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E131 Treinta y un momentos de felicidad

Updated: Jul 15, 2024




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Episodio 131: Treinta y un momentos de felicidad


Mira, estudiante, el episodio de hoy ha sido concebido y creado a más de 10.000 metros del suelo. Por si no lo sabes (yo no lo sabía y lo he buscado en Google) es la distancia mínima a la que tienen que volar los aviones. Estaba volando, volviendo a Londres desde Valencia, donde he pasado unos días, y se me ocurrió la idea de este episodio y empecé a prepararlo ahí. En un momento te explico más.


Antes te recuerdo que puedes leer la transcripción gratuita del episodio y también usar las flashcards de vocabulario para poder memorizar más fácilmente algunas de las palabras que vas a escuchar. Puedes usar estos recursos en la página web www.spanishlanguagecoach.com


Si además de mejorar tu comprensión auditiva te gustaría mejorar tu expresión del español consolidando la gramática del nivel intermedio, también puedes hacerlo conmigo. El día 30 de mayo, martes, se abren las inscripciones de mi curso online Español Ágil para estudiantes de nivel intermedio. En la descripción del episodio tienes el link, el enlace, con más información, o también puedes ir a la página web y ver la información completa. Si te interesa, puedes dejar tu correo electrónico en la lista de espera.


También quiero dar la gracias brevemente, porque no me quiero repetir como el ajo, por los comentarios sobre el episodio anterior. De verdad que me siento hiperprivilegiado por el afecto, la sensibilidad y el respeto que recibo de la personas que me escuchan. Y sé que muchas veces en Internet eso no es lo común, así que estoy infinitamente agradecido, porque de verdad que la gente que me escucha es tremendamente maja.


Ahora sí: ¿Despegamos?


Llevo haciendo el pódcast casi cuatro años y desde el principio he recibido recomendaciones de futuros temas de los que hablar. Muchas de estas recomendaciones se han convertido en episodios ya publicados y que probablemente hayas escuchado. Uno de los temas que me han pedido muchas veces, pero del que nunca he hablado es de la felicidad, un tema muy general, del que se pueden decir infinidad de cosas, pero al mismo tiempo tremendamente complejo.


Si buscamos en el diccionario la palabra felicidad nos da tres definiciones:


1. Estado de grata satisfacción espiritual y física.


2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.


3. Ausencia de inconvenientes o tropiezos. Un tropiezo es algo con lo que nos tropezamos. Si hay una piedra en la calle podemos tropezarnos y caernos, pero el tropiezo también puede tener sentido figurado cuando hablamos de un error, una equivocación.


Si analizamos la primera y segunda definición creo que casi nadie podría ser feliz nunca de forma continua. Quiero decir, ¿quién tiene una vida con satisfacción espiritual y física todo el tiempo? ¿Quién vive una vida sin inconvenientes o tropiezos? Nuestras vidas son complejas y prácticamente a diario tenemos que vivir con momentos de insatisfacción e inconvenientes. Esto no quiere decir por otra parte que la experiencia de vivir sea algo insatisfactorio. El hecho de estar aquí, vivir, es ya un regalo, pero no es perfecto.


Hace tiempo leí en un libro que hablaba de la evolución que los humanos no estábamos hechos para ser felices, sino para sobrevivir. Puede parecer una afirmación bastante pesimista, pero yo no lo creo. No lo creo porque, y esto es una visión muy personal del tema, creo que es mucho más importante aspirar a la serenidad, que a la felicidad. Podemos mantenernos serenos en situaciones donde no nos sentimos plenamente satisfechos o hay inconvenientes, pero no felices. La propia definición de la palabra felicidad lo impide. Como digo es una visión muy personal que probablemente mucha gente no comparte, pero yo prefiero trabajar en mi serenidad a largo plazo que en mi felicidad.


Y esto no quiere decir que reniegue, que diga no, a la felicidad. Pero no aspiro a tenerla 24/ 7, sentirme feliz todo el tiempo, porque creo que sería imposible. Y esto, de nuevo, no es incompatible con la alegría o el entusiasmo. ¡Para nada! Aspiro a la serenidad y también a disfrutar momentos puntuales de felicidad que la vida nos ofrece. Y esto está relacionado precisamente con la definición número dos que nos da el diccionario.


Te la recuerdo: Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.


Es decir, que esta definición nos da la posibilidad de aceptar que a pesar de que un día podamos tener un día de mierda, un día muy malo, hay situaciones, personas o cosas que pueden alegrarnos el día, pueden darnos una pequeña ración de felicidad y dibujarnos una sonrisa en la cara.


Como he dicho antes los humanos estamos hechos para sobrevivir, esa es una de nuestras principales misiones en la vida, y es por eso que nos llaman mucho más la atención las noticias negativas. Necesitamos conocer qué pasa a nuestro alrededor, los posibles peligros y amenazas que nos rodean. Esa información es vital para sobrevivir, aunque a veces le demos demasiada importancia.


Por ese sesgo negativo con el que estamos programados, por el que a veces vemos la vida con un filtro pesimista, en este episodio me gustaría hacer lo contrario. Vamos a pensar, centrarnos, en esos pequeños momentos que nos hacen sentir bien. Quiero compartir contigo mi lista de 31 cosas que me proporcionan un momento de felicidad, que me hacen sentir bien, me hacen sonreír. El número no tiene ningún significado, simplemente son las que se me han ocurrido, y ha sido 31.


Es muy posible que compartamos algunas de estas cosas, pero aún así, te animo a crear tu propia lista y hacerlo en español, para practicar.


Voy a empezar la lista y la voy a agrupar en cinco temas diferentes que guardan algo en común.


El primer tema es la comida.


1. Primer momento de felicidad. Tomarme el primer café de la mañana. Probablemente sea un poco adicto al café, pero esa sensación de tomarme un café tranquilamente bien pronto por la mañana, ya sea en casa o en la cafetería, sin apenas ruidos, y mientras leo un libro me encanta.


2. Comer chocolate. Abrir la tableta de chocolate al 70% de cacao, romper un cuadrado y comerlo poco a poco. Hacer que se derrita en mi boca y disfrutar de su sabor. No sentirme mal por comer chocolate.


3. Encontrar en algún lugar una buena tarta vegana en algún restaurante o cafetería. Si puede ser una red velvet, tarta de zanahoria o tarta de chocolate incluso mejor. ¡Me alucina el dulce! Soy muy goloso. Comerla y no sentirme mal.


Puesto que este episodio fue concebido en un avión, el siguiente tema es precisamente ese: volar, estar en un avión.


4. Cuarto momento de felicidad. Estar en el avión sin Wi-Fi, incomunicados. Las aerolíneas de bajo coste con las que suelo viajar todavía no ofrecen Internet a bordo, y espero, sinceramente que nunca lo hagan. Usar esas dos horas de vuelo para leer o dormir. A veces me he llegado a dormir antes de despegar y me he despertado después de aterrizar con los aplausos de la gente. Literalmente el vuelo se me pasa volando.


5. Viajar con personas que vuelan por primera vez, tanto niños como más mayores. Se hacen fotos antes de subir al avión, en el avión y aplauden al final del vuelo cuando aterrizamos.


6. La perspectiva que te da el avión. Estar a 10.000 metros de distancia del suelo lejos de darme miedo me provoca mucha tranquilidad y me hace darme cuenta de lo poco importantes que somos, lo insignificante que somos cada uno de nosotros. Ese pensamiento me relaja profundamente.


7. La belleza de la naturaleza. En este viaje cruzamos ríos, el mar, y los Pirineos. Pero también aprecio la belleza de la creación humana. Hemos cruzado Valencia y desde arriba ves las diferentes fases de la expansión de la ciudad, y puedo ver también de forma diminuta algunos de mis edificios y monumentos favoritos.


8. Darte cuenta de que el ser humano es la leche, es fascinante. ¡Estamos volando! 200 personas volando en una máquina gigante a miles de metros del suelo. Hace poco más de cien años nadie se hubiera imaginado que podríamos hacerlo.


Otro tema es Londres, la ciudad en la que me he convertido en adulto.


9. Noveno momento de felicidad. La libertad. Sentirse libre. Nadie te conoce. Londres te enseña a ser cómo quieras ser.


10. El olor a lluvia.


11. Darle la mano a mi novio en la calle sin miedo o precaución por si hay alguien potencialmente peligroso.


12. Volver a casa por la noche y encontrarse con un zorro. Viven en la ciudad, pero solo aparecen por la noche cuando todo el mundo duerme. Hacer contacto visual con uno de ellos al encontrártelo. ¡Qué animal tan elegante y a la vez ligeramente amenazante!


13. Entrar a un vagón del metro de Londres y estar solo. Pasa poco, pero cuando pasa me siento en una película de miedo, pero me gusta. Siempre hago una foto. 160 años de historia para mí solo.


14. Subir a la parte de arriba del famoso bus rojo londinense y ponerme en primera fila. Primero me ayuda a no marearme, y además disfruto mucho viendo la ciudad de esa forma.


15. Cuando alguien que no habla español se esfuerza en pronunciar bien mi nombre. Aunque a mí no me importe que me llamen /caesar/.


16. Cuando escucho una canción en inglés que hace años no podía entender y ahora soy capaz de entender lo que dicen las letras perfectamente.


EL penúltimo tema es la experiencia de ser humano, un tema muy general, lo sé.


17. Dormirme, quedarme frito, mientras veo una película. No hay mayor placer que dormirse en el sofá mientras ves una peli. Primero resistir ese sueño profundo porque no quieres perderte lo que pasa en la película para acabar poco después rindiéndote en los brazos de Morfeo.


18. Bailar. El Dr. Mario Alonso Puig dice que el baile es la mayor expresión de alegría y entusiasmo. Mover el cuerpo acompasado por la música y dejarse llevar. Solo o acompañado.


19. Un orgasmo.


20. Dormir la siesta en España. Especialmente en verano, en la playa o en la piscina. Ponerse debajo de una sombrilla, protegido del sol, después de comer y relajarte hasta quedarte dormido. Los ruidos de los niños jugando en el agua se entremezclan con tus sueños. Puedes sentir el olor de tu piel a crema protectora para el sol y el cloro o la sal del mar. Me encantaba dormir la siesta así cuando era un niño.


21. Que un recuerdo te haga sonreír.


22. Mearse de risa. Literalmente. Reírse tanto que se te escape un poquito de pis.


23. No tomarse en serio, sacar el niño que tienes dentro de vez en cuando, aunque seas más viejo que Matusalén.


El último tema es los otros, las otras personas que nos rodean, conocidas o desconocidas.


24. Que un bebé se te quede mirando fijamente y se ría.


25. Que me den un abrazo de más de 3 segundos.


26. Cuando me doy cuenta de que Vicente, mi padrastro, y otras personas que ya no están en nuestro mundo, continúan en realidad muy presentes cuando las recordamos, decimos cosas que ellos solían decir, cocinamos sus recetas, escuchamos sus canciones favoritas o usamos su ropa.


27. Que alguien desconocido me hable. En la parada del autobús o en la cafetería. Yo no suelo entablar conversación con nadie desconocido porque me da vergüenza y no quiero que piensen nada raro de mí, pero me gusta que otros lo hagan conmigo.


28. Mis charlas con Lydia. Lydia es una excelente profesora de español y ha estado trabajando conmigo en el último año. Hablamos todas las semanas por videollamada. Además de ser una muy buena profesional tenemos muchas cosas en común y después de haber trabajado tantos años solo me alegra poder tener de nuevo a una compañera.


29. Ver en alguien a quien quiero serenidad, entusiasmo o alegría.


30. Encontrar a alguien que te escuche, pero que te escuche de verdad, y no se limite a esperar a que pares de hablar para decirte lo que quiere decir.


31. Que alguien me diga que le acompaño al trabajo cada mañana, o en su paseo con el perro, o mientras está haciendo deporte y lo hace escuchando mi voz, escuchando alguno de mis podcast.


Ya hemos acabado, estudiante. Te animo a compartir en la página web, en la página de este episodio, tu propia lista en la sección de comentarios, en español claro. O si no te apetece compartirlo, hacerlo tú en una hoja de papel.


Yo me despido deseándote un muy buen fin de semana. Nos escuchamos en el próximo episodio.


¡Un abrazo grande!


Descarga la transcripción en PDF:









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8 Comments


Unknown member
Jun 07, 2023

Cesar, te escucho mucho, incluso la noche cuando no puedo dormir !

te encanto, lo que nos dice es tan

inteligente, tan interessane, cuando tu hablas de ti, es muy emocionante,

es un gran placer , compartir con nosotros es muy generoso ! mil gracias Cesar, buen camino !

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César
César
Jun 07, 2023
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Muchas gracias, Besenval. Yo también escucho pódcast cuando no puedo dormir. :)

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Marie-Luz
Jun 02, 2023

Hola César,

me gustó el podcast y pensaba tambien en 30 cosas que me hacen feliz.

Cuando:

1. brilla el sol

2. echo la siesta

3. estoy libre de dolor

4. escucho podcasts en Español

5. camino con alguien

6. hago ejercicio con mis amigas de deporte

7. hago ciclismo con el grupo

8. leo un buen libro

9. hablo con Sebastián (mi hijo).

10. a mi esposo le va bien

11. veo que mi madre está contenta...


y he encontrado muchos mas.

Pero lo has visto? Escuchar un podcast en español está en la parte superior de la lista. Y me encanta escuchar tu podcast.

Espero poder escuchar muchos más podcasts tuyos.

Muchas gracias y muchos saludos

Marie-Luz


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Unknown member
May 16, 2023

Gracias, César. Me encantó este espisodio.

Unas coas que me da felicidad:

- la risilla de los bebes

- el compañerismo y el amor que me da el perro que cuido

- una buena noche de descanso

- el sonido pacífico de las suaves olas de un lago rompiendo en la orilla

- nadar en aguas frescas de manantial

- un paseo por la playa

- ver a los delfines nadando y jugando en el mar

- ver espectáculos de danza sobre el hielo o en el escenario

- y tantas otras cosas y experiencias 🙂

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Unknown member
May 15, 2023

Un placer escuchar este episodio, muchas gracias César!

Mis momentitos de felicidad:

-los rayos del sol

-ser capaz de entender español

-tener la capazidad de amar las palabras lindas y preciosas de un libro, una poema, una letra o simplemente cuando alguien hablan

-el olor de la otra persona en piel después un abrazo fuerte con cariño


La verdad es que deberíamos escribir tal lista todos los días para poder darnos cuenta todos los momentos maravillosos de la vida que vivimos. 💝

-

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César
César
May 16, 2023
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De hecho hay gente que lo hace, con las listas de gratitud. Yo no lo hago habitualmente, pero seguro que es un buen ejercicio para antes de ir a la cama. ¡Un abrazo, Lara!

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Rae
May 15, 2023

Gracias por el episodio y por el recordatorio a estar agredecida por algunas de las cosas personas y circunstancias de mi vida. Aquí es mi lista no exhaustiva: - mirar las estrellas, especialmente cuando estoy con alguien con que realmente puedo hablar - imitar a un lagarto, es decir, sentarse en la luz del sol y no pensar. Estar presente con tranquilidad - pensar en algo que me dolía por mucho tiempo y darme cuenta que ya no me molesta - perderme en algún actividad hasta el punto que no noto el paso del tiempo - hacer que mi madre sonreía


Claro que hay mucho más pero esas cosas son las primeras que salían de mi mente :) que tengas una buena :)

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César
César
May 16, 2023
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Lo de imitar a un lagarto me ha encantado. 🦎😎

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