E118 ¿Sufres de fatiga informativa o infoxicación?
- César

- Jan 12, 2023
- 11 min read
Updated: Jul 15, 2024
Flashcards de vocabulario: https://quizlet.com/gb/762822565/episodio-118-sufres-de-fatiga-informativa-o-infoxicacion-flash-cards/
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Episodio 118: ¿Sufres de fatiga informativa o infoxicación?
Hola estudiante. Te doy la bienvenida al segundo episodio de este nuevo año 2023. Recuerda usar la transcripción gratuita si la necesitas, y usar las flashcards de vocabulario para memorizar todas las palabras que no conoces y que vas a descubrir en el episodio. Solo tienes que ir a la página web www.spanishlanguagecoach.com
Si has estado escuchando este pódcast durante un tiempo probablemente sepas que yo no sigo mucho la actualidad, no estoy al tanto de las noticias normalmente. Esto, al mismo tiempo me hace sentir mal, porque quiero saber qué está pasando en el mundo, tener una visión general. Ahora mismo llevo varias semanas escuchando la radio en inglés y ya estoy saturado. Noticias sobre el príncipe Harry o las huelgas de trenes y personal sanitario cubren horas y horas de información en la radio británica. No digo que no sean temas importantes, que lo son y mucho, pero es verdad que es fácil caer en la fatiga informativa o infoxicación.
De esto voy a hablarte hoy. Vamos a hablar de lo que significa, si ha empeorado en la era digital, a quién afecta más, cómo nos afecta y por último, cómo podemos ponerle remedio.
Además voy a explicarte también por qué creo que este tipo de fatiga puede ser muy perjudicial para estudiantes de idiomas como tú o como yo.
Antes de empezar con el tema de hoy quiero recordarte que si te interesa mejorar tu español conmigo y quieres inscribirte en mi curso online para estudiantes de nivel intermedio - Español Ágil, ahora es el momento. Las inscripciones cierran el 20 de enero. Aclaración importante: las inscripciones cierran ese día, pero puedes empezar el curso cuando quieras, no hay deadline, es un curso de auto-estudio que tú decides cuando empezar y el ritmo al que lo haces.
En la página web tienes toda la información sobre en qué consiste el curso y cómo funciona, así que en lugar de eso, te voy a leer tres mensajes que escribieron tres estudiantes al completarlo:
Empiezo con el mensaje de Allan. Dice: “Yo no habría terminado el curso si no hubiera disfrutado tanto. Y ahora voy a empezar de nuevo para revisarlo todo”.
Por su parte, David comentó: “He trabajado en tu curso más despacio cuando me acercaba al final, como un buen libro que no quieres que acabe. Me encanta y aprendí mucho, especialmente tu explicación del subjuntivo. Yo luchaba con eso durante muchos años y pensaba que hablaba raro cuando usaba el subjuntivo. ¡Ojalá que tengas la oportunidad de hacer un curso avanzado!”
Te respondo: estamos trabajando en ello, David, desde hace casi un año. No te preocupes que te daré noticias en unos meses.
Por último, lo que escribió Harvey: “Ha sido todo un placer estudiar a través de tus lecciones en vídeo, quizzes y misiones escritas, César. Quería darte las gracias por haber explicado todo con tanta claridad y buen humor, ahora confío mucho más en la gramática que me faltaba”.
Muchísimas gracias a todo el mundo que deja estos comentarios en el curso de forma espontánea cuando lo completan. Para un profe de idiomas es sin duda el mejor tipo de motivación.
Y ahora sí, hablemos de la fatiga informativa.
Primero: ¿De dónde viene este nombre?
El concepto de fatiga informativa, es relativamente reciente, (en inglés se suele denominar technostress) y surgió en octubre de 1996 en un informe titulado “Dying for information?” que elaboró el psicólogo David Lewis para la agencia Reuters. El informe fue elaborado después de estudiar a 1300 directivos de RU, EE.UU. y Hong Kong.
Pero la idea no era nueva, Levon Badalian, un neurólogo ruso ya había advertido sobre el daño que puede provocar el exceso de información en el desarrollo neurológico y cerebral de niños. De hecho, incluso lo llegó a relacionar con trastornos de aprendizaje.
Pero, ¿qué es el síndrome de la fatiga informativa?
Es un síndrome que produce fatiga o cansancio debido a que se da entre personas que manejan excesivas cantidades de datos e información, ya sea que esta provenga de libros, revistas, periódicos, emails, móviles o redes sociales. Otra manera de denominarlo es: “Infoxicación” - o sea, una intoxicación de información o una sobrecarga informativa difícil de procesar. Porque de la misma forma que podemos sobrecargar un aparato electrónico con demasiada energía, también podemos sobrecargar nuestra mente.
¿Cuáles son sus síntomas? David Lewis observó entre sus pacientes un incremento de la ansiedad, déficit de atención y caída, bajada, en la capacidad analítica. O sea, estos y otros síntomas como el estrés, dolor de estómago, pérdidas de visión, dificultad para prestar atención y confusión, además de daños en las relaciones personales.
¿Y sabes cuál es la paradoja de todo esto?
Pues que a lo largo de la historia se ha asociado la información a una mayor libertad, pero ¿nos sentimos más libres y más satisfechos en la era de la información?
¿Hemos sobrepasado el umbral, el límite, de información que somos capaces de asimilar y procesar? Parece que en algunos casos sí.
La sobrecarga de información lleva a que nuestra capacidad analítica se haya visto afectada… para mal, de forma negativa. Y es que la atención ahora es un bien escaso. De hecho las empresas compiten con ella. Todavía recuerdo esa cita del fundador de Netflix. Dijo: “Nuestro principal competidor no es ninguna otra plataforma de streaming, es el sueño”. El hecho de que las personas necesiten dormir, y por tanto no están prestando atención o consumiendo información. Esa reducción de nuestra capacidad analítica nos lleva a errar en la toma de decisiones y por tanto genera ansiedad.
Encontramos mucha información en cualquier lugar y en cualquier momento, tanta que no nos da tiempo a digerirla. Nuestro cerebro no puede entenderlo todo.
¿Y crees que esto siempre ha sido así o los medios digitales lo acentúan, lo enfatizan?
Hemos dicho que este término nació en 1996, pero ¿ha existido siempre el síndrome de la fatiga informativa?
Parece ser que no. O al menos no de una manera tan exagerada. Los periódicos tenían una o, como máximo, dos ediciones al día si había algo de extrema importancia que contar. La edición matutina era la habitual y la vespertina, la de la tarde no se daba en todos los casos. Las revistas, por otra parte, podían ser semanales, quincenales, mensuales…
Las personas escuchaban la radio o se informaban a través de los pocos canales de televisión que existían. El conocimiento se buscaba en los libros y las enciclopedias. Y si eres millenial como yo en una cosa llamada Encarta, una especie de enciclopedia en nuestros ordenadores de principios de los 2000.
Obviamente también había noticias que podían causar estrés u otros síntomas propios de la “Infoxicación”, pero realmente podía deberse más al contenido o a la gravedad de las noticias en sí que al exceso de ellas.
Hay quien dice que nos enfrentamos al big bang del big data. Según las últimas estimaciones, la cantidad de datos digitales creados o replicados, a nivel mundial se ha multiplicado por treinta en la última década. Y este aumento es insignificante con lo que se espera en el futuro. Sin embargo, no faltan voces críticas ante esta expansión de datos:
El filósofo y ensayista surcoreano Byung-Chul Han afirma que el teléfono móvil es un instrumento de dominación, también dice que “El exceso de información atrofia el pensamiento, la capacidad de distinguir lo esencial de lo no esencial”. Algo para reflexionar.
Por cierto, desde 2018 la fatiga informática aparece recogida como riesgo laboral en la legislación española, la fatiga informática laboral.
Vivimos en una sociedad multipantalla y hace años ya comenzamos a hablar no solo del Internet de las cosas, sino también del internet de todo.
Según Cisco, empresa pionera en esto:
Internet de Todo “consiste en reunir personas, procesos, datos y cosas para conseguir que las conexiones de red sean más pertinentes y valiosas que nunca, convirtiendo la información en acciones que creen nuevas capacidades, experiencias más ricas y oportunidades económicas sin precedentes para las empresas, las personas y los países”.
Pero esto tiene un coste: estamos hiperinformados e hiperconectados.
Y ahora veamos a qué tipo de persona puede afectar más esta fatiga. Podríamos pensar que estará relacionado con la cantidad de información que gestionamos, ¿no?
Bueno, pues la verdad es que depende.
La verdad es que depende mucho más de nuestra relación con la información y nuestra capacidad de gestión, que con la cantidad en sí.
Además, y esto sí que es el pan nuestro de cada día: ¿cómo sabemos que la información que tenemos delante es fiable, es real? La avalancha de información en internet, webs, redes sociales etcétera nos expone a información veraz, pero también a bulos y noticias falsas. En definitiva, debemos aprender a filtrar.
Hablemos ahora de redes sociales. ¿Cuál es su relación con la fatiga?
Cada vez hay más redes sociales que exigen menos esfuerzo para pasarse horas y horas viendo contenido, en muchas ocasiones, insustancial. Simplemente abrir la aplicación y ver qué te ofrece. El algoritmo te conoce perfectamente. Además el deseo de interactividad puede llevar a la dependencia.
Parece que nos enfrentamos a varios factores que llevan a la saturación informativa. No obstante, no es cuestión tampoco de demonizar Internet, no es el malo de la película. Ha sido, es y será útil para muchas cosas. Por ejemplo, para que tú me puedas estar escuchando desde cualquier parte del mundo en este episodio que estoy grabando en mi casa en Londres en pijama.
¿Y es lo mismo el doomscrolling y la fatiga informativa?
El término de infoxicación o fatiga informativa se intercambia a veces por el doomscrolling, pero ¿son realmente lo mismo?
Pues no, no lo son. Realmente se trata de dos fenómenos distintos:
El doomscrolling o el doomsurfing consiste en continuar navegando, leyendo o viendo malas noticias. En 2020 el diccionario Merriam-Webster lo relacionaba con las noticias sobre el COVID 19, aunque si se rastrea, si se busca, el origen de esta palabra parece que tiene su origen en un tuit de 2018. ¿Veis ese exceso de información del que hablamos? Se puede rastrear la huella digital de una palabra hasta su propio origen.
Por un lado sentimos seguridad cuando nos sentimos informados, nos tranquiliza. Parece ser que hay una explicación biológica a buscar respuestas cuando sentimos miedo y en los últimos años ha habido motivos para sentir temor y ahí, en esa necesidad, es donde el periodismo y los medios de comunicación juegan algunas de sus cartas.
Además también actúa el sesgo de negatividad, tendemos a prestar más atención a las cosas negativas y nos afectan más en nuestro comportamiento que las positivas. Aquí se explica un componente evolutivo, era muy peligroso pasar por alto, es decir, ignorar una mala noticia y arriesgarse podía costar la vida.
Y ahora que ya sabes qué es la fatiga informativa y si somos víctimas de ella, veamos ahora cómo nos afecta:
Está claro que nos agota mentalmente. ¿Qué beneficio sacamos de tener un pozo sin fondo de información?
Es imposible recordar toda la información que recibimos y además con ciertos temas es tan difícil filtrar correctamente y sacar conclusiones.
Esa avalancha de información nos impide su correcto procesamiento y, además, en algunas ocasiones llega a generarnos emociones negativas.
Si tuviéramos que mencionar las principales consecuencias de la sobreinformación serían las siguientes:
Parálisis en la capacidad analítica, no somos capaces de poder procesar información y sacar conclusiones adecuadas. También puede llevarnos a tener dudas todo el tiempo, y a tomar decisiones incorrectas.
Reducción de la atención: esta sobrecarga de información que recibimos provoca que nuestro cerebro vaya desechando, descartando, estímulos de forma instintiva.
Baja productividad: la avalancha de información hace que nuestra perspectiva se nuble y colapsa nuestra capacidad de reflexionar.
Pérdida de memoria: el exceso de información que tratamos de almacenar en nuestro cerebro provoca un colapso en la capacidad de memorización y podemos llegar a olvidar cosas que eran importantes.
Superficialidad en el procesamiento de información: nos hemos acostumbrado a consumir titulares en 2 segundos, a revisar rápidamente las notificaciones. Intentamos consumir todo de forma acelerada. Además de omitir mucha información, la que sí retenemos en ocasiones nos lleva a conclusiones erróneas.
Al principio del episodio te decía que quería explicarte por qué creo que este tipo de consumo de información puede ser muy perjudicial para estudiantes de idiomas como tú o como yo. Contenido que nos confunde como estudiantes, y a mí, personalmente, me confunde como profesor.
David, el estudiante de mi curso que he mencionado antes, decía que le había gustado especialmente la explicación del subjuntivo. Esta explicación está incluida en doce lecciones en vídeo con ejercicios, quizzes y tareas escritas. Son horas de trabajo para mí como profesor y para el estudiante que pone en práctica lo que enseño. Sin la implicación de las dos partes no hay progreso ni resultado.
Esto contrasta con el tipo de contenido que podemos encontrar hoy en día en Internet en relación al aprendizaje de idiomas. Cosas como “aprende francés mientras duermes”, “estas son las 1000 únicas palabras que necesitas para hablar italiano”, o mis favoritas, las del tipo “aprende el subjuntivo en tres minutos”.
Esta superficialidad en cómo se crea el contenido y se procesa la información se convierte en una falsa sensación de aprendizaje. Creemos que aprendemos porque ese vídeo nos dice que vamos a hacerlo, pero no lo hacemos realmente. Solo nos quedamos con ideas superficiales de ese tema.
Como dice la expresión tenemos que aprender a separar el grano de la paja. Por cierto, he buscado el equivalente en inglés porque no lo sabía y se dice igual: “to separate the wheat from the chaff”. Hoy aprendemos la expresión tú y yo.
Y ahora lo más importante: ¿Cómo le podemos poner remedio a esta fatiga?
Para empezar hay varias cosas que debemos tener en consideración:
¿Es realista dejar de informarnos o cortar el acceso al mundo digital? Obviamente no, esto nos generaría otro tipo de estrés por la desconexión total. Además podemos caer en otro peligro: informarnos solo por las personas que nos rodean, lo que nos hará vulnerables a la manipulación y la desinformación.
Vamos a pensar ahora en nuestra alimentación, normalmente cuidamos aquello que consumimos. Sabemos cuántas veces podemos comer algo y qué productos tomar para sentirnos saludables, pues con el consumo de noticias podríamos hacer lo mismo.
Decidir cuándo y qué consumir. Saber que es interesante alejarse de esas tomas de información en nuestra hora de dormir, por un lado por la luz azul, que no ayuda mucho a conciliar el sueño y, por otro, para evitar darle vueltas a la cabeza o meditar sobre noticias o información negativa que hemos consumido antes de dormir.
También tenemos que reflexionar sobre qué consumir… normalmente intentamos informarnos por medios alineados con nuestros intereses e ideales. También es conveniente que nos informemos por otros con ideas diferentes. Tener más puntos de vista nos ayuda a tener o mantener nuestro espíritu crítico e independencia individual.
Y sobre todo, lo más importante: acordarse de desconectar. Dejar el mundo digital, las pantallas, y hacer una inmersión real en el mundo analógico. El de las personas, el de los cafés con amigos, el de los paseos con nuestros pensamientos. Y también por qué no, parar de consumir lo que otros producen y empezar a producir más nosotros mismos. Coger una hoja en blanco y escribir, lo puedes hacer en español para mejorar tu expresión escrita. Cocinar una receta complicada que te tenga un par de horas en la cocina. Empezar esa actividad creativa que nunca tienes tiempo para empezar. ¿Por qué no?
Estudiante, hemos llegado al final del episodio. Espero que te haya ayudado a reflexionar sobre este tema y con suerte también hayas aprendido alguna nueva palabra o expresión.
Yo me despido hasta la semana próxima, recordándote que las inscripciones para mi curso Español Ágil se cierran el día 20 y deseándote también un buen resto de semana.
¡Un abrazo grande!
Flashcards de vocabulario: https://quizlet.com/gb/762822565/episodio-118-sufres-de-fatiga-informativa-o-infoxicacion-flash-cards/
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Cesar, quiero felicitarte por tu bellissimo trabajo. Me encanta los temas que propones a cada episodio, siempre aprendo muchísimo. Soy tu fan😍. Un abrazo desde 🇧🇷