E68 Filosofía JÓ-DE-TE en la creación de hábitos con Silvia Cabello
- César
- Dec 11, 2024
- 28 min read
Updated: Dec 18, 2024
Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):
Vocabulary Flashcards: Filosofía JÓ-DE-TE en la creación de hábitos con Silvia Cabello
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Episodio 68 - Filosofía JÓ-DE-TE en la creación de hábitos con Silvia Cabello Estudiante, te doy la bienvenida a un episodio nuevo del podcast de español para estudiantes de nivel avanzado. Hoy estoy con Silvia, pero antes déjame recordarte que puedes leer la guía de vocabulario de este episodio para ver todas esas palabras o frases que quizás no conozcas, la transcripción gratuita y las tarjetas de vocabulario. Todo esto lo tienes en la web, spanishlanguagecoach.com, y también en la web verás que en enero, el 6 de enero, el día que vienen los reyes magos a España, abren las inscripciones a mis cursos de nuevo. Así que si te interesa alguno de los cursos, en tu caso, seguramente el curso de nivel intermedio o el de avanzado, te recomiendo que dejes tu email en la lista de espera. Y ahora sí voy a hablar con Silvia por segunda vez en este podcast.
Hola, César. Hola a todo el mundo.
Bueno, Silvia, te veo muy navideña, vestida de rojo.
Y además, me habrían puesto las bolas o algo.
Sí, unas bolas de pendientes.
Si no lo hubiera hecho.
Bueno, Silvia, cuando hablamos ayer y te dije: A las nueve y media de la mañana es demasiado pronto, me dijiste: ¿Qué va? Si yo tengo crossfit a las siete.
A las seis, a las seis.
A las seis, madre mía.
De 6 a 7.
Estás loca. ¿Cómo una crea el hábito de ir a CrossFit a las 6 de la mañana en la parte de Francia fría donde vives tú?
Hoy, si que es verdad que el frío, esa es una cosa que me cuesta más que el crossfit. Bueno, que al final es un proceso César, es un proceso de ir introduciendo hábitos poco a poco. Pero yo soy una persona que me encanta ponerme a prueba en cositas de este tipo. Yo he hecho muchas locuras, tonterías, pruebas, acerca de a ver hasta dónde llego en el sentido de hábitos. Luego, no soy nada aventurera, con los deportes de aventura y eso no, porque tengo como muchos límites. Pero me gusta ponerme a prueba y es que nunca me ha importado madrugar. Yo ahora lo pienso muchas veces, incluso pienso en mi adolescente, época instituto. Tú sabes que generalmente la adolescencia se duerme más y tal y cual. Yo me acuerdo que éramos del grupito de media hora o 40 minutos antes de que empezaran las clases, quedar en el bar de enfrente a tomarnos nuestro cortadito de la mañana. O sea, yo recuerdo que yo llamaba por teléfono a amigos míos que les costaba despertarse para hacerle el despertador. O sea, que tengo una naturaleza que no me ha importado madrugar.
Sí, eso ayuda.
Hay que respetar eso también. No quiero decir que todo el mundo se tiene que levantar a las cinco de la mañana. No tiene sentido tampoco que todo el mundo hagamos las cosas igual.
Sí, totalmente. Y eso lo ves mucho cuando, por ejemplo, tienes una pareja que es lo contrario a ti. Yo soy muy mañanero también. Me despierto muy pronto y muchas veces sin despertador, pero por la noche, yo a partir de las nueve de la noche, ya no soy persona, no me pongas a ver una película muy intensa a la... Es que me quedo dormido. Sin embargo, mi pareja es todo lo contrario. Por la mañana le cuesta muchísimo levantarse, le cuesta arrancar el día, pero por la noche se pone a estudiar, no le importa trabajar, puede verse una película hasta las doce y media y no se queda dormido nunca viendo una película. Pero claro, es que es eso, cada persona es un mundo, ¿no? Pero en todo caso, lo de ir a CrossFit a hacer ejercicio o cualquier otro hábito, es algo que hay que construir. Y un poco antes de empezar a grabar, me has dicho: Este último año he trabajado mucho el tema de los hábitos, que Silvia, para quien no lo sepa, además de ser profe de español, con su escuela Profe OLE, que ayuda a francoparlantes, ¿se dice?. Hablantes de francés.
Francófonos, yo digo francófonos.
Francófonos, gracias. Hablantes de francés a aprender y mejorar su español, también ayudas a profes con temas de mentalidad y emprendimiento, así que sabes mucho del tema. Cuéntame un poco este proceso que tú misma has recorrido con la creación de hábitos, que nos viene muy bien para el 2025.
Justamente, a medida que he ido aprendiendo y formando mi mentalidad, y cuando ves a personas que consiguen las cosas que tú también quieres conseguir, te das cuenta de que no es sobre una cuestión de una checklist, por ejemplo, si hablamos de emprendimiento, o incluso para los estudiantes de español también. Por ejemplo, no es solo el aprender esto, escuchar un podcast y tal y cual, sino hay como todo un ecosistema alrededor que hace que esas cosas que estás haciendo, que muy bien se deben hacer para progresar, si tú haces que el contexto alrededor sea el adecuado, es que lo multiplicas al infinito de alguna manera. Entonces, cuando tu cuerpo... Porque yo estaba mucho en la mente, en la parte de mentalidad, que yo la mentalidad, para mí la mentalidad es ciencia, no tiene nada de magia. Y de hecho, estoy supercontenta que cada vez en el mundo de los idiomas estamos más acostumbrados, porque con la neurociencia, que ya se habla mucho de la neurociencia de aprendizaje, se está descubriendo mucho cómo funciona el cerebro. Entonces, yo estoy supercontenta de que cada vez me da la impresión que se está quitando ese estigma de la mentalidad, es un papel y quemo palo santo. Yo creo que cada vez se está entendiendo más lo que es. Pero sí que es cierto que al final no puedo separar mente del cuerpo, porque al final es mi casa, es donde vivo. Es mi primera casa. Y al final, de la misma manera que mi pisito o mi casa, la quiero tener bien, el bien para ti es una cosa y para mí es otra. Pero queremos tener la casa bien, de alguna manera para estar a gusto, pues el cuerpo es igual. Entonces, fui pensando y dije: Bueno, sí, ya estás mucho con retos de, a lo mejor, mentalidad y tal y cual, y luego la parte física la estás olvidando. Y eso al final, eso forma parte de la mentalidad. ¿Por qué lo estás ignorando? ¿Qué es lo que no quieres ver? Entonces, cuando no tienes...
Además, pasa factura. Cuando olvidas esa parte física, pasa factura, ¿no?
Por supuesto. Entonces, yo estaba más en el reto de... No tenía problemas de salud, es verdad. No ha sido porque me pasó esto y al final, tal y cual. Pero sí que estás tanto de la incomodidad de mejorarse tu mejor versión, y estás ignorado una parte de ti. No ni de lo que se espera de la sociedad, de ti. No, de ti misma la estás ignorando. Yo siempre digo que algo que te incomoda, tienes que ir a buscarlo, porque está ahí, hay algo ahí que te está llamando. Entonces, sí que en el último año, año y medio, podría decir, empecé a introducir rutinas buenas a nivel del sueño, a nivel de alimentación, a nivel del deporte, a nivel también de... No podría decir meditación, porque a mí me cuesta mucho meditar, pero sí que a lo mejor un poquito meditar, respirar. Esto cogido con pinzas, todavía tengo que mejorar mucho. Y todo desde una manera como muy natural, porque ahora parece esto y parece que yo soy Buda, ¿no? Buda dos, me he puesto a levitar por la mañana. No, tengo una vida supernormal, tengo una familia, tengo dos hijas, tengo la vida a veces locura total, que tengo una vida totalmente normal. Pero hay cosas que ya están en mi agenda. Y de la misma manera que yo tenía la agenda, que hoy grababa el episodio podcast contigo y salvo una verdadera urgencia, no lo hubiera cambiado, hay cosas que ya están en mi agenda aterrizadas. Y no las paso después porque mi yo madre, mi yo amiga, mi yo compañera de vida, mi yo, lo que sea, me quiere jugar la mala pasada de decir tal. Entonces, en mi agenda no hay solo trabajo, en mi agenda no hay solo citas presenciales con los demás, sino hay citas conmigo misma también. Y no me fallo. O sea, no me fallo. ¿Cómo me puedo fallar yo? Si tengo que ser la persona más importante de mi vida, y es que esto tenemos mucho problema, porque claro, queda superegoísta, superenarcisista, pero es que es así.
Yo digo lo mismo, Y no me parece nada narcisista, al contrario, porque si tú te consideras la persona más importante de tu vida, en el sentido de que te vas a cuidar, vas a poder estar para las otras personas que también son importantes.
El típico ejemplo del avión, ¿qué te enseñan en el avión? Primero te pones tú la mascarilla y luego, ayudas a todo el avión si quieres, pero primero, es que si no, no podrás. Y esto cuesta, César. Y a veces, personas muy empáticas cuesta muchísimo. Personas muy sensibles cuesta muchísimo. El rol de la mujer en la sociedad cuesta muchísimo. Y encima le echas por encima la maternidad, ya es un combo explosivo. Pero sí, al final dices que ni madre, ni mujer, ni historia. Eso quiere decir que yo soy la protagonista de mi vida y si yo estoy bien, el resto está bien. Y si el resto no está bien, yo tampoco puedo ser responsable de todo. Claro, es que hay un momento dado que digo: Bueno, yo no puedo ser ni la que salva al mundo, ni la que tiene culpa de todo, ni la razón tampoco de todo que si al final. No somos tan importantes en ese sentido.
Claro, sí, esto es muy estóico. Hace poco hablé del estoicismo, que dice: Tienes que aprender a saber lo que está dentro de tu control y lo que no está dentro de tu control. Pero yo decía, esto también a veces es muy difícil, porque piensas, especialmente con las personas que queremos, a lo mejor ves que alguien que quieres se está equivocando y dices: Yo no puedo controlar la vida de esta persona o no debería, pero quizás debería influir más en su comportamiento. Muchas veces es difícil, ajustar o llegar a un punto de equilibrio donde dices: Hasta aquí llego o debería hacer más porque esta persona me necesita. No con grandes cosas, necesariamente, pero bueno. Hemos estado hablando, Silvia, de los hábitos y tú decías: He cambiado mis hábitos, he incorporado el ejercicio o una alimentación más saludable y demás. Yo estuve este año a nivel de salud así un poco jodido, porque en abril o así me empezó a doler la espalda muchísimo, pero heavy de levantar, o sea, despertarme en mitad de la noche por el dolor de espalda. Y yo no entendía nada porque decía: Pero si yo hago deporte, estiro, o sea, todo lo que dicen que tienes que hacer. Es verdad que no cuidaba mucho mi higiene postural porque trabajaba muchas veces desde cafeterías en Londres, lo que no es nada bueno. Pero bueno, al final, después de ir a fisioquiropráctica, masaje tailandés, me hice creo que todos los masajes fue una cosa mental, o sea, era el estrés de la mudanza, de cambiar de país, de todas las cosas que tenía en la cabeza, porque de hecho fue mudarme a España y terminó de desaparecer el dolor. Sí que es verdad que tuve que trabajar mucho él, porque el problema con la espalda, que es un problema, creo que es la causa principal de bajas profesionales, junto a la ansiedad, la espalda. Pero está muy conectado y hay como un círculo vicioso. Te duele la espalda y como te duele la espalda, duermes peor, comes peor, tu salud mental también se ve afectada. Y claro, si se alarga en meses, como me pasó a mí, pues eso, entras en un círculo vicioso que es muy difícil de controlar. Y al final yo, con la ayuda profesional de todas estas personas expertas en el cuerpo y estirando mucho, intentando hacer el ejercicio que podía, pues poco a poco fui mejorando. Pero es verdad que durante ese proceso empecé a comer mucho más de forma un poco compulsiva también en algunas ocasiones. Cogí peso y justo antes de irme de Londres, me dijeron, tenía unos resultados un poco raros y me dijeron que tenía... Me hicieron una ecografía, porque me dijo la médica de cabecera: Quiero verte el hígado, porque sospecho que puedas tener esto. Y me hicieron la ecografía y efectivamente tengo hígado graso no alcohólico, que es una, las personas alcohólicas tienden... Y esto, por favor, el disclaimer que hago siempre, no soy experto, es lo que me dijeron a mí y lo que me han recomendado. Por favor, que nadie se guíe por mi historial médico. Las personas con alcoholismo tienden a tener como más depósitos de grasa en el hígado y hay personas que sin ser alcohólicas, como es mi caso, también lo empiezan a tener. Entonces, me recomendó: César, esto es revertible. Tienes que comer menos dulce, comer menos grasa e idealmente bajar de peso, bajar unos kilos, bajar la grasa abdominal. Entonces, claro, a mí esto me deprimió un poco porque yo dije: Joder, es que claro, en estos meses me he hinchado a bollos, he comido compulsivamente he engordado y me sentí mal. Me he creado esto a mí mismo y he tenido que volver a crear esa rutina porque había dejado el ejercicio de lado, había empezado a comer mal otra vez. Y ahora, desde que estoy en España, he vuelto a retomar todo eso y ha sido difícil. De hecho, ahora ya estoy en el camino correcto, pero hasta llegar, hasta crear ese hábito, te puedo decir que he fracasado como tres o cuatro veces de intentarlo y fracasar, de intentarlo y fracasar. Y ahora ya estoy en el punto de que voy al gimnasio y voy con ganas de ir al gimnasio y salgo satisfecho o hago una comida que está buena, pero que sé que es saludable. No necesito comer algo dulce todos los días, pero cuando como algo dulce lo disfruto. Pero ya te digo, ha sido muy difícil. Para eso he tenido que fracasar muchas veces y estar un día sin comer nada dulce y el día siguiente comerme cuatro dulces.
Esto yo lo veo mucho, por ejemplo, lo que estabas diciendo, no me encontraba bien, me dolía la espalda y tal. Es verdad que muchas veces tenemos la tendencia de decir: Bueno, voy a hacer deporte o cuidar alimentación para que haya un impacto en mi físico. Pues perder peso, tener más abdominales, yo qué sé, celulitis, lo que sea. Y es verdad que si lo sostienes así, al final es una... Y lo podemos comparar con los idiomas, es una motivación exterior, no es interior. Entonces, cuando tú llegas y al final es por mensajes exteriores, por la educación que tenemos, porque ya sabemos, todo el contexto en el que vivimos. Pero cuando tú quieras de verdad conectar, no es que yo lo que vengo buscando, es que estoy bien, es que ya me duele la espalda, es que ya no estoy cansado. Lo que te quería preguntar, ¿no has notado que estás mucho menos cansado?
No, sí, 100%, porque ahora puedo dormir, o sea, duermo mis siete, ocho horas.
Porque el cambio, aceptas alimentación y ya no es perder. Es que no es cuestión de volumen de tu cuerpo ni nada de eso. Es que es a nivel de concentración. Yo, por ejemplo, yo sé que depende de qué rutinas alimentarias, yo me como. Es que me como la jornada en las primeras tres horas del día. Y yo sé que depende cómo lo haga, no me pasa. Y te estoy hablando de concentración, lucidez y foco. Y yo sé que esto puede para hacer una locura, pero es que os invito a que probéis ciertas cosas. Es que es una pasada. Y eso está científicamente probado, que dicen, no es que me lo inventé yo o es que a mí me vaya bien. Quiero decir que al final nuestro cuerpo, depende de lo que hagamos, tiene una inflamación o no. Y si está inflamado, está ocupado en otra cosa. Y si no, es que a nivel foco. Pero foco de no el que tengo que ser productiva porque tengo que ser productiva. No, es que yo quería hacer una cosa y la estoy haciendo de manera clara, agradable y la estoy disfrutando. Ya no es porque tengo que hacer más que menos, no, es porque qué placer. O sea, qué placer de decir.
Aunque sea ver una película, exactamente, no es para ser productivo.
No te estoy hablando ahora de la productividad de entrar... No, lo que sea, me dices: ¡Guau! Qué maravilla. Y el tener energía, el cansancio, no tenemos que normalizar personas de nuestra edad. Yo siempre he hablado con tú, yo tengo 41 años, entonces tengo de poco 42. No, o sea, una persona sana de 42 años no tiene que estar cansada que al rato, por mucho que yo tenga dos hijas, no. Yo tengo que tener energía para pasar mi día y de propinilla, más todavía. En principio, si mi cuerpo está sano, en principio. Entonces, no podemos normalizar el estoy muerta, la expresión luego, cuando hablamos, es una cosa. Pero realmente, si tú llegas muerta cada lunes, cada martes, cada jueves y los fines de semana estás deseando que llegue, plantéate algo, hay algo. Y muchas veces viene emocional, muchísimas veces viene emocional. Es decir, no tenemos que normalizar el estar muertas de cansancio, el no poder más, el que no nos dé la vida. Y esto hay dos cosas, o cambias hábitos o cambias de vida también. Porque a veces decimos: Es que, ¿cómo la gente llega a todo? No, la gente no llega a todo, pero la gente toma decisiones. Y acerca de lo que me decías antes de: Es que cuando es una persona cercana y tienes que hacer algo, piensas y le dices. En vez de escuchar una psicóloga, y no me acuerdo el nombre, yo soy fatal, que decía que ella había ganado muchísimo en paz mental, porque aparte era psicóloga, con lo cual parece que tengas como el deber de salvar a todo el mundo. Y decía que ella había ganado mucho en paz mental cuando veía a alguien que actuaba de una manera que a lo mejor ella pensaba que no era la adecuada, que si ahora era una persona cercana en un desconocido, ella había optado por observar, intentar entender el por qué y el cómo de lo que está haciendo. Y luego, decidir, si ella quería eso y esa persona en su vida o ¿no? Porque no significa que porque yo comprenda o entienda o pueda asimilar que tú estás en ese momento, yo lo quiera en mi vida. Claro, esto emocionalmente, a veces, separarte de ciertas amistades o sencillamente tomar distancia y decir: ¿Qué tienes, qué tipo de vida?. Yo ya he dejado de juzgarte, porque al final querer cambiar es una manera muy socialmente aceptada de juzgar. Porque si yo te quiero cambiar, es porque estoy juzgando que lo que estás haciendo no está bien. A lo mejor, para vuestra manera de ver el mundo no está bien, pero bueno. A ver. Entonces, es irrespeto a lo que haces. No estamos hablando de cosas... Bueno, tú uniste mi vida, Pero esto es lo que haces. En tu vida, yo en mi vida no lo quiero. Ni te voy a convencer, ni te voy... No vamos a hacer un impulso, pero ya está. Y yo compartiré con esa persona, a lo mejor un café, pero no a lo mejor una manera de ver el mundo o una conversación o un viaje o un proyecto.
Claro.
Para ser feliz hay que tomar decisiones.
Sí. A ver, yo comparto eso sobre todo con la típica amiga o amigo que te dice: Estoy conociendo a alguien, y te dice: Aunque esto no me gusta, pero yo creo... Como que cuando empiezas a conocer a alguien, identificas algo que no te gusta o no va nada contigo, pero tienes la ilusión de que vas a poder cambiar eso de esa persona. Y yo siempre aconsejo: A ver, si compras a esta persona, cómprala tal y como es ahora, porque no te está engañando. No lo compres con la ilusión de que va a poder cambiar en el futuro. Otra cosa es que esa persona, por circunstancias, cambie o sea una persona que realmente no quiera sacar de tu vida porque, joder, es tu madre, tu padre, tu hermano o tu pareja, que por lo que sea, está pasando un momento complicado y quieras ya no controlar, sino influenciar su comportamiento. Y ahí se complica un poquillo más la cosa. Pero bueno, Silvia, volviendo al tema de los hábitos, hablabas de la motivación y yo siempre les hablo a los estudiantes cuando hablamos de idiomas, del aprendizaje de idiomas, del ciclo de la motivación, que al final aprender un idioma, como en la mayoría de los propósitos o cosas importantes en la vida, toma tiempo y la motivación extrínseca, la que viene de fuera, tarda en llegar. Entonces, tomamos acción, llega a los resultados, al tiempo y luego ya empieza la motivación, cuando empiezas a ver resultados. Pero claro, hasta que empiezas a ver resultados, hasta que yo empiece, hasta que yo vuelvo al médico y me diga: Ya no tienes el hígado graso, yo tengo que seguir ahí con la ilusión o con la esperanza de que voy a poder recuperarme, perder un poco de peso y mejorar mis hábitos, beber cada vez, porque no lo he dicho, también he dejado de beber alcohol. No he dejado de beber alcohol por completo, pero si estoy en una cena, me tomo medio vaso de vino y ya está. En todas estas circunstancias, me bebería a lo mejor tres vasos de vino. Entonces, claro, es difícil mantenerse motivado cuando no hay resultados instantáneos, cuando no...
César, fíjate, esta mañana, ahora que estamos grabando el podcast, esta mañana, a las cinco de la mañana, he compartido un reel de una psicóloga, si es Patri psicóloga, está de psiquiatra.
Sí, me gusta mucho esta mujer.
Es buenísima. Y es que la motivación, no tenemos que contar con ella. Si tenemos motivación, es magnífico, pero tú la motivación, esto es como la propina. Si está, magnífico, pero si no, no pasa nada. Lo que tenemos que tener es compromiso con lo que queremos y es no dejarte otra opción. César, ¿tú qué decidiste? No me dejo otra opción que la próxima vez que vuelva al médico, a mí me diga que es hígado graso o ya no es graso, o por lo menos es menos graso. Es que no me doy otra opción. Y si no me doy otra opción, con ganas o sin ganas, sí, verdaderamente tengo compromiso con eso, lo voy a conseguir. Por eso, cuando el compromiso viene del exterior, el que me acepte por mi físico, el que queda guay, el que dicen, eso no se sostiene porque no es compromiso, no es algo que estoy decidiendo yo. Entiéndeme, no es como que viene de dentro. Y justamente, Patri Psicóloga decía en el reel, que es buenísimo, decía: Que es que estamos ahora con que si tengo motivación hago las cosas, si no tengo motivación, no hago las cosas. Que es que las cosas se tienen que hacer también sin ganas. Y tanto aprendizaje de idiomas, hay días que no te apetecerá escuchar un podcast en español. Oye, y que si no lo escuchas un día, tampoco pasa nada. Pero no puedes esperar a moverte cuando tienes ganas. ¿Qué es eso? Que es superinfantil. Es super quiero estar aquí en un día, me tapo los ojos y me escondo. Para empezar, es superinfantil, super falta de responsabilidad. Y segundo, que no es cierto. Y ella decía que es la terapia, si me permites que lo diga, la terapia del jódete. Y lo dice tal cual, es la terapia del jódete. No, yo tengo un objetivo final y para eso hay días que tendré ganas y días que no. Los días que tengo ganas, lo hago con ganas. Y los días que no tengo ganas, lo hago, me jodo, sin ganas, pero lo hago. Porque lo más que sigo, es que si no estamos creando un mundo de adultos emocionalmente superadolescentes, te quiero decir: ¡Hago, si me apetece. Y esto, ¿cómo funciona? La vida funciona así, que no tiene sentido. Que es ilógico de principio a fin. Entonces, aquí está en equilibrio entre, sí que estamos en una generación, en un momento de escucharnos mucho más que las generaciones anteriores, cosa que yo creo que es un avance. Yo sé que la generación de nuestras abuelas, anestesiadas totales de sus emociones, de lo que sentían. Es que era anestesia total, no sabían ni lo que sentían ni nada. Eso tampoco está bien, pero el pensar que ahora todo mi mundo lo voy a crear con la emoción del momento, es superinfantil, es imposible. No podemos dejar el mundo en manos de personas que actúen así. Es imposible.
No podemos, efectivamente, en generaciones anteriores, y especialmente en el caso de España, con el contexto histórico de guerra civil, posguerra civil, pobreza, pues todo era escasez, sufrimiento, sacarse las castañas del fuego, día a día. Y de hecho, yo cuando lo hablo con mis primas, todos son primas de mi edad, hablamos mucho de eso, de la cultura de nuestra familia, donde el trabajo es lo más importante y que te vean trabajador y estar en paro durante un mes es una vergüenza y no querer trabajar más, si te lo ofrecen, aunque ya trabajes en jornada completa, es de ser un vago. Venimos de esa cultura y a veces nos sentimos mal si queremos descansar un poco, porque venimos de esa cultura del sacrificio y del trabajo, y qué es lo más importante. Pero efectivamente, hay que buscar un equilibrio entre eso y el vivir una vida completamente hedonista. Y efectivamente, a veces hay que aplicarse la filosofía esa del jódete. No me apetece, pero es que muchas de las cosas que tenemos que hacer en la vida no nos apetecen y no pasa nada. Pero sí que es verdad que yo también, al menos a mí me pasa, y que cuando estoy con algo muy a tope, como que tengo que relajar.
No puedo estar a tope con todo al mismo tiempo. Te quiero decir, si yo estoy muy a tope con el tema del ejercicio, la alimentación saludable, eso ocupa gran parte de mi energía mental, de alguna forma. Y eso hace que esté menos a tope en otros aspectos de mi vida, como pueda ser el trabajo, mi vida social, mi vida familiar. Y al contrario, cuando estoy a tope con mi trabajo, estoy menos a tope con el ejercicio o cuando estoy a tope con la vida social. Es como que también hay que aceptar, creo que somos humanos y que no podemos estar a tope con todo. Y no sé, cuando yo veo la rutina matutina de algunas personas, que dices: Madre mía, ¿cómo esta persona con siete hijos, se levanta a las cinco de la mañana y hace tantísimas cosas. Y no sé, creo que también hay que aceptar, bueno, también elige tus batallas, no se puede hacer todo al mismo tiempo y al 100%.
Justamente, César, has dicho algo muy importante, el a tope. ¿Por qué meter un hábito tiene que ser a tope? Quiero decir, ¿por qué no podemos hacer las cosas? Eso es muy español también, de cero a 100. Entonces, ¿por qué no podemos hacer las cosas? Un poquito. Quiero decir, ¿por qué? A lo mejor, a nivel alimentación, he entendido cuatro cosas. No es que ahora me daba para empezar con la que tu ahora eres la que leía los ingredientes, porque no sé ni lo qué he comprado. O al final es que mira, tengo que ir al gimnasio tres horas al día, a no ser que tengas un objetivo, yo qué sé, de una competición o algo. Pero quiero decir, ese es el problema también, que no lo metemos en nuestra vida, sino que lo metemos a calzador. Cuando metemos algo a calzador, evidentemente yo no puedo meter 14 cosas a calzador en mi vida. Yo puedo meter maneras de vivir. Y ese a tope es lo que nos deberíamos de quitar. No es a tope, es yo ahora quiero moverme un poco más y lo hago así, porque en cómo organizo mi vida, entra. Por ejemplo, lo que yo te decía esta mañana a las 6:00, porque yo soy una persona que levantarme a las cinco de la mañana, no me supone un esfuerzo. Me levanto a las cinco de la mañana y ya está. Yo he llegado hoy a las siete de la mañana, que en mi casa, se estaba medio despertando, y yo estoy tomándome un café y una ducha, que me estoy despertando como quizá al mismo tiempo que todos. Pero yo no lo he vivido como ¡bien, he metido!. No, ha sido como muy natural, porque al momento que vas con esa sensación de que tira y afloja, tira y afloja algún día la cuerda se rompe y te la pegas en la cara. Es como... Entonces, lo que tú veas, como tú veas, por eso a veces cuando vemos las rutinas de la gente y tal, inspírate si te apetece, si no, no. Yo no sé la vida que tiene esa persona. Igual esa persona se levanta a las 6:00 de la mañana con siete niños, porque es que la única hora que va a estar sola. También te lo digo, que no lo sé. Y yo, por ejemplo, ahora estaba el otro día bromeando, porque ahora llegan las fechas de Navidad. Depende qué país, que si Reyes Magos, que si Papá Noel, que si Santa Claus. Luego ya depende de la tradición, por ejemplo, en Cataluña hay el Caga Tió, hay calendarios de adviento. Ahora, desde hace cuatro o cinco años, alguien ha sacado una moda de unos duendes pequeñitos que hacen... Sí, tú no lo sabes, pero esto a lo mejor, si miras cuentas, como con gente que tiene hijos, son unos duendes pequeños que hacen trastadas. Otros niños se levantan por la mañana y el duende se ha tirado harina. Y yo cuando vi eso, digo: Pero no. No es que quiero que mis hijas sean infelices porque yo no a eso me... Al final son cargas mentales y encima el 99.9% de veces la madre, porque perdona, los reyes no son los padres, los reyes son las madres. Y ahora no, yo no entro en ese juego. Y yo veo madres maravillosas con ropa planchada haciendo eso, y a mí, verdaderamente, me... O sea, es que me la resbala total. Y esto es donde que tengo que trabajar. No, es que yo veo: A ti te tiene que dar igual. Yo estoy en la casa de esa señora, a lo mejor esa señora la hace feliz hacer eso y a mí otra cosa. Y yo no sé lo que pasa. Es que yo me da igual, tú quieres hacer eso, está muy guay, yo hago otras cosas a lo mejor, pero yo no me monto, yo no juego en esa vida, yo paso. De la madre, de lo que sea, del antitodo, me da igual, porque al final es lo que decíamos, si soy la persona más importante en mi vida o la vivo a mi manera o es que vivo todo el día con un tejano que me aprieta.
Sí, hay que desabrocharse el botón, que no apriete el pantalón. Es mucho más cómodo. Pero es verdad la importancia de no compararse, porque sobre todo cuando nos comparamos, solemos compararnos con el resultado que ha conseguido esa persona, no con el proceso que ha seguido. Entonces, decimos: Mi resultado es este y el resultado de esta persona es otro, pero no pensamos en el proceso. E incluso a veces, comparando el proceso, igual hemos hecho lo mismo, pero nunca es lo mismo o nunca estamos en las mismas circunstancias o nunca hemos empezado en el mismo escalón. Y yo solía decir: Compárate contigo mismo, pero a veces ni eso, porque tampoco somos la misma persona o envejecemos o tenemos etapas mejores, peores o nuestra salud se resiente, mejora, empeora. O sea que si lo de... Es lo que puedes hacer ahora con los recursos que tienes.
Eso es. El tema de la comparación es que tiene rollo aquí. Y también aplicable a todo el mundo, aplicable con los idiomas. A mí, por ejemplo, fíjate, yo para tu público que te está escuchando aquí ahora, yo soy profesora de idiomas, yo soy profesora de español, pero yo siempre me pongo, me etiqueto, yo soy una profesora de idiomas mala en idiomas. Pero aparte, totalmente. En el mundo de la educación, de la enseñanza de idiomas, políglotas, que si ahora estoy aprendiendo mi cuarto idioma. Que si yo miro series y yo ya aprendo. Bueno, yo aprendí francés porque la vida hizo que yo me viniera a Francia. Yo llevo 15 años aquí viviendo en Francia, viviendo con un francés, hablando con un francés, relacionándome 300% en francés, no en la parte de trabajo, pero en la parte social, sí. Y yo sigo teniendo un acento que parece que acabo de bajar del avión. Y no significa que esté orgullosa y que me da igual, pero he tenido que trabajar, porque yo a veces veo personas que ni seis meses en Francia o que nunca han vivido en Francia, digo: ¡Qué acento más bonito! Ya no es que no te quiero decir que soy española, yo no tengo ningún problema, soy española. Que se note que soy española, pues digo es muy coherente. Pero, digo: ¿Qué hace este acentazo? Que a veces cuesta entenderme, yo podría tenerlo más flojo. Y no lo tengo y digo: Silvia, si has podido vivir, eres feliz. Si quieres mejorar, mejora. ¿A qué te vas?. Es que claro, al final... Si no es que vivo en la angustia total. Y a lo mejor dices: ¿Pues es conformarte? Pues a lo mejor sí, pero es que soy más feliz de que me he conformado por eso, porque estaba como en lucha constante con mi acento, mi acento, y digo: Bien, sí. Al final, si mi acento forma parte de mí, si estoy consiguiendo ser yo en francés, que eso sí que lo he conseguido, que para mí es un hito enorme, conseguir ser tú en otro idioma. Siempre hay una diferencia, no eres 100% tú en otro idioma, pero entiéndeme, no me bloquea el hecho de hablar francés, y digo: Pues ya está, ¿qué más quieres?. Has formado una familia, has formado una vida, tienes una empresa en francés y tienes un acentazo, pues viva tu acento, es que al final.
Si realmente ya no te supone un problema, porque tienes que... Yo con el tema del acento tengo la misma filosofía. Si te supone un problema o realmente, no es un problema de acento, sino de la pronunciación, donde frecuentemente no te entienden, claro, tienes que trabajarlo, porque la comunicación es que haya comprensión también. Pero si no, si lo quieres mejorar, perfecto, pero si no, no es absolutamente necesario. Y Silvia, última pregunta, porque tú aparte de ser profe, te dedicas a ayudar a otras profes que quieren emprender en el mundo de la enseñanza del español o de idiomas como lengua extranjera. Y a mí me pasa que a veces otros profes me han pedido consejo, sobre todo con el tema del podcast, porque saben que tengo cuatro podcasts, que ahora tenemos un podcast en inglés mi chico y yo, English and Beyond, si alguien lo quiere escuchar, y escuchar mi acento en inglés. Que me preguntan, entonces yo le digo: Pues mira, yo si fuera tú, haría esto, haría tal, cual. Y luego, al rato, les preguntó: Por cierto, ¿cómo fue? ¿Implementaste esto que te recomendé?. Y casi nunca, por no decir nunca, son personas que tienen una frustración porque algo no está funcionando. Les he dado, a lo mejor, una recomendación, un consejo que creo que de verdad puede tener un efecto muy positivo en ese problema que tienen y, sin embargo, como no lo ponen en práctica. Entonces, yo imagino que tú, que trabajas con muchas personas, así hay un freno importante en implementar las cosas. Todos sabemos lo que tenemos que hacer para tener una mejor higiene del sueño o para mejorar nuestro hígado graso. Lo difícil es implementar las cosas que necesitamos hacer. ¿Cómo ayudas tú ahí a esas personas a desbloquear ese problema de implementación?
Que no se malinterprete, yo no doy consejos ni acompañamientos de salud ni de bienestar, ni nada de esto.
No, no.
A ver si alguien me va a llamar por el. No tengo ni idea. No, pero justamente-
Sería para aprender español, Y para mejorar tu emprendimiento.
Ya está. Pero justamente, y de hecho, yo lo utilizo en mi comunicación. Si tú quieres, ¿qué pasa? Que nos responsabilizamos con lo que queremos, pero no con el camino que nos lleva a lo que queremos, lo que tú hablabas antes del recorrido. Y es cierto que a veces, sola, es más difícil. Entonces, yo en mi comunicación ya lo digo: Yo te acompaño, pero la que vas a pasar, la incomodidad, eres tú. Y si quieres evitar la incomodidad, yo no te puedo ayudar. Porque es que es imposible. Y de hecho, muchas personas, y yo creo que es para excusarse de alguna manera, tienen este mensaje de: Es que en las redes sociales nos venden que emprender es fácil. Las redes sociales no se vende nada. En las redes sociales tú te compras lo que tú quieres. Porque de la misma que estábamos hablando hoy, hemos hablado de que hay cosas que cuestan, de que hay cosas que lo hacemos sin ganas y de que hay cosas... Cualquier persona que admires, César, en el mundo de los idiomas, de los negocios, del estilo de vida o de lo que quieras, si investigas un poquito su vida, podemos coger los más cracks o los anónimos, da igual, es que podemos coger nuestras abuelas porque son las primeras mentoras de este mundo, porque son las primeras mentores de este mundo, de este mundo. Si te fijas en su día a día, su día a día fue pico y pala. Fue pico y pala, fue trabajar y tener constancia. Y hay que hacer la diferencia entre ser constante, tener un objetivo, no dejarse la opción a hacer otra cosa, quiero esto y tengo un compromiso con esto, con el sufrimiento. Y yo creo que eso se puede separar. Y a mí una vez, me dijeron cuando iba a parir de mi primera hija, la comadrona me dijo: Silvia, tienes que diferenciar el dolor, del sufrimiento. El dolor en un parto existe, incluso se puede medir.
Es inevitable.
Vale, porque bueno... Y tú o yo vamos a tener una resistencia a ese dolor diferente por miles de cosas. Pero el sufrimiento es la interpretación emocional que yo voy a dar ese dolor. Entonces, el dolor sería lo que es la constancia, lo que es: Oye, que no, da igual, si tengo ganas o tengo ganas, tengo claro ese objetivo, voy a ir a él. El sufrimiento es: Me regocijo en qué difícil es esto, no, no, no, no, nada. En la vida, a mí ahora mismo, hablar de cosas fáciles o difíciles, me parece el ridículo. Porque es fácil y difícil, sacamos los cromos y nos los intercambiamos. Es que claro, qué cosas difíciles y cosas fáciles y cosas que un ahora más rápido que el otro. ¿Y qué, no hay nada nuevo en el horizonte. Eso es así. Y sabes qué pasa, que cuando somos asalariados, César, o somos trabajadoras de alguna escuela o academia, tenemos que hacer algo. Y no hay ningún tipo de emoción, lo hacemos, se acabó. Mañana tienes que crear una unidad didáctica, jolín, y me lo podían haber avisado antes, pero la hago. Si es para mí: Es que a mí no me gusta salir en video, es que a mí no me gusta. Pero, ¿y te gusta lo que te han pedido en esa empresa? ¿Y lo has hecho? Que a veces hay que hacer cosas que no nos gustan, que ahora te tienes que imitar y no escuchar y hacer lo que hacen los demás sin lógica. Pero evidentemente que hay cosas de tu negocio que no te van a gustar, o de tu vida que no te van a gustar, o de tu trabajo que no te van a gustar, o de aprender español. ¿Quién se inventó al subjuntivo? ¿Quién se inventó al por y al para? No podía ser más fácil con una palabra para todo. Pues sí, a lo mejor sí, pero... No te quedes en si es fácil o difícil. Tira y a ver qué pasa. Porque si no, yo no quiero pensar que la vida es fácil y difícil. La vida es lo que es. Y yo voy a intentar hacer lo que pueda en ese momento, como tú decías, y ya está.
Pues nada, sí, un poco otra vez, volvemos a lo mismo, filosofía: jódete, acepta esto como es. Y es verdad que la diferencia entre el dolor y el sufrimiento, cuando estamos haciendo una sentadilla, ya vamos por la sentadilla número 10, duele, pica. Pero si además le añades ese sufrimiento mental, esa interpretación del dolor, pues qué mierda, ¿por qué tengo que estar aquí? Yo no quiero estar aquí, no quiero hacer esto. Al final, añades un elemento extra negativo que a lo mejor te impide llegar a la repetición número 12, ¿no?
Totalmente.
Así que, bueno, Silvia, ha sido un placer, como siempre, hablar contigo este ratito. Yo creo que voy a titular el episodio Filosofía, Jó - de - te, ¿qué te parece?
Me encanta. Me encanta. Me encanta que sepas que la filosofía o la terapia, jódete, es de Patri psicóloga. No le quitemos la frase. Pero sí. Y me encanta este título y muchas gracias, César, que me encantó el mensaje que me enviaste ayer, que tan rápido hemos dado y hemos encontrado un huequecito para vernos. Y que ojalá que esto sirva a todas las personas que escuchan el podcast para intentar hacer lo que les apetece en la vida, independientemente si estamos a uno de enero, a 2 de febrero o a 7 de julio, San Fermín, que da igual, que no solo tenemos que hacer el balance en diciembre y los propósitos en enero, que cada día es un día nuevo y podéis hacer lo que queráis con vuestros objetivos o con vuestra manera de orientar vuestra vida. Así que nada.
Exacto, se puede empezar hoy.
Hoy tanto.
Silvia, ¿dónde te pueden encontrar?
Pues mira, mi escuela de español para expatriados, porque yo me dedico a personas que van a vivir a España o están viviendo en España, en Profe Ole, tanto en Instagram como en Facebook, como en mi página web. Y para los profesores de idiomas que quieren mentorías en en negocio o quieren pildoritas un poquito para meneitos mentales, en Silvia Cabello Mentora en Instagram, en LinkedIn y muy pronto en la web, que mi web de Silvia Cabello Mentora va a salir muy pronto, así que te hago la primicia. No sé fecha exacta, pero para 2025 ya está aquí, ya está quemando el horno, está quemando ya.
Estás en ello. Perfecto, Silvia. Pues muchísimas gracias. Te mando un abrazo a Francia.
Otro para ti, César.
Volveremos a hablar. Y a ti, estudiante, muchas gracias por estar ahí. Si has llegado hasta el final del episodio, que seguro que sí, porque ayer el mensaje que le envié Silvia es que en YouTube, que es una plataforma donde la gente cambia de vídeo muy rápidamente, su anterior episodio en este podcast tenía una retención de más de 20 minutos, que es muy poco habitual para YouTube. Así que esperamos que hayas disfrutado también de este episodio y yo te espero en el próximo. Te mando un abrazo muy grande. Chao, chao.
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