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E75 Charla con mi padre: inmigración, de Londres a Ibiza, y una vida dedicada a la hostelería

Updated: Mar 19


Lista de vocabulario (leer antes de escuchar el episodio):



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Episodio 75 - Charla con mi padre: inmigración, de Londres a Ibiza, y una vida dedicada a la hostelería

Hola estudiante, te doy la bienvenida a un episodio más de este podcast para estudiantes de español de nivel avanzado. Conversaciones reales en español sin adaptar. Hoy tengo a mi padre conmigo, Rubén, ahora lo presentaré. Como sabes, el objetivo de este podcast es que escuches español real. Eso sí, te damos la posibilidad de utilizar los recursos gratuitos para mejorar la comprensión y que aprendas más. Estos recursos son la guía de vocabulario, que puedes leer antes de escucharnos, la transcripción y también las tarjetas de vocabulario para retener esas palabras y expresiones nuevas. Todo esto lo tienes en la web spanishlanguagecoach.com. Y allí también verás que esta semana están abiertas las inscripciones a mis cursos online de español para mejorar tu español conmigo. Puedes inscribirte hasta este domingo, día 9 de marzo, día en el que cerrarán las inscripciones. Tienes toda la información allí. Puedes hacer también un test de nivel, si no estás seguro o segura de qué curso es mejor para ti. Y ahora quiero que escuches la opinión de una persona que ya ha completado uno de nuestros cursos. 


Hola a todos.  Me llamo Simón y soy de Alemania. César presenta diferentes contenidos que son acompañados con estudios de la gramática española.  Lo que me impresionó muchísimo fue el tratamiento muy comprensible del subjuntivo de una forma super lógica. Además, todos los capítulos del curso contienen tareas de escritura que ayudan mucho a pensar en la lengua extranjera.

Yo, por ejemplo, antes tenía que traducir casi todas mis frases de mi lengua materna al español. Además, César muestra expresiones del español que se usan frecuentemente por parte de los nativos.  En resumen, es un curso muy estructurado y muy bien hecho, y lo puedo recomendar a todos los estudiantes que buscan aumentar su nivel.


Muchas gracias a ti por tu confianza y por tu compromiso con el español, como siempre digo.


Y tú estudiante, si también estás buscando una forma estructurada de aprender y mejorar tu español y te apetece hacerlo conmigo y el resto de personas del equipo, este es el momento. Y ahora sí voy a empezar ya a hablar con mi padre, Rubén, ¿cómo estás?


Hola, buenos días.


Porque ¿cuándo fue que te operaron del trasplante?


Tres años va a ser ahora.


Tres años.


En un mes.


Sí.


Ahí tuvimos una charla para el podcast de nivel Intermedio, porque no sé si era por COVID o por la operación que tuviste, que era un trasplante de riñones, pero estuvimos como varios días los dos sin poder salir de la habitación.


Sí, una semana.


Una semana. Así que aprovechamos para grabar un episodio allí, que estábamos apartados y aislados. Fue un episodio interesante. Bueno, ya estás bien, ¿no?


Bien, gracias a Dios.


Quiero hablar de varias cosas contigo hoy, pero hay una cosa que siempre digo en las clases de español, que es una curiosidad, y es que España es el país del mundo con más bares por habitante. No sé si se refiere a bares o bares y restaurantes también.


En general, bares y restaurantes.


Sí, ¿verdad?


Cafeterías, todo.


Claro, ¿Por qué crees que esto es así? ¿Por qué España especialmente tiene tantos lugares de hostelería?


Yo pienso que uno de los motivos fundamentales es mucha gente que se queda sin trabajo y si tiene unos ahorros, pues dice: Bueno, pues yo igual que voy al bar a tomarme una cerveza, yo creo que también se me hace servir una cerveza y voy a montar una cafetería debajo de casa o cojo un traspaso o algo de esto, y ya me hago autónomo. O sea que lo ven como cuando alguien se queda sin trabajo, lo ven como una opción fácil. 


A ver, que hemos tenido que cortar por problemas técnicos. Lo de la pregunta sobre la hostelería, te la hacía porque tú has dedicado 38 años a trabajar en la hostelería y quería saber un poco cómo habíais acabado, no solo tú, sino también tus hermanos y hermanas, todos en la misma industria. Pero antes vamos a ponernos un poco en contexto, porque vuestra historia familiar es la historia de muchas familias españolas de la época. Tú eres del 58 y en el 59 os mudáis o emigráis a Argentina.


Exacto.


¿Por qué toman los abuelos la decisión de emigrar a Argentina?


Bueno, una de las principales decisiones fue porque había mucha familia allí y le contaban cosas que, cosas muy buenas. Como que allí era ir a descubrir América y América era a descubrirla, pero a quitar yuyos, como le decían allí.


Quitar yuyos, ¿eso qué es?


Sí, hierbas. Los yuyos son las hierbas. Y a quitar plantas de los montes y todo, porque estaba todo... Vamos, sí, el terreno barato, incluso te lo regalaban, pero había que ganártelo todo eso. Bueno, entonces, al año, en el 59, decidió ir con toda la familia, cinco hijos y ellos dos para Argentina en barco, un mes en barco para allí.


¿Tú eras un bebé?


Yo tenía un año. Iba gateando por el barco, decía la abuela. Y nada. Fue llegar allí e irse para donde estaban parte de la familia, incluso más lejos, y compró una isla del abuelo, una isla allí en la Patagonia.


¿Las islas estaban baratas en esa época?


No, era una isla porque estaba entre ríos y entre arroyos y había que cruzar en barca para ir a la isla esa, en Viedma, en el sur de Argentina. Y allí fue el primer tropiezo que tuvo, cosechas malas, ganado muy poco y estuvimos allí creo que dos años o una cosa así, y ya fue marcharse de ahí, venderlo e irse más cerca de la ciudad, para otra zona.


O sea que los dos primeros años en la tierra prometida no fueron como os esperaba.


No es oro todo lo que reluce, no, para nada. Fue mucho trabajar y pocos beneficios, ninguno, al contrario, pérdidas.


¿Y cuándo empiezan a sacar cabeza y empiezan a tener los frutos de haberse.?


Al cuarto, el quinto año, fue cuando ya empezaron buenas cosechas, sean de patatas, sean de cebolla, sean de ganado, lo que sea. Empezó ya a ganar dinero, a ir bien. Y ya cuando están las cosas bien, te compras una casa en la ciudad, cambias el coche y cosas así que iba haciendo el abuelo, porque siempre era un tratante, siempre estaba tratando de hacer negocios con lo que sea. Lo mismo con el campo que con ganado, que con una casa en la ciudad, venderla y comprarla otra, siempre iba así.


Has utilizado una palabra que no había escuchado nunca, un tratante. Sí. O sea, como un negociante que buscaba oportunidades.


Exacto. Un tratante era antiguamente que iban por los pueblos vendiendo cosas o comprando, pues igual él era eso.


Hoy en día, si hubiese nacido en esta época, sería un cryptobro, sería un trader o algo así. Y estáis allí, ¿cuánto tiempo, cuántos años?


Pues yo estuve 17. Y ellos tuvieron dos o tres más, porque al venirme yo para aquí, primero se vino una hermana mayor y luego ya poco a poco fueron viniendo el resto de la familia.


Volvéis a España.


Sí, volvemos por aquí.


Para ti, ¿cómo fue pasar? Porque yo he comentado a veces ese choque cultural inverso de haber estado diez años en Inglaterra y ahora volver a España. Pero claro, es que tú no te acordabas de España. Los únicos recuerdos que te acordabas, que tenías de España era lo que te contaban y lo que vivías dentro de una familia española viviendo en Argentina.


Sí, lo que contaban nuestros padres, pero tuve la suerte o tuvimos la suerte todos los hermanos de venir en el en el año 71 a pasear. Estuvimos seis meses aquí paseando.


Visitando.


Visitando, sí, recorriendo toda España, de arriba abajo, se trajo el abuelo el coche en el barco también. Y estuvimos seis meses y claro, ya viendo toda la familia, nos contaban cosas, unas mejores, otras peores. Pero el año 71, aún había dictadura en España. Dictadura en Argentina, dictadura en España.


Es que los dictadores como son.


Ya, pero claro, es la tierra donde has nacido y la otra es la donde te has criado. Entonces, va a estar indeciso si venirte o no, pero además, yo con 13 años no podía hacerlo solo. Pero bueno, ya fue un poco más adelante cuando ya me vine para aquí.


Dices la tierra donde naciste, la tierra donde creciste. Y de hecho, aunque ya llevas un montón de años en España, todavía hay mucho de Argentina en ti, entre otras cosas, tu acento. Porque tu acento no es ni de Zamora de donde sois, ni de Valencia, donde has vivido la gran parte de tu vida. Por ejemplo, Seseas, a veces sí, a veces no.


Sí, hay veces que te queda una pizca de acento. Yo creo que es la mezcla, un poquito de allí. Mis hermanas, las mayores, sobre todo la mayor, sí que tiene mucho más. Y hay otra también que... Sin embargo, la Argentina, que tengo una hermana que nació allí, la tía Inés, es argentina, pero no tiene nada de acento.


Lo ha perdido, sí, pero es interesante. O cuando te juntas con alguien de Argentina, como que te sale muchísimo más el acento. ¿En qué cosas eres más argentino de personalidad, crees? ¿Hay algo que digas: Esto es muy de mi etapa de Argentina, que he mantenido?


Comer carne.


Comer carne, el asado de los domingos.


Es que allí estábamos acostumbrados. La abuela, veníamos del colegio y era un bife para comer y un bife para cenar, lo más rápido que había. Es como si aquí te dicen, porque es lo más barato, el lomo de cerdo a la plancha o costilla de cerdo en la plancha. Y eso era lo que sacábamos todos los días.


Que yo siempre digo que la cocina de mi abuela, abuela española, pero era más como una nona italiana, porque siempre que íbamos a su casa había tallarines caseros, lasaña, pizza. O sea, no era la típica abuela que te cocina un cocido o una paella, sino que de la influencia italiana, de la inmigración italiana, ella aprendió cocina italiana y es algo que continúa haciendo toda su vida. Y vosotros también. Entonces, te vienes a España y al poco tiempo te vas a Londres, y te vas tampoco en las mejores condiciones, porque eres literalmente un inmigrante indocumentado.


Porque España no estaba aún en la Comunidad Europea, y entonces tenías que ir con una escuela para que, como que vas a aprender inglés allí. Tenías que llevar dinero y tenías que tener una residencia, saber dónde ibas a vivir, como estaba ahí la tía Pilar entonces ya. Pero el problema, antes de llegar a Londres, es que yo me vengo a España, que el abuelo había comprado una vivienda aquí y estoy seis meses, pero recién acabada la dictadura, porque yo me llegué en noviembre, justo el mes que murió Franco. Y me vengo aquí y estoy seis meses. Y no estaba muy a gusto y fue cuando me fui para Londres, donde estuve allí dos años viviendo. Y luego me tomé unas vacaciones, y de vacaciones a Ibiza. Y me encontré un trabajo en Ibiza y ahí me quedé una temporada, pero yo ya sabía que me tocaba hacer la mili, el servicio militar, y entonces ya no volví para Londres. Y como me decías antes, el tema de la hostelería, yo creo que el que los indujo a casi toda la familia a trabajar en la hostelería, fui yo, porque de Londres trabajaba en hostelería, llego a Ibiza, trabajo en hostelería, termino la mili y monto un restaurante en Valencia. Y de ahí fue cuando todo el mundo, toda la familia, empezó a trabajar en el restaurante que tenía yo, que luego me fui, se lo dejé a parte de la familia. Y cuando he trabajado en otras empresas, alguna hermana que estaba sin trabajo y demás, la he puesto también a trabajar en hostelería. Ha trabajado ahí.


Vamos a empezar por Londres, porque en Londres estabas... Como digo, no tenías residencia para poder trabajar, estabas como estudiante, así que tenías que trabajar...


Ilegal.


De forma indocumentada, por debajo de la mesa, como dicen en inglés. Y trabajaste en un restaurante con ilustres clientes.


Un restaurante muy famoso que se llamaba La Popot. Estaba en Knightsbridge, detrás de la tienda de Harrods, y ahí va gente muy famosa. Allí conocí a la princesa Anna, a Camilo sexto, gente muy famosa que pasaba por allí.


¿Y tú estabas ahí de kitchen porter o de camarero? ¿O fuiste ascendiendo?


No, trabajaba en la cocina, de ayudante de cocina. Empecé como friegaplatos y luego ayudante de cocina.


Claro, es que hoy en día todavía se empieza. Si te vas a Londres, empiezas como fregaplatos y luego vas ascendiendo.


Y más sin papeles, que no podías estar con los clientes.


Claro. Y me contabas que en este restaurante casi todos los camareros o cocineros eran gays, ¿no?


Todos extranjeros, todos.


No, no, gays, gays.


Sí, en el restaurante sí.


Extranjeros y gays. Sí. O sea que te hiciste muy gay friendly allí.


Ya, sí. Me cuidaban mucho.


Muy bien. Y luego te vas a Ibiza. Pasas de Londres a Ibiza. Cambió brutal. Y era la Ibiza de los 70. O sea, todavía no estaba gentrificada, ¿no?


Era en el año final de 78. Y era una época casi de los hippies todavía, porque siguen aún, pero en aquella época me tocó o pude, tuve la gracia de ver a Bob Marley.


¿A Bob Marley?


A Bob Marley, sí, en el campo de fútbol de Ibiza, Bob Marley and the Wailers.


O sea, ¿un concierto?


Un concierto, no sabía, qué chulo.


Y una época buena, porque yo en Ibiza, como me gustó, vi el ambiente y tal, y era principios de verano, digo: Voy a ver si encuentro trabajo, y en una semana estaba trabajando en la isla pequeña de las Baleares, en Formentera.


Es precioso Formentera. Y una pregunta que no te lo he preguntado nunca, pero ahora que nadie nos ve ni nos escucha. En Ibiza, en los años 70, la época hippie, experimentación, España en democracia por primera vez después de muchos años, había muy poca información. ¿Tú experimentaste, como hizo mucha gente, con el tema de las drogas en esa época?


Experimenté, pero con drogas suaves. El tema de un porro una cosa así que era muy normal, igual que en la mili.


¿En la mili también?


En la mili, en el servicio militar. Y más donde la hice yo, que era la legión. Entonces, ahí había para distraerte o para olvidar o para muchas cosas, un porro y un tatuaje.


Pero tú no te hiciste tatuaje.


No me hice ningún tatuaje. Y porro tampoco, me daban sueño. O sea, probarlo sí, pero comprar o tomar así a diario, no.


Más saludable. Entonces, crees que ahí empiezas tu experiencia en la hostelería, y en Valencia, abres tu primer restaurante ¿tú solo o con socios?


Sí, lo abrí con mi cuñado Cristóbal y lo abrimos a medias, pero él a los pocos meses tenía otro trabajo y no podía hacer las dos cosas, entonces lo dejó.


¿Qué tipo de restaurante era?


Restaurante italiano, tipo de pizzas y pastas, pizzería. Pero en un sitio muy privilegiado, en una gran vía de Valencia, que era como un punto de encuentro, y tuve un restaurante que trabajaba muy bien.


¿Y tú habías aprendido a hacer pizzas? ¿Eras pizzayolo de la etapa de Argentina que veías a la abuela hacer pizza o aprendiste en Ibiza y Formentera?


En ninguno de los sitios, empecé aquí. En Valencia.


O sea, tú abriste un restaurante italiano sin saber hacer pizzas.


Sin saber hacer... Bueno, pero tenía mi madre, sobre todo, hacía la masa al principio, mi hermana también. Y luego ya yo como dueño de local, decidí ponerme al frente del horno y hacer las pizzas. Y la gente lo aceptaba muy bien, le gustaba mucho.


Claro, porque en esa época ¿Cuántas pizzerías había en Valencia?


En Valencia, si habría 10 o 15 pizzerias, sería mucho. Cuando ahora en una calle, a lo mejor te encuentras tres o cuatro.


En esta calle que vivimos nosotros, hay 15 000, es verdad. Y entonces esa es vuestra primera experiencia y luego los tíos, las tías también montan lugares de restauración, pero ahora solo queda una, la tía, que ya se quiere jubilar también con una cafetería. Porque es verdad que es un negocio donde tienes que trabajar muchísimo y que además, cuando todo el mundo está de fiesta, cuando todo el mundo está celebrando, es cuando tú más trabajas.


Sí, es muy esclavo. No solamente cuando hay fiestas y demás, lo que tú decías ahora, la única persona que queda en hostelería es la tía, y ella tiene ahora a lo mejor dos personas de baja que tuvo hace 15 días y ella tenía que estar ahí 18 horas al día. Eso es horroroso. Eso no es un trabajo, es una esclavitud.


Claro, es que antes no sé si ha quedado registrado porque hemos tenido problemas técnicos. Te he preguntado por qué creías que había tanta gente o tantos bares, restaurantes en España, más que en ningún otro lugar en el mundo, y decías: Es que mucha gente, cuando no tiene trabajo, decide montarse un bar. Y es verdad que no es tan fácil como parece, porque necesitas tener experiencia en cocina, en atención al cliente y luego además dedicarle muchísimas horas, especialmente al principio.


Ya. Eso sigue siendo uno de los motivos. También ahora existen las franquicias también que abren hasta en los barrios. Y ahora, ya que sigue siendo un trabajo duro, por así decirlo, ya no vamos a decir esclavo, un trabajo duro, de abrir de lunes a domingos, ahora viene la gente de afuera, los inmigrantes, sobre todo los chinos, que se están quedando con los bares que se traspasan.


Sí, esto es un fenómeno que me he dado cuenta, que muchos ciudadanos chinos cogen bares españoles, pero es superinteresante, porque son bares tradicionalmente españoles, regentados por ciudadanos chinos que cocinan comida española, además lo hacen muy bien, pero también meten platos chinos. Es como cocina fusión.


Una mezcla, sí. Pero aparte de los chinos, también ahora mucho colombiano, mucho venezolano, mucho ecuatoriano. De Sudamérica también hay mucho país. Y a Argentina, claro, un montón.


Claro, sí.


Pero ya a los argentinos llevan tiempo, pero lo de los chinos ya es que se han adaptado a nuestra forma de vivir.


Y a la gastronomía, que ya te digo, es que pides unas patatas bravas en un restaurante español/chino y están perfectas. Sí, pero yo sí que he hecho un poco de menos eso que, por ejemplo, en las ciudades, en Valencia, me he dado cuenta de que hay muchísimas franquicias ahora. El otro día lo comentaba, yo me acuerdo cuando era pequeño, en la Plaza del Ayuntamiento, que es como la plaza principal de la ciudad, de lo que era y lo que es ahora, que es un Burger King, un McDonald's, un Taco Bell, un Starbucks, todo franquicias que están en cualquier lugar. Y yo pienso, un estadounidense llega a Europa para ver la vieja Europa y se encuentra lo mismo que encuentra en su ciudad en Seattle.


 Ha cambiado mucho...


La globalización de todo eso.


Antes había un bar que trabajaba mucho en una esquina y venía a un banco y te pagaba lo que quisieses por el traspaso para apuntar una sucursal bancaria, ahora es al revés.


Claro.


Ahora el banco cierra y montan un bar.


Claro.


Ha cambiado mucho.


Sí. Bueno, Valencia ha sido declarada por Forbes, de nuevo, no solo la mejor ciudad del mundo para vivir como expatriado, también la mejor ciudad del mundo para jubilados y jubiladas con renta estadounidense, creo que era la condición. Tú estás jubilado y vives en Valencia. ¿Crees que es una buena ciudad para jubilarse?


Por supuesto, claro que es una buena ciudad para jubilarse y para vivir. Y aquí lo tienen todo. Playas, sol, gastronomía, vamos. Y mejores precios que otras ciudades de Europa y sobre todo de España, como Madrid o Barcelona. Valencia es más económica.


Ahora van a subir los alquileres.


Ya lo están subiendo. Están por las nubes.


¿Te lo has pasado bien?


Muy bien.


Me alegro. Ha sido una charla muy entretenida. Y estudiante, espero que tú también lo hayas pasado bien y hayas aprendido sobre todo. Hemos dicho muchas palabras nuevas y expresiones. Yo he aprendido alguna palabra también. Te espero en el próximo episodio. Te mando un abrazo grande y recuerda que te puedes inscribir a los cursos hasta este domingo, día 9. Un abrazo. Chao, chao.



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