propio futuro desde ahora. Y sí, esperas más.


Tomar decisiones.


Exacto. Tomar decisiones. Pero a mí me gusta tener 20 años. O sea, no quiero que se pase la etapa de los 20.


Ya, y se pasa rápido.


Ay no.


Pero es que los 20 se pasan rápido, pero es que los 30 se pasan volando. Y la mami dijo que los 60, que tiene ahora, también se están pasando muy rápido. Al final, hacemos muchas cosas y creo que es buena señal también que se pase el tiempo rápido, porque quiere decir que lo estamos disfrutando o que estamos muy ocupados, quizás. ¿Y tú cómo piensas que son los 30? Porque yo me acuerdo, cuando yo tenía 20 años, la idea que yo tenía o cómo yo pensaba que iba a ser tener 30, 31, la época de los 30 años. ¿Cómo crees tú que son? ¿Qué se sienten?


A ver, yo creo que ahora los 30 son los nuevos 20.


Me encanta esto.


Porque es como que antes la gente con mi edad ya estaba en plan casándose y no sé qué, o como que ya tenía su casa. Entonces, es como que ahora los 20 de ahora no son los 20 de antes. Ahora es como la mayoría de gente que tiene 20 sigue viviendo con sus padres. Aunque tenga su independencia y tal. Pero yo creo que los 20 y aparte, como por ejemplo tengo mi amiga Andrea, tiene 28, que ya son cerca de 30, y la veo tan igual a mí. O sea, que sí, tiene su casa y tal, pero no sé. Yo creo que no lo veo tan diferente. O sea, con 30 lo veo como que ya sí que tu propia casa, ya estás trabajando de lo que supuestientemente te querías dedicar y todo eso, pero no lo veo mucho más diferente que los 20.


Sí, es que de verdad yo creo que no lo ves tanto, porque es que además, yo cuando estaba en segundo de carrera como tú, pensaba, quiero trabajar en un banco, o sea, nada que ver con lo que hago ahora. Y realmente lo único que esperaba era tener estabilidad, tener trabajo, porque también a tu generación, a la generación Z, os llaman la generación de cristal. Pero a mi generación, cuando yo tenía tu edad, nos llamaban la generación perdida.


¿En serio?


Sí, o sea, no puede ser más deprimente que te llamen generación perdida, porque es que cuando yo empecé en la universidad, literalmente, cada día salían noticias malas sobre la economía, un montón de despidos, gente que se quedaba sin casa. Entonces, era como: Esta nueva generación que se está formando ahora, cuando salga de la universidad, no va a tener trabajo, no van a poder desarrollarse. Creo que todas las generaciones tenemos lo nuestro, nuestro regalito. Pero sí, realmente los 30, en muchos aspectos, se sienten, se sienten igual, creo. Y creo que en los 30 aprendes que aunque no tengas 20, puedes cambiar de carrera, puedes cambiar de decisiones, que la vida no es tan simple, sino que hay muchas subidas y bajadas y que no hay que preocuparse tanto. Yo creo que eso es de momento lo que me ha enseñado los 30 y eso está guay. Pero sí, los 20 está muy bien. Yo hoy me he enterado, justamente, que todavía sigo siendo joven, que...


A ver, es que sigues siendo joven.


Sí, sí, sí. Bueno, El Inglés dice que no.


¿Por?


El Inglés dice que soy delulu.


¿Delulu?


Delulu.


¿Qué es eso?


Eso es de TikTok, ser delulu. Como delusional, como no pensar...


Me acabo de enterar, delulu.


No pensar en la realidad o alterar tu realidad. Bueno, él dice que somos mediana edad. Yo le digo: No, mediana edad no. Somos jóvenes. Y hoy me lo han confirmado porque la contable me ha dicho: César, ¿sabes qué? En Valencia puedes optar a esta ayuda para autónomos jóvenes hasta 35 años. He dicho: Vale.


Hasta 35 eres joven.


Según el Ayuntamiento. Pero bueno, yo estoy de acuerdo contigo, los 30 son los nuevos 20.


Sí.


Igual tengo complejo de Peter Pan. Bueno, quería hablar de esto precisamente, que hemos comentado la generación de cristal. Hay un montón de gente defendiendo la generación de cristal, diciendo: No es justo que se les trate así, que se hable de ellos como gente blanda, sin ganas de trabajar, etcétera. Sobre todo en estas dos últimas semanas, por lo que ha pasado en Valencia, sobre todo, que a causa de las inundaciones, muchas personas, como tú y tus amigos, os cancelaron las clases y no os fuisteis de vacaciones, os fuisteis a ayudar de voluntarios. Y mucha gente os defiende, pero yo quiero saber, ¿a vosotros realmente os importa que os llamen Generación de Cristal o os importa un bledo?


A mí no me molesta que nos llamen Generación de Cristal, porque si lo llaman así, me da igual, no me ofende a mí. Pero sí que es verdad que a gente de mi generación sí le ofende porque dicen: A ver, no es que seamos Generación de Cristal, es como que no nos conformamos con cualquier cosa. Es como que la gente, como que a lo mejor saltamos a la mínima o tal. Pero, por ejemplo, a la gente ahora, después de lo de la Dana, le ha afectado porque dicen: Los jóvenes tal, y mira, han sido los primeros que estaban todos ayudando, todos los jóvenes se han ido a ayudar, por ejemplo. O cosas así. O, por ejemplo, antes, a lo mejor tú te metías en una carrera y tú estudiabas la carrera que supuestamente o tus padres querían o la que pensabas que te gustaba y nadie se cambiaba de carrera y la estudiaba hasta el final. Y ahora no, ahora la gente, si el primer año no le gusta la carrera, de normal ya se va a otra carrera o la gente de mi generación, sobre todo, como que quiere emprender mucho y no se conforma con cualquier cosa.


Sí, o sea, que sois inconformistas, que al final es algo bueno, siempre que seas realista, o sea, creo que ser un inconformista realista es lo mejor que hay, porque no tienes por qué tragar, no tienes por qué aguantar con cosas que no te gustan. Y especialmente, la generación de la mami, los Baby boomers, han tenido que tragar mucho y aguantar mucho, pero sobre todo porque no tenían otra opción, porque a lo mejor ni la legislación ni la ley estaba a su favor o simplemente porque no tenían el privilegio de elegir. Eso nosotros sí que lo tenemos, que eso lo hablamos tuyo mucho. Te quiero preguntar sobre un viaje que hiciste hace poco, hace unos meses. Tanzania, te fuiste. Un día me llamas y me dices: Tete, que es como llamamos aquí, es como se dice hermano en Valencia. Tete, que me voy a ir a de Tanzania, con un grupo de desconocidos a un proyecto, a una labor humanitaria de ayuda, durante un mes. Y yo pensando: Bueno.


No te hizo gracia.


Hombre, a ver, así de sopetón.


No te hizo gracia.


Me asustó un poco, pero bueno, pensé que podías aprender mucho de ello y así fue. Quiero que hablemos, porque fue un mes superintenso para ti, pero hay tres cosas de las que quiero que hablemos, o cuatro, no sé, o las que salgan. La primera, irte a un país tan lejano, tan desconocido. Tú nunca habías estado en África, Tanzania, dos vuelos, escala en Dubái. Tu primer viaje sola.


Y tan lejos. Y tanto tiempo.


Con 19 años, no tenías ni siquiera 20 años. Y no era un viaje a un resort de lujo, era un viaje de dormir en el suelo, de ir a limpiar a hospitales, de cuidar a niños. O sea, bastante intenso. ¿Cómo fue el estar en ese contexto con desconocidos? ¿Cómo fue la evolución?


Vale, la evolución fue bien. Al principio...


Cuenta, cuenta. No te alejes tanto del móvil.


Vale.


Del micrófono.


Al principio fueron muchos prejuicios, porque yo con la gente que me fui era gente de Madrid superpija, que estudiaban todos en plan: Adén y Cade, y todos muy pijos y tal. Y yo me acuerdo el primer día de llegar, que aparte yo venía de un concierto que estaba muertísima de dormir superpoco, con unas pintas.


Un festival, no un concierto, un festival.


Un festival, o sea, estando de pie ocho horas sin beber agua, estaba muertísima. Entonces, yo llegué al aeropuerto con unas pintas increíbles. Pero un turbante aquí, un moño con el pelo grasiento, una sudadera que ponía gozadera, Fallas 2017. O sea, iba feísima. Y de repente, porque encima una de las condiciones era: Llevaos ropa fea que vayáis a tirar. Entonces, yo literalmente me llevé una camisita que ponía Pepsi y cosas así. Y me compré ropa fea para ir y tirarla. Y claro, llegó el primer día al aeropuerto y me veo que el feo para esa gente era ir monísima en plan. Todos, o sea, lo que me sorprendió muchísimo es que todos llevaban las mismas zapatillas. Todos llevaban Bensimón, que son unas zapatillas que llevan todos los pijos. Y yo dije: Ostras, madre mía. Y en plan: Vale, soy la única aquí que lleva unas pintas que flipas con las New Balance. Y yo me acuerdo, pero yo obviamente dije: Madre mía, qué miedo llevarme con esta gente, que en plan... Y ya se conocían todos porque todos eran de Madrid y se habían visto antes, y yo no. Entonces, era como: Guau, tengo miedo de quedarme sola o de que hagan todos en plan grupo y todos son tan iguales. Pero nada, enseguida me acogieron superbien. Yo enseguida ya: Hola María, soy no sé quién. Todo supergenial. Yo me acuerdo de uno que me dijo: Me gustan tus zapatillas, tus New Balance. Y yo en plan: Ay, qué emoción. Todo es como y aquí vale. Entonces, ¿cómo evolucionó? Pues eso, desde el primer momento fueron supermajos. Y la verdad es que convivir con ellos un mes entero, nos conocimos como personas y tal, y yo a ellos, de hecho, uno de los los últimos días, como que se daban premios en plan: El despertador, que era la persona que despertaba, la mejor influencer, que hacía fotos un montón. Ahí me dijeron como la mayor sorpresa del viaje o algo así fue, porque claro, yo era como la más diferente al resto. En cuanto, pues eso...


Fuiste la revelación.


Sí, un poco. Entonces, le sorprendí, porque yo me acuerdo, por ejemplo, también con una amiga que hice ahí, que fue en plan, me dijo al final, guay, yo cuando te vi el primer día dije yo: Esta no voy a ser amiga ni de broma. Y luego al final es como que... No sé, como que nos hemos conocido y ha ido todo superguay. O sea, que lo que piensas de juzgar del estereotipo de una persona luego te puede cambiar muchísimo porque sí, así que muy bien.


Eso está genial, porque además es un muy buen ejemplo de que no hay que dejarse llevar por los prejuicios. Claro. Y fuiste muy valiente, porque efectivamente...


Tuve suerte.


Yo también tenía un poco ese prejuicio de: Jolín, es que toda esta gente es muy diferente a María. Claro, la mayoría... Chicos y chicas muy católicas, practicantes. Entonces, sí que me da un poco de miedo que te sintieses fuera de lugar o que te sintieses, sí, que no era tu lugar.


En ningún momento.


Sí. Y eso es un superbuen ejemplo de que no hace falta ser igual.


Para nada. A mí, eso también me encantó, la verdad. Y yo es como que formamos una familia.


Es una buena lección, la verdad es que sí. Y cuando volviste, que fuiste a visitarnos a Londres a los pocos días, yo sí que noté un cambio en ti, brutal, en el sentido de que como que tenías mentalidad de equipo y de... Sabes que, obviamente, cuando somos adolescentes somos un poco más egoístas, pensamos menos en los demás, y volviste con una mentalidad completamente diferente, como digo, una mentalidad de equipo, de ayudar, de no priorizarte siempre, sino también poner a los demás por delante y yo creo que a eso Tanzania fue una lección, ¿no?


Sí, porque como estábamos ahí, pues eso, literalmente, estábamos todo el rato por el resto. Por ejemplo, una cosa que pasaba era: las botellas de agua las comprábamos y estaban contadas, y a lo mejor, si hacíamos un viaje o no sabíamos cuándo íbamos a volver a ir a comprar, pues teníamos que racionar ese agua. Entonces, a lo mejor estábamos trabajando o en el bus, pasamos muchas horas en el bus, a lo mejor un día entero o algo así. Entonces, si tú tenías sed, pues bebías un poco, pero aunque tuvieras más sed, le dabas al resto. Esto era como muy... Bueno, y obviamente que fuimos a ayudar y todo y que veíamos la situación. Pero eso, como que estabas más por los demás que por ti.


Y también es una superbuena lección también. Está muy chulo. Y luego, otra lección y un experimento social, casi diría yo, es que os recomendaron que no usaseis el móvil. Y tú te lo tomaste al pie de la letra.


Sí.


Apagaste el móvil el día uno y no lo encendiste hasta el día 30.


Hasta el último día.


¿Cómo es estar 30 días sin móvil? Que puede parecer una tontería, pero hoy en día muchísimas personas, entre ellos yo, creo que lo encontrarían muy difícil. ¿Tuviste mono?


No.


¿No tuviste nada de mono?


Nada.


O sea, desconectaste por completo.


A ver, también es diferente, porque si tengo que desconectar 30 días sin móvil en la ciudad, seguramente hubiese tenido, obviamente, mucho más mono y no es lo mismo. Pero claro, allí, yo, es que lo mejor que hice fue no tener el móvil. O sea, no le eché nada de menos, pero porque en verdad no paraba. Entonces, ese mes no paré. Entonces, o estaba ayudando o estaba... O sea, no parabas, estabas todo el rato haciendo cosas o estaba con la gente. Y cuando ya era de noche, ya estaba cansadísima. Entonces, era como que nunca tenía... O sea, más mono a lo mejor tenía de llamaros, algo así, de decir: No, es que en verdad miento, tampoco.


No pasa nada.


Yo sabía que estabais bien, porque yo sí que sabía. Porque a ver, yo estaba tranquila porque había un grupo donde os enviaban que estábamos vivos.


Nos enviaban fotos de vez en cuando.


Y yo, por ejemplo, una noche sí que me reía en plan: A ver si se han muerto y no me van a decir nada, por si aquí me da la depresión. Y yo: Oye, le dije a Mary: Oye, Mary, ¿siguen vivos? Y me dijo: Sí, mira, reaccionan a las cosas.


O sea, están vivos.


Tu hermano le da al corazón.


Sí, exacto. Entonces, dije: Mira, están vivos. Y digo: Si se mueren, me vais a avisar, aunque estemos aquí. Y me dicen: Sí. Entonces, dije: Vale. Y eso fue la primera semana. Entonces, como yo ya sabía... Vale, es que esto es muy fuerte. La primera semana yo tenía mucho mono, o sea, mono de móvil, de decir: Me cago, quiero hablar, porque en la primera semana es como: Uf, estoy aquí en plan... Y me acuerdo que una que se llamaba María ahora me dijo: Fue la que me dijo: Mira, si aguantas esta noche, ya no vas a coger el móvil hasta el final, porque a mí me empezó un voluntario en plan: Tú hazme caso y aguanta, ya verás. Y aguanté y efectivamente luego no volví a querer coger el móvil nada. Y nada, eso. O sea, fue increíble, detox total de móvil, pero porque también no paraba. Entonces, llega a ser 30 días aquí y seguramente sí que no es lo mismo.


Sí, porque es verdad, tú cuando coges el móvil, porque a mí me pasa que cojo el móvil cuando... No cuando no tengo nada que hacer, porque muchas veces tengo muchas cosas que hacer y cojo el móvil para desconectar o para decir: Estoy agobiado por esta tarea que tengo que hacer y no me apetece. Es como procrastinar. Pero allí, efectivamente, estabas muy ocupada y además, cuando no estabas ocupada, podías socializar.


Exacto, todo el rato había gente. Entonces, a lo mejor, en casa, si lo coges, es porque acabas de llegar, estás cansada, coges el móvil y no te puedes ordenar el cuarto.


Y hay una cosa que me llama un montón la atención cuando tú usas el móvil, sobre todo en TikTok. O las series en Netflix.


Yo sé lo que vas a decir.


¿Qué haces con ella?


El X2.


Sí. O sea, multiplicas la velocidad por dos.


Sí, a ver, en las series no lo hago tanto. O sea, en TikTok siempre X2.


Que es como...


Sí, yo ya me he acostumbrado y lo entiendo. Pero pongo el X2 y en los vídeos de YouTube también X2. Y en los podcasts, sí hay X3.5.


X3.5. Yo lo he intentado, es imposible entender nada, María.


Sí, lo entiendo.


O sea, estás desarrollando una habilidad porque...


Hombre, si lo ponen es por algo...


A ver, yo te digo, he dicho, eres la invitada más joven que ha pasado por este podcast. Eres la persona que más rápido habla, que ha pasado por este podcast también.


Pues soy la que más rapido escucha las cosas.


Hablas a por dos ya.


¿sí?


Sí. Pero a ver, eso ya era de antes de que existiera el X2.


¿Sí?


Sí, yo siempre he hablado muy rápido.


Bueno, estudiante, como te digo, tienes la transcripción y también ahora puedes reducir la velocidad en la aplicación de podcast que uses, por si quieres entender mejor a María. Yo te entiendo bien, obviamente estoy acostumbrado, pero es verdad que hablas más rápido que la media. Sí, habla más rápido que la media. Y se habla mucho también de las redes sociales y de el efecto que tiene para las personas que habéis nacido con las redes sociales bajo el brazo sobre vuestras inquietudes, sobre inseguridades, autoestima. Y yo siempre que hablan de esto, pienso en ti y digo: Yo creo que a ella realmente no le afecta mucho. No sé exactamente qué es lo que ves en redes sociales, pero cuéntame tú, ¿crees que las redes sociales son nocivas en ese sentido, que te hacen generar?


A ver, la gente que se compara y tal. Sí, yo creo que hay gente que, obviamente... Porque la gente publica la parte más feliz de su vida y pues obviamente en Instagram todo el mundo sube la foto en la que mejor sale.


Claro.


No cuando te sale toda la papada. Entonces, la gente va a sacar su...Su mejor versión.


Su mejor versión.


Claro.


Entonces, hay gente que le afecta, claro que hay gente que a lo mejor más insegura, viendo eso le afecta y tal. Pero yo, justamente, en Instagram no es que entre mucho. O sea, yo realmente más con el móvil estoy en TikTok, pero es entretenimiento, en plan memes y cosas así. Y series y tal, pero por ejemplo, en Instagram es cuando yo creo que la gente más se compara a lo mejor.


O sea, ¿Y tú crees que Instagram es más de beauty, de belleza y todo eso? Es que uso Instagram a veces...


Instagram es como escaparate de uno mismo, en plan pues eso, la gente cuando se quiera hacer el guapo va a Instagram.


Vale. ¿Y TikTok es más para.?


Y TikTok es más para ver cosas de entretenimiento, en plan memes o cosas graciosas.


Claro, pero bueno, cada algoritmo de cada persona es diferente, porque si miramos tu TikTok y el TikTok de la mami, serán superdiferentes. Claro, ¿no? Y otra cosa que me interesa mucho también es... Te voy a hacer preguntas y tú vas a ser la representante de tu generación, así que tienes una gran responsabilidad. ¿Tú te informas por TikTok? Por ejemplo, ahora con la tragedia de las inundaciones en Valencia, ¿tu fuente principal de información es TikTok? O sea... O es la tele...


A ver, yo es que la tele no la veo, no me pongo a ver las noticias yo. Pero a ver, con todo lo que ha pasado en las noticias, era todo el rato de. O sea, informaban sobre eso. Y en TikTok, era bajar y todo era sobre la Dana, todo. Entonces, obviamente, también te enteras de cosas por TikTok la mayoría de veces. Pero porque esto ahora es como que toda la información es eso.


Claro, pero en TikTok habrá medios de comunicación tradicionales o periodistas profesionales, pero también hay mucha gente que dice cosas y ahí va. Porque yo a veces la mami me dice algo y le digo: ¿Eso lo has escuchado en TikTok, ¿sabes?. Porque al final es que cualquier persona puede decir cualquier invención. Yo muchas veces lo digo en el podcast, de vez en cuando el descargo de responsabilidad, digo: No soy periodista, obviamente intento cuando hablo de un tema del que no sé, informarme lo mejor posible y pongo las fuentes que he utilizado y todo eso. Pero es que hay veces, y hemos visto con esta tragedia, que ha habido un montón de bulos, de desinformación, de gente que se ha manchado con más barro antes de hacer un vídeo, cosas asquerosas. Entonces, cuando os informáis, utilizando TikTok, que es un medio más hoy en día, si hay algo raro, que te parece un poco raro, ¿vas a Google e intentas a probar si eso es cierto o no?


No.


O sea, te quedas con eso.


Sí, pero no es porque... A ver, yo por ejemplo también hablo con personas que de verdad han estado en los pueblos y yo que sé, es que te informas un poco de todo, pero no sé, si veo un video TikTok, luego no voy a Google a confirmar si es cierto.


A no ser que sea algo que te llame mucho la atención.


Exacto, sí.


Vale. Yo lo hago a veces, pero tampoco con todo. Hay veces que digo: Esto debe ser mentira o a lo mejor es verdad, pero no me importa tanto. Con otros temas me refiero.


Claro.


Y vamos a hablar, antes has mencionado que los 20 es un poco como el principio de la juventud, donde tienes lo mejor de la juventud, de la libertad y de ser una persona autónoma, pero sin todas las responsabilidades.


Exacto.


Pero tú, desde bien joven, realmente... Desde bien joven. Creo que es la primera vez en mi vida que digo eso. Desde bien joven, decidiste antes de empezar la universidad, hiciste un gap year, un año no sabático, porque trabajaste y trabajaste en una tienda de ropa con el salario mínimo, que me acuerdo que me decías: Me pagan cinco euros la hora. Y empezaste a desarrollar esa habilidad de la responsabilidad, de tener, que te den las llaves de una tienda, de una cadena de ropa, y que la abras tú la tienda, que cuentes el dinero, que te pasen cosas en la tienda y que empieces a administrar tu dinero. ¿Qué aprendiste en la tienda en términos de responsabilidad? ¿Cómo cambiaste en ese periodo trabajando ahí?


A ver, en términos de responsabilidad, por ejemplo, a ti te tocaba abrir la tienda al día siguiente y tú esa tienda la tenías que abrir. O sea, aunque al día siguiente hubieses salido o no sé, era como que tenías que saber que al día siguiente tenías una responsabilidad de que era una tienda que si no abría, que dependía de ti ese día. Entonces, no sé, por ejemplo, era como, aprendí en responsabilidad.


A ti te gustaba, ¿no?


A mí me encantaba.


Tú eras la...


A mí me encantó Intimissimi. Bueno, se puede decir, nada.


Creo que sí.


No pasa nada.


No pasa nada.


Pues estuve en Intimissimi y a mí me encantó. Yo la verdad es que estuve un año, pero fue superguay. Hice amigas increíbles. La encargada, todo genial. O sea, es que era todo una maravilla, la verdad. Y eso, o sea, sí que era de responsabilidad, pues jopé, hablar o atender a todo el mundo. Claro, sabes que también había clientes que no eran fáciles.


Claro, aprendiste a gestionar a diferentes tipos de persona.


Claro, o por ejemplo también, la vez que me pido...


Te intentaron estafar.


Me intentaron estafar.


Con una estafa superbien preparada.


Mi primer día de apertura.


O sea, es verdad, fue el primer día...


Que yo abría la tienda.


Que abrías la tienda sola.


Me tenían vigilada.


Qué fuerte.


Muy fuerte. Casi se lía que flipas, pero es como que en general, como que de responsabilidad, lo que más diría que aprendí fue a relacionarme con la gente, en plan como todo tipo de gente, aprender a estar con todo tipo de gente.


De gente de tu edad, más mayor, señoras de 80 años.


Clientes, todo, vale, sí. Y que el dinero, o sea, el tiempo, valorar mucho el tiempo. Porque era como que... Cada vez que yo gastaba algo de dinero, era como: Dios, estoy... Todo este tiempo me ha costado, yo qué sé, este McDonald, ¿sabes?


Eso te iba a decir que...Esto.


Era tiempo.


Tu relación con el dinero cambió por completo, porque claro, hasta entonces tenías la paga, el dinero que te diese la mami.


No era paga cuando necesitaba dinero, me lo daban y ya está.


Exacto, sí, yo tampoco he tenido paga nunca. Pero que a partir de ese momento, empezabas a contar lo que comprabas en horas de trabajo.


En horas de trabajo. Y yo ya me había sentido supermal en plan todas las cosas que me había pagado la mamí y cosas así en plan: Dios mío, perdoname por todas las veces que te he pedido algo tan caro. Y luego, a ver, yo digo responsabilidad, ahorré y ahorré muchísimo.


Fuiste muy ratoncita a ahorrarte pasta.


Ahorré mucha pasta. 8.300 €.


8.300 €.


8.300 € en un año.


Que para tener 19 años está muy bien. Está muy bien. Pero...


En España.


Y encima ahorré, pero yo no... O sea, yo me acuerdo mi primer sueldo, que tenía 500 €, me sentía superrica con 500 €.


Claro.


Superrica. Y lo primero que hice fue invitar a Ana a un spa. Y me parecía todo como que lo podía pagar. Y cuanto más dinero iba teniendo, menos quería gastar. O sea, si a lo mejor tenía 5000, era como: No, no puede bajar de 5000. O sea, tengo que subir y subir y subir. Y dije: Es que entiendo a los que roban, entiendo a los políticos que roban y todo eso, porque es un plan: Dios, entiendo la avaricia de cuando tienes más, quieres más, te lo juro. Por ejemplo, yo estaba en 8300 y mi finalidad era 10 000, que ahora 2000. Pero yo me he dado cuenta que para la gente soy superpoco rata, me da igual invitar, me da igual... Yo qué sé, para viajar no soy nada rata, en plan: Ese dinero es como que no me pica nada. En los viajes, no me pican el dinero.


Las experiencias.


Las experiencias no me pica nada el dinero y en la gente que quiero, tampoco me pica nada. En comprarme algo de ropa para mí o cosas así, sí. Porque eso es como un, pero sí.


Pero al principio se te fue un poco la olla con el dinero de...


Sí, muchísimo, la verdad.


No querer gastar un euro en nada, que te decía: María, ¿has cobrado el sueldo? Si te apetece comprarte el pantalón, cómpratelo, son 20 €. Y tú: Ya. Pero son cuatro horas de trabajo en la tienda.


Y yo: Madre mía.


Me volví un poco locatis. Pero bueno. Sinceramente, no me arrepiento de haber ahorrado tanto, porque puedo decir que tuve ese dinero con esa edad. Pero ahora que tengo menos dinero, es como ya que se me gaste. Y en verdad, sigo teniendo dinero. Pero es como: Mira, como no he conseguido lo que quería, como tengo 2000 ahora, 2300.


Me encanta, ¿sabes que estamos grabando un podcast?


Sí, pero me da igual, no me robéis.


No creo que vayan a intentar robarte 2000 €.


No, es verdad. No soy rica, me da igual decirlo. Pero es como, por ejemplo, si yo tengo solo 10 € en mi cuenta del banco, es como que los 10 €, pues invito a la gente ya que se me vayan. Pero cuanto más dinero tengo, menos quiero gastar. Y ahora en verdad que tengo, pues eso, 2300, es como: Vale, es mucho, pero con lo que tuve me parece poco. Entonces, como que se me gasten.


Pero mira, otra cosa que yo he aprendido de los 30 y parte de los 20, el dinero viene y va. Pero sí que te recomiendo que esa psicología que tienes de blanco o negro, tampoco. Creo que cuanto menos tienes, más te tienes que saber administrar. Y cuando vas un poquito más holgada, pues puedes permitirte de vez en cuando algún capricho. Pero bueno, herma, vamos a llegar al final. No sé cuánto tiempo llevamos.


Un montón.


Llevamos más de lo esperado.


¿Cuánto llevamos?


Treinta y pico minutos.


Bueno, bien.


Sí. Bueno, no sé porque vamos a tener que hacer algún corte, igual es un poquito menos, pero...


Vale.


¿Te has sentido a gusto?


Mucho.


¿Sí?


Sí.


¿Me quieres hacer alguna pregunta a mí?


No.


¿Te gustaría tener tu propio podcast?


Sí, estaría guay.


¿sí? ¿De qué sería? Gestión del dinero y finanzas.


No. No sé.


Bueno, yo te dejo los micros. Si algún día te apetece o lo quieres hacer con alguien, te vienes aquí y grabas.


Muchas gracias, herma.


Te amo, tete. Qué mono eres.


Y a ti estudiante, también te agradezco. Iba a decir: También te quiero. A ti estudiante, también te agradezco que estés aquí una semana más y yo te espero en el próximo episodio y te mando un abrazo grande.


Chao, chao.




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