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E69 Inmigración, buenismo y lo egoísta del bien común con Óscar de Sumar Palabras

Updated: Jan 3


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Episodio 69 - Inmigración, buenismo y lo egoísta del bien común con Óscar de Sumar Palabras


Estudiante, te doy la bienvenida al último episodio del podcast de Español Avanzado, el último episodio del año 2024. Eso sí, claro, en 2025 volveremos, pero la semana que viene es Navidad y estaremos preparando la cena de Navidad, que este año viene mi familia a nuestra casa, aquí en Valencia, así que vamos a estar muy ocupados con la preparación y todo eso. Entonces, como siempre te digo que puedes leer la guía de vocabulario, y de hecho te lo recomiendo antes de escuchar el episodio en la web spanishlanguagecoach.com. Allí tienes la transcripción también, las flashcards y los cursos de español que abren el 6 de enero. Así que si te interesa alguno, si quieres mejorar tu español conmigo en 2025, deja tu email en la lista de espera y así no perderás la oportunidad de inscribirte a partir del 6 de enero, que es cuando abren las inscripciones. Todo en la página web. Y hoy voy a hablar con Óscar, que nos ha costado un poco fijar una fecha, pero por fin estamos hablando. ¿Qué tal, Óscar?


Hola, ¿qué tal? Pues sí que nos ha costado, sí. Pero bueno, el que insiste y el que quiere, cuando se quiere, se consigue.


Exacto. Más vale tarde que nunca. Óscar es profe de español también. Tiene un podcast del que luego hablaremos, que se llama: Sumar palabras con justicia social. Define un poco la idea de tu podcast, porque está un poco relacionado con lo que vamos a empezar a hablar.


Es un podcast que tiene como temas principales, obviamente, temas relativos a la justicia social, es hablar de cosas que nos preocupan desde un punto de vista del tema del que vamos a hablar hoy, es decir, de ser buenas personas y de intentar que a todo el mundo se le trate bien. Básicamente es eso. Y por ese podcast, pues para gente que tiene cosas interesantes que contar.


Yo mismo estaré en el podcast, que vamos a grabar después de este episodio. Y yo quería hablar contigo del concepto de buenismo, que no sé cuándo se empezó a usar. Yo he encontrado artículos del año 2005, 2006. Yo creo que fue a principios de los 2000 cuando se empezó a usar esta palabra buenismo. Y bueno, voy a leer la definición de la RAE, de la Real Academia de la Lengua Española. Dice: Actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia. Entonces, yo, Óscar, quería hablar contigo de buenismo, no porque creo que tu podcast sea buenista o que lo que tú haces con tu podcast sea buenismo, porque es un podcast que me gusta y me encanta la idea, sino porque pensé que muchas personas pueden pensar que tu podcast es buenista, que es muy ingenuo, porque cuando se habla de justicia social, cuando se habla de igualdad, mucha gente piensa: Bueno, la vida no es así. La vida no es así, se resignan y cualquier buena intención es acusada de forma perspectiva, porque este concepto buenismo, tiene una connotación negativa, se acusa a estas personas de ingenuas. No sé para ti qué te viene a la cabeza cuando escuchas este concepto.


A mí me viene a la cabeza, y supongo que como la mayoría de gente que ha escuchado este término alguna vez, las discusiones entre políticos, porque al final es sobre todo la política donde se ha usado este término, en los medios de comunicación, pero siempre hablando de política o entre los propios políticos. Y sí, es un insulto directamente. Cuando tú dices que alguien es un buenista o que algo es buenismo, le estás intentando ridiculizar. Y es muy interesante eso, cuando ser bueno es algo malo, es como mínimo impactante.


Sí, yo creo que. Yo no estoy a favor del uso de la palabra buenista, porque es una forma efectivamente de despreciar una buena intención, pero sí que estoy de acuerdo que muchas veces las buenas intenciones no lo son todo o no es suficiente, que a veces hay que ser realista. Y hace poco leí un artículo que me gustó mucho en El País, que hablaban de cómo el discurso o la narrativa sobre la inmigración en Europa la estaba ganando los partidos más derechones, más de la derecha fuerte o extrema derecha. Y la persona que escribía este artículo, no me acuerdo el nombre de la persona, decía básicamente que estaban ganando esta narrativa, básicamente porque aunque de forma populista abordaban el tema, se hablaba de ellos. Mientras que los partidos de la izquierda simplemente no hablaban de ello o no lo hacían con suficiente realismo de lo que supone olas migratorias, de lo que supone para las personas que llegan, de las personas que ya viven en ese país, etcétera.


Es que el tema no solamente que hablen o no hablen, sino cómo lo hablan. Tú sabes muy bien que esos partidos derechones, como has dicho, basan una gran parte de su discurso en crear un enemigo común, sea quien sea. Normalmente, a lo largo de la historia ha sido casi siempre el extranjero. Es muy fácil. Cuando se habla del extranjero como el enemigo, es muy fácil, porque siempre ha habido guerras con países extranjeros, sea quien sea, no importa. Y entonces, es muy fácil decir: El extranjero tiene la culpa. Obviamente, cuando el extranjero viene a tu casa, es mucho más fácil decir: La culpa es del extranjero. Entonces, para partidos derechones, es muy fácil usar este argumento para decir: La inmigración es mala y la izquierda se equivoca. La izquierda habla en realidad de la inmigración. Lo que pasa es que habla de una forma, permíteme el término, buenista. Es decir, los inmigrantes existen, los inmigrantes son personas como tú y yo, y vamos a tratar de hacer que si vienen, estén aquí en buenas condiciones. Claro, si una gente trata al inmigrante como enemigo y otra gente dice al enemigo hay que tratarle bien, pues evidentemente, quien va a ganar a ese discurso va a ser quien dice el enemigo es el inmigrante. Y ahí el buenismo efectivamente está bien caracterizado. Es decir, tú estás tratando bien al enemigo, eso parece de tontos. La cuestión es ¿realmente es nuestro enemigo?. Esa es la verdadera cuestión.


Claro, estoy completamente de acuerdo contigo, y esto del buenismo no solo se aplica al tema de la inmigración. Creo que es un tema del que se habla mucho y que es un buen ejemplo para ilustrar. Pero efectivamente, estoy de acuerdo contigo, el populismo, y ahora hay muchísimos partidos populistas que ganan poder. Primero hay que encontrar un enemigo. Yo siempre digo, normalmente los partidos de derecha el enemigo es... O uno de los enemigos es el inmigrante, los partidos más de izquierda populistas, el enemigo es cualquier persona con dinero. Siempre hay que buscar un culpable de algo y no responsabilizarse de algo que a lo mejor hemos hecho mal nosotros. Un poco más ahondando en el término, se le acusa al buenismo de tener excesiva tolerancia. Una disposición a aceptar determinados comportamientos o situaciones problemáticas, estoy leyendo, sin establecer límites claros, lo que puede perpetuar o agravar dichos problemas. Y yo pienso, cuando hablamos, por ejemplo, de muchos temas sociales en los que algunos partidos son buenistas, me da la sensación de que muchas personas de la clase política realmente hablan de ello, pero no han experimentado estos problemas ni saben exactamente cómo son, porque normalmente son personas de clase media que llevan a sus hijos a colegios concertados o privados y que no ven la realidad de la situación. Entonces, se puede ser más tolerante o más buenista cuando realmente no conoces el problema. Yo creo que eso sí que está bien dejarlo claro, que muchas veces se legisla o se prometen cosas en los programas electorales sin saber la realidad de estos problemas sociales.


Sí, y además hay más variantes. Es decir, es verdad, los políticos, no vamos a decir nada nuevo, se preocupan de ganar votos, no se preocupan por ti o por mí. Se preocupan principalmente por ganar votos. Luego, para disimular un poco, a veces hacen medidas que dices: ¡uy!, mira, se han preocupado por mí. Pero realmente su principal preocupación es ganar votos. Ganar votos para implementar las leyes o lo que sea que a ellos les importa. Y a la verdad, ese buenismo, ese exceso de ingenuidad, que no es ingenuidad, es intentar ganar votos de personas que se preocupan por otras personas, pues les lleva efectivamente a tratar temas que realmente no conocen. O sí conocen, pero les da igual y lo van a tratar de la forma más leve o más superficial posible. Es verdad que no se puede generalizar. Es decir, hay pocos, y más bien diría pocas, políticas que sí saben de lo que hablan o que parece que saben de lo que hablan y precisamente por eso su discurso no es tolerado, no es aceptado. Ni siquiera, incluso muchas veces, dentro su propio partido. Y cuando decimos políticos, también puede ser en tu familia. Ahora que se acercan las fechas de Navidad, vamos a ver en muchas casas discusiones familiares de personas que ven la realidad de formas diferentes y que te acusarán de buenista, a veces con razón, por otra parte. Cuando tú lo único que piensas es: Pues si es que yo lo único que quiero es que esta persona de aquí al lado sea inmigrante, sea transexual esté preocupado por el cambio climático, tenga un entorno favorable, que no tenga que estar discutiendo o defendiéndose cada día de agresiones. Para mí, ese es el problema del buenismo, en realidad, y es llevar todo a un extremo en el que las personas casi casi se ríen de ti. Es que tú no sabes lo que es, lo que está ocurriendo aquí, lo que tú decías en realidad.


Sí, sobre todo porque también creo que se puede caer en el paternalismo o en la condescendencia, cuando damos por hecho que todo el mundo que es inmigrante es buenísimo, que todas las personas que pertenecen al colectivo LGTBI, cuando hablamos de luchas de este colectivo, son personas que siempre tienen buenas intenciones, cuando hablamos de la emergencia climática, por supuesto que la emergencia climática, y yo creo que para mí sí que es una emergencia, por supuesto que va a haber lobbies con intereses económicos que van a tener una agenda, pero eso no quiere decir que la emergencia sea real, para mí, es mi opinión. Por supuesto que va a haber gente dentro del colectivo LGTBI con malas intenciones o con intenciones de llenarse los bolsillos de determinadas formas. Y por supuesto que hay inmigrantes que cambian de país y y no actúan bien. Por supuesto, porque el ser humano no es todo bondad y amor. Por eso creo que puede ser contraproducente. Pero ahora te pregunto, ¿cuál sería la antítesis del buenismo?


Tengo una respuesta no voy a decir políticamente correcta porque no lo es, es muy de moda. De hecho, la antítesis del buenismo es ser de derechas. Pero simplemente no preocuparte por las personas. El individualismo. Para mí, esa es la antítesis del buenismo. Es decir, el buenismo es cuando te preocupas, a veces sin exceso, de otros problemas. A veces sin saberlo, a veces siendo demasiado ingenuo. El individualismo más feroz es cuando lo único que te importa eres tú. Y cuando para conseguir algo que tú necesitas,  que quieres, no te importa pisar a otras personas o otros grupos. Podríamos decir que es egoísmo, pero es una palabra que no me gusta usar porque soy de la opinión de que ese adjetivo puede tener connotaciones positivas también. Creo que a veces es muy bueno ser una persona egoísta en determinadas ocasiones. Pero el individualismo, y la sociedad es cada día más individualista en el peor de los sentidos, porque también tiene connotaciones positivas, por supuesto. Es un problema muy grande y gracias al cual, por cierto, esos partidos de derecha populistas, sobre todo, están ganando tanto terreno en los últimos años.


Yo no estoy tan de acuerdo contigo. No sé si lo decías de broma, que la antítesis del buenismo sería ser de derechas. Creo que ser de derechas es una opción más, que simplemente se pone el foco las prioridades en otro lugar o se buscan soluciones con métodos diferentes. Pero sí que estoy de acuerdo que el individualismo es un problema y yo intento no ser individualista, pero honestamente también de una forma egoísta. Y te explico, es que yo no quiero vivir en un país... Si yo pienso, por ejemplo, en la redistribución de riqueza a través del pago de impuestos, a mí no es que me encante pagar impuestos, pero prefiero vivir en un país donde no haya mucha gente viviendo en la calle o no haya mucha gente que muere por no tener asistencia sanitaria básica, o no quiero que haya guetos, no quiero que haya gente sin casa viviendo con sus hijos en chabolas. Es por una cuestión también egoísta, que quiero vivir en un país mejor. Hay una periodista española, se me ha ido el nombre ahora mismo, es muy famosa. Bueno, se me ha ido. Pero ella dijo en una entrevista hace poco: Yo voto en contra de mis intereses. Pero voto en contra de mis intereses porque no quiero vivir en un país donde efectivamente ella ha vivido en otros países donde tienes que tener casi seguridad, porque hay tanta desigualdad social que vives, pero vives intranquilo. Entonces, yo creo que ser individualista a largo plazo tiene efectos negativos para todo el mundo. Por ejemplo, con el tema de la vivienda, a mí es un tema que me preocupa, no solo porque los españoles y españolas nos vayamos de casa de media, de casa de nuestros padres a los 35 años, que es increíble, sino porque eso tiene efectos a nivel de tasa de natalidad, y la tasa de natalidad tiene efectos a nivel demográfico y de pensiones y de la sostenibilidad del sistema sanitario. Es toda una cadena que si lo pensamos en lugar del corto plazo al largo plazo, quizás sería un poco mejor.


Vale, por una parte, la periodista que mencionabas era Julia Otero.


Gracias, Julia Otero, sí.


Y... No, no, sí. Bueno, lo que decía, que la antítesis del buenismo era la derecha, era medio broma, medio solo, porque sí, como opción política, pues está bien que exista. El problema es que, por lo menos en España y también en otros países, infelizmente la derecha ha sido secuestrada un poco por esas ideas populistas. Ya no es la derecha de hace unos años, que tenía ideas que te pueden gustar o no, pero estaban dentro de su forma de ser, de su forma de pensar, que es totalmente defendible. Puedes estar de acuerdo, pero es defendible. Lo que ocurre es que en los últimos años ha sido un poco secuestrada por esas ideas más populistas, más... No me debo ni siquiera decir de la ultraderecha, pero que sí que es ahondando en ese individualismo. Esto se pudo ver muy bien, por cierto, durante la pandemia, que con todos los defectos que tuvo en su gestión en todos los países, cuando se hablaba de derechos individuales, de la defensa del individuo por encima del uso de máscaras o de vacunas y todo eso, era siempre los partidos más de derecha los que defendían esto y eso es muy triste. No tiene que ver con la ideología mismo. Pero bueno, lo que tú decías, sí, es por egoísmo, es verdad, el defender esa forma de ser. Tú has mencionado a Julia Otero, yo hace unos años me acuerdo de una entrevista que vía a El Gran Wyoming, un cómico español, un cómico o humorista, no sé cómo se le llama, en el que él es un cómico, pero tiene dinero. De esos cómicos, pocos deben ser que ganan mucho dinero tiene sus empresas y tal.


En español, Óscar, se dice socialista de champán. Porque mucha gente... En inglés se dice eso. Creo que en español se dice eso o socialista caviar o algo así.


Socialista caviar, lo he escuchado, o comunista caviar, en realidad, o rojo caviar, incluso.


Que creo que lo acusan a él de eso, porque efectivamente es una persona con ideas más de izquierdas, pero está forrado el tío, tiene mucho dinero.


Sí, podríamos hablar sobre.


Porque ha trabajado mucho.


Pero, sí, está forrado, pero a él le decían precisamente eso: ¿Cómo puede ser de izquierda si estás forrado, si ganas tanto dinero? Y el decía: Pues por egoísmo, yo tengo mi hija o mis hijas, a lo mejor sí tiene más. Y yo lo que quiero es que ellas vivan en un país donde puedas tomar un café sentado en la terraza sin que te vengan a robar el móvil. Porque estaba hablando de un contexto en particular. Y que vivan tranquilas y que por ser mujeres no les vaya a ocurrir nada. Es por egoísmo puro, pero es un egoísmo positivo en este caso. Por eso decía que la palabra egoísmo a veces tiene esa connotación positiva o por lo menos una forma de verlo de forma positiva. Sí, es por egoísmo. El que te preocupe el cambio climático es un asunto egoísta. Y a mí me preocupa el cambio climático porque quiero vivir en un lugar donde no me caiga una lluvia torrencial en octubre, que infelizmente ya sabemos, o en noviembre, perdón, ya sabemos lo que es eso y no es bueno. Bueno, aparte de temas de gestión y todo eso. Es egoísmo puro, pero es que a mí por eso me sorprende mucho que frente al buenismo, enfrente se encuentre el yo paso de todo. A mí me da igual que en el futuro el clima sea mucho peor, me da igual el planeta. Pues, a mí también me da igual el planeta. De hecho, el planeta, en realidad... Y perdona que cambie de tema. Solo un segundito. Cuando hablamos de el cambio climático es malo para el planeta, al planeta le importa un pimiento, el cambio climático. Si al que nos tiene que preocupar es a nosotros, el planeta va a seguir ahí. Los que no vamos a seguir ahí somos nosotros. El planeta, cuando nosotros estemos todos arrasados, va a renacer. E incluso los animales van a renacer, pero el ser humano no. Pero bueno ese es un egoísmo negativo.


Sí, sí, sí, bueno, pero al final se trata de efectivamente, dentro de lo que puedas hacer, hacer algo. Yo también cuestiono mucho esa actitud de: A mí me importa todo un pimiento, no hago absolutamente nada por mejorar la situación de nada ni de nadie. Es como: Bueno, fíjate que haciéndolo también va a mejorar tu situación. De hecho, es esto, es siempre tener una actitud cortoplacista en lugar de medio o largoplacista en todo la economía, en el medio ambiente, en nuestra vida, en nuestra salud. En inglés hay una frase que dice: Choose your struggle, elige tu desafío. Puede ser ahora, con pequeños actos o en el futuro con problemas quizás más grandes. Has mencionado algo, hemos abierto un melón interesante, que es el de ser una persona de izquierdas o tener una ideología más de izquierdas y tener dinero. No sé, a mí no me importa el dinero, me gusta. Y si puedo tener más dinero, mejor me gustaría comprarme una casa, así que me gustaría tener más dinero y poder comprarme una casa. Y tengo una ideología, creo que soy una persona moderada y tiendo a intentar buscar caminos intermedios, pero mi ideología tiende más a la izquierda. Pero no tengo ningún problema con el dinero, ni soy comunista, pero no sé por qué existe esta visión de que alguien, que está mal visto, que alguien con una ideología más de izquierda tenga dinero o quiera tener dinero.


Pues es muy... Bueno, iba a decir que es muy fácil, pero no lo es. Antes comentábamos que el populismo, sea de la ideología que sea, está basado en la creación de enemigos comunes. Para la derecha un enemigo común es el comunismo, incluso para quien no es de derecha. Muchas veces para muchas personas, es el comunismo. A partir de ahí, mucha gente confunde el comunismo con la izquierda, por la razón que sea, por interés o en el caso de los políticos, o por falta de conocimiento, si hay muchas personas. Y no estoy diciendo, por cierto, que el comunismo sea malo. A mí como pensamiento me parece muy atractivo. Ya la práctica es otro tema. Pero, ¿ahí qué ocurre? Siempre se ha considerado que si el comunismo es contrario, no a la derecha, sino al capitalismo, y el capitalismo significa tener mucho dinero, pues entonces, lógicamente, ser comunista, o en este caso ser de izquierda, debería significar tener poco dinero, lo cual, obviamente, es una soberana tontería. Ser de izquierda o tener un pensamiento de izquierda no significa tener poco dinero. Significa que todo el mundo tenga el dinero suficiente para poder vivir cómodamente. ¿Que habrá algunos que vivan más cómodamente que otros? Sí. ¿Que habrá algunas personas que vivan excesivamente cómodas? Posiblemente. Pero lo interesante es que nadie tenga que luchar para llegar a fin de mes, pasando hambre, con grandes problemas para pagar las cuentas, etcétera. El tema no es ser rico o ser pobre. El problema es que todo el mundo tenga una vida cómoda. Ese es el planteamiento de ser de izquierdas. No es tener poco dinero o tener mucho dinero o no tener dinero. Entonces ser rico y ser de izquierdas es absoluta y totalmente compatible. No hay ningún problema con eso.


Y de hecho, bajo mi opinión, es algo, de nuevo, un poco egoísta desde el punto de vista que si eso sucediera, si viviésemos en sociedades, que en España, yo creo que hasta hace poco, depende del momento, si había crisis o no, pero estamos en ese estado del bienestar donde esta situación se daba. Hay más tranquilidad, hay más seguridad para todo el mundo.


Claro. Mira, es que cada palabra que dices me azotan 20 temas a la vez. Por mezclarlos todos en un ejemplo. Antes hablábamos de inmigración, cuando vino un inmigrante, una de las cosas que a los políticos más reaccionarios les gusta decir es que los inmigrantes vienen aquí y saturan el sistema de salud español. Estamos hablando de España, pero bueno, eso ocurre en todos los países dicen eso. Bueno, en Estados Unidos no. ¿Qué ocurre? Ellos quieren, por tanto, que el sistema de salud no sea accesible para inmigrantes. En principio dicen: Bueno, claro, los inmigrantes llegan aquí, no han cotizado nunca, no han pagado impuestos. Cuando llegan, ¿por qué tendrían que beneficiase de algo, por lo que el resto de personas que viven aquí están pagando impuestos? Y a mí se me ocurren muchas razones. Y ese estado del bienestar consiste no solamente en tener un centro de salud a la puerta de tu casa, sino que la persona que está al lado tuyo no te pueda contagiar una enfermedad. La persona que viaja al lado en el metro, pues tenga una salud razonable para que tú te sientas seguro al estar sentado a su lado. Y eso no se puede conseguir si no todo el mundo es tratado de la misma forma en un sistema de salud. Si la persona que está sentado a tu lado, sea inmigrante o sea español, que de hecho sea de paso, los españoles también tienen problemas dependiendo quién, a acceder a un sistema de salud decente. Si tiene problemas para curar una enfermedad contagiosa, te la puede contagiar, sin más. O sea, es un problema de egoísmo al final. Pero eso es una visión que las personas que se centran mucho en sí mismas no tienen, no pueden conseguir ver esa parte. Y no lo veo muy bien, ¿por qué? Porque eso en realidad deberían verlo. Y decir: Yo no quiero a mi lado una persona que me va a contagiar una enfermedad. Estoy poniendo este ejemplo por poner uno, pero hay muchos, claro. Y todo esto, no sé por qué lo estaba contando.


Sí, va todo en la línea. O sea, para mí, por ejemplo, y al final hemos hablado un montón de inmigración, pero es que, y creo que ya lo he dicho en este podcast alguna vez, tanto la inmigración de primera, digamos, expatriados, personas que vienen de países ricos a vivir a España, por ejemplo, como la inmigración de personas que están huyendo de alguna guerra o vienen para mejorar su situación económica, como lo he hecho yo, por ejemplo, cuando me mudé a Reino Unido, durante la crisis en España. Al final, no puedes aceptar solo lo bueno o querer solo lo bueno de algo. Por supuesto que cuando yo fui a Reino Unido y sin haber cotizado, tuve gripe y fui al hospital y usé los recursos. He usado bastante el médico por diferentes cosas, nada grave, pero he ido bastante al médico y los primeros años, seguramente, no había cotizado lo suficiente como para pagar mis tratamientos médicos en Reino Unido. Pero no puedes tener solo lo bueno de algo, no puedes tener solo esa mano de obra que necesitas para mantener gran parte del sector agrario, por ejemplo, en España, que está trabajado por personas migrantes, especialmente, no puedes tener solo lo bueno y no aceptar lo malo. Es como querer que tu pareja sea perfecta. Te meto en mi vida, pero solo quiero que tengas los rasgos positivos. Lo negativo que traes no me gusta y no lo quiero. Estoy de acuerdo que sí que puede haber, por ejemplo, ciertos controles y de hecho los hay. O al menos lo que yo estoy experimentando con mi pareja, que es británico, para regularizar la situación tienes que... Bueno, depende del procedimiento, hay un procedimiento que sí que te pide... Esto no lo entiendo muy bien. Hay un procedimiento que te pide los antecedentes penales de los últimos diez años, de los 10 años donde si has vivido en varios países tienes que mostrar tus antecedentes penales. Hay ciertas cosas que sí que me parece bien regular. Igual que yo me hice británico y antes de convertirme en británico, también me pidieron un montón de documentación y me parece bien no aceptar personas que han estado delinquiendo en su país, por ejemplo, o no regularizar a personas que son delincuentes. Pero es inevitable que a veces pase ese filtro y que no todo puede ser positivo. Puede que llegue gente de fuera y haga que los precios de los alquileres suban. Puede que el sistema de salud se vea resentido también por eso, por la llegada de nuevas personas. Pero es eso, no podemos aceptar solo lo bueno y querer eliminar todo lo malo. Es que es poco realista e infantil que eso pase. Lo que se puede hacer es cómo se puede reducir lo malo o cómo se puede desatascar el sistema sanitario, si llega a más personas, etcétera. Pero me parece muy infantil querer solo lo bueno, pero nada de lo malo, de las cosas de la vida.


Totalmente cierto. Y no solo eso. Además, el problema de los últimos años, que en realidad no son más que una repetición de casi la misma década del siglo pasado, es la reducción a lo más simple de los problemas reales. Me explico. Pensar que poniendo controles, ciertos controles, vamos a evitar cosas malas, es de una ingenuidad apabullante. Pensar que poniendo, por ejemplo, unas vallas en Melilla, vamos a evitar que entren inmigrantes es desconocer el problema real de los inmigrantes. Y otra vez con los inmigrantes, pero que es un ejemplo muy fácil de usar.


Muy de actualidad.


Sí, bueno, siempre se...


Se habla todos los días en la prensa.


Sí. Pero fíjate, voy más allá. Antes comentabas, por ejemplo, pedir los antecedentes penales, está bien, porque no quieres que entren personas que han delinquido en su propio país, a tu país. La cuestión es, ¿por qué? Es decir, ¿por qué han delinquido? ¿Por qué son delincuentes? ¿Qué han hecho en su país? ¿Por qué han ido a la cárcel? Porque claro, no es lo mismo ir a la cárcel por un delito de político contra una dictadura. Obviamente nadie diría: Ostras. No, he luchado contra una dictadura. Entonces, fui a la cárcel. Tienes antecedentes penales.


Claro, sí. Bueno, depende, claro. Yo no sé cómo... La verdad es que ahí sí que me pierdo. Yo, por ejemplo, en Reino Unido, trabajé de profesor particular con niños. Entonces, en Reino Unido los padres te piden que demuestres que tú no tienes ningún tipo de antecedente penal. Y en España hay dos tipos de antecedentes penales, los de delitos sexuales y los otros. Entonces, yo presenté los dos. Y creo que, por ejemplo, en el caso de trabajar con niños, es muy importante que esa persona no haya tenido antecedentes penales relacionados con delitos sexuales nunca. Yo no querría que mis criaturas, lo siento, aunque hubiese sido hace 20 años, pero efectivamente puede ser una cuestión política. Habría que verlo, sí.


Sí, por eso digo que cada problema no se puede generalizar tanto. Y de eso se trata el buenismo, en realidad, el buenismo de forma positiva, volviendo al término original. Hablar de que los problemas no son genéricos. Tú no puedes hablar de un inmigrante que viene a España para quitarte el trabajo, como si eso es lo que ocurriese en todos los casos. Primero, porque hay muchos inmigrantes que no vienen a España a quitarte el trabajo. Segundo, porque muchos inmigrantes vienen a España a trabajar en algo que los españoles no pueden o no quieren. Y tercero, porque en realidad el problema del trabajo de los inmigrantes es que les pagan poco y mal. Y los empresarios, normalmente, son españoles. Dicho sea de paso. Entonces, tú no puedes observar. Y una cuarta parte es que no todos los inmigrantes son pobres o tienen problemas, como tú decías, tu pareja es británico. Y los británicos, en general, porque hay de todo, cuando vienen a España, son personas que no son pobres, tampoco ricos o no necesariamente ricos, pero no están observados de la misma forma que cuando el inmigrante es un... No sé, un marroquí.


Ni siquiera se utiliza el mismo nombre, se les llama expats, por ejemplo.


Exactamente, eso es horrible. Hace poco no sé en qué potencia escuchaba alguien diciendo: Claro, es que es indiferente porque un expatriado es un inmigrante que trabaja. Y el pueblo que estaban ahí y dicen: ¿Cómo? ¿Qué es eso? ¿Qué ocurre? El resto de inmigrantes no trabajan. No, trabajan todos o quieren trabajar o necesitan trabajar más bien, porque trabajar no quiere nadie. En fin, que al final todo se reduce a a observar que los problemas no se pueden generalizar. Y muchas veces esa es la tendencia que tenemos, generalizar los problemas, generalizar las soluciones. Y eso no puede salir bien de ninguna forma. Eso se ha hecho muchas veces. Y se ha hecho muchas veces para mal. Entonces, deberíamos aprender de eso. Lo que pasa es que el ser humano no tiene esa capacidad de aprender de los errores antiguos.


Generalizar nunca es una buena idea. Al final es eso. Se trata de no simplificar problemas complejos, ni para bien con el buenismo ni para mal con otras fórmulas. Óscar, cuéntanos dónde te pueden encontrar los estudiantes.


Bueno, me pueden encontrar online, porque es donde me muevo, concretamente en sumarpalabras.com, que es mi proyecto vital ahora mismo como profesor de español, que es básicamente, sobre todo, por encima de todo, una revista, una revista para estudiantes de español, que trata temas de justicia social. Tal vez desde un punto de vista buenista, no lo sé.


Muy bien. Y luego tienes el podcast, que tiene el mismo nombre, que yo seré entrevistado en las próximas semanas. Y nada más, Óscar, muchísimas gracias por tu tiempo y por esta charla.


Gracias a ti, me encantó la charla contigo, César.


Gracias. Y a ti estudiante, gracias por llegar al final del episodio. Ya sabes, no te quedes solo con la escucha, comparte tus opiniones también. Queremos leerte, puedes comentar en Spotify, hay una sección de comentarios, en la transcripción en la página web, en YouTube, si lo estás viendo en YouTube, deja tu comentario, practica tu español, utiliza alguna de las palabras o expresiones que hemos usado nosotros. Y nada más, yo te escucho, te veo, nos escuchamos en el 2025, el próximo año ya. Espero que tengas una buena transición entre años y muchas gracias por todo el año de escuchas, por todos los temas de los que hemos hablado. Ha sido un placer y muchísimas gracias. Te mando un abrazo muy grande. Chao, chao.



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