E229 Tu verdad, mi verdad y LA VERDAD
- César
- Oct 23
- 8 min read
Updated: Nov 6
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Flashcards de vocabulario: Tu verdad, mi verdad y LA VERDAD
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Ejercicio de comprensión:
Introducción a la verdad
¿Te ha pasado alguna vez que tienes una conversación con alguien y parece que vivís en mundos completamente diferentes? No me refiero a tener opiniones distintas sobre una misma realidad. Eso es normal y, de hecho, es bueno. Me refiero a no estar de acuerdo ni en lo más básico: en los hechos, en lo que ha ocurrido o no ha ocurrido. En la realidad.
Hoy vamos a hablar de la verdad. De tu verdad, de mi verdad… y de la verdad. Es urgente recuperar algo muy importante: una realidad común.
Y ya te adelanto que es posible que no estés de acuerdo con algunas de las cosas que voy a decir. Lo haré de la forma más respetuosa posible. Te pido que, si participas en la conversación a través de los comentarios, lo hagas del mismo modo. ¡Mil gracias!
La importancia del consenso
Antes de continuar, como siempre, te recuerdo que puedes leer la transcripción gratuita del episodio, la traducción al inglés, un ejercicio de comprensión y usar las flashcards de vocabulario en la web www.spanishlanguagecoach.com.
Para empezar, quiero contarte algo que escuché recientemente en una entrevista a la periodista española Pepa Bueno. Ella dijo algo que me hizo reflexionar. Dijo:
“Antes teníamos un consenso, un acuerdo, sobre lo que era la realidad. Y hay distintas maneras de intervenir para mejorarla, pero si rompemos el consenso de lo que es la realidad, ¿de qué vamos a hablar?”
Y añadió:
“La realidad existe, y el trabajo de los periodistas consiste en acercarse con honestidad a esa realidad, con un protocolo de trabajo y contárselo a la gente. Lo que tú piensas lo dejas atrás cuando estás en el trabajo”.
Me pareció una reflexión muy poderosa. Vivimos en un momento en el que muchas personas parecen tener su propia versión de la realidad. Cuando no compartimos una base común, cuando cada uno vive en su burbuja, ¿cómo vamos a entendernos? ¡Es imposible!
La manipulación del lenguaje
Hay una novela del autor británico George Orwell, que seguramente conoces, que se llama 1984. En ella, el poder controla la realidad cambiando el lenguaje. Si pueden manipular el lenguaje, también pueden manipular la verdad. Por eso es tan importante defender esa base común: porque sin ella, incluso las palabras pierden su sentido.
Si te interesa este tema de la manipulación de la realidad, te recomiendo que escuches el episodio 210 de este pódcast.
Quiero aclarar el significado de una palabra que mencionaba esta periodista: consenso. No significa que todos pensemos lo mismo, sino que compartimos una base de realidad suficiente para poder conversar, cooperar o tomar decisiones juntos. Es un acuerdo general sobre ciertos hechos o valores fundamentales que nos permite convivir. Sin consenso no hay punto de partida, no hay entendimiento. Cada uno acaba atrapado en su burbuja de certezas individuales.
La pregunta de la verdad
Para empezar a aproximarnos a este tema, vamos a hacernos una pregunta: ¿Hay una sola verdad?
Una vez leí una frase de Nietzsche que decía: “No hay hechos, solo interpretaciones”. Una frase provocadora, ¿verdad? Pero cuidado. Esta visión puede ser útil para entender que interpretamos el mundo desde nuestros propios filtros. Sin embargo, si llevamos esta idea al extremo, corremos el riesgo de negar cualquier verdad objetiva. Eso puede ser peligroso.
¿Hay una sola verdad entonces? Puede parecer una pregunta filosófica. Y lo es. Pero también es práctica. Afecta cómo hablamos con otras personas, cómo debatimos, cómo votamos e incluso cómo convivimos.
Es normal tener opiniones diferentes. Por ejemplo, tú puedes pensar que lo mejor para luchar contra el cambio climático es invertir en energías renovables. Otra persona puede pensar que es mejor invertir en energía nuclear. Diferentes opiniones, pero una misma realidad: el cambio climático existe.
Ese es un ejemplo de realidad común. Un hecho compartido. Desde ahí, cada uno puede proponer su solución.
La realidad del cambio climático
También existe una tercera vía: hay consenso científico suficiente para afirmar que el cambio climático es real. Es legítimo cuestionar el impacto exacto, las proyecciones futuras o incluso si hay lobbies interesados en exagerar o minimizar sus efectos. Todo eso es debatible, pero solo si partimos de una base común: que el cambio climático es una realidad respaldada por hechos científicos.
Sin embargo, últimamente vemos situaciones en las que ni siquiera estamos de acuerdo en los hechos. Hay personas que niegan el cambio climático. No hablo de voces críticas que le dan mayor o menor importancia al problema. Hablo de negacionistas absolutos. A pesar de las pruebas científicas, dicen que es una invención. Y aquí no estamos hablando de opiniones. Estamos hablando de hechos. Hechos medidos por la comunidad científica. Negar eso es como decir que el sol no existe porque hoy está nublado.
Esto no es solo un problema de desinformación. Es un problema más profundo: ya no compartimos una realidad común. Y eso es bastante peligroso.
Un ejemplo doloroso
Te voy a poner un ejemplo más doloroso, pero claro. En una guerra, una realidad común debería ser esta: no se mata a civiles. Nunca. Esa es una línea roja que no se cruza. Es parte de lo que llamamos derecho internacional humanitario. Este consenso no es nuevo. Se establecieron tratados y acuerdos internacionales, como los Convenios de Ginebra de 1949. Estos dejaron claro que proteger a la población civil es una obligación moral y legal. Desde entonces, esta ha sido una base compartida, una realidad común que no deberíamos perder.
Hoy en día, vemos cómo algunas personas justifican el asesinato de civiles, dependiendo de quién lo haga. Eso rompe el consenso sobre la realidad. Si justificamos que maten a niños, a personas inocentes… ¿qué nos queda? ¿Qué dice eso de nosotros como sociedad?
El papel del lenguaje
El lenguaje no solo describe la realidad, también la construye. Lo que decimos, cómo lo decimos, crea marcos mentales. Si llamamos a una guerra 'intervención humanitaria', cambiamos la percepción. Si decimos 'daño colateral' en vez de 'civiles asesinados', el horror se difumina. Así, manipulando el lenguaje, se destruye la realidad común.
Un ejemplo reciente es el asesinato de Charlie Kirk. Hubo personas que celebraban su asesinato solo porque defendía ideas con las que no estaban de acuerdo. Decían cosas como: “Bueno, él también defendía el uso de armas, así que se lo merece”. Y no. Nadie se merece ser asesinado por sus ideas. ¿No había un consenso ya consolidado de que no queremos que la gente muera por sus ideas?
Eso también debería ser parte de nuestra realidad común. Un valor compartido. Nadie se merece ser asesinado por sus ideas. No hay "peros". Debería ser una realidad común independientemente de tu ideología política.
Valores universales
Ahora te hago otra pregunta: ¿Crees que existen valores universales? ¿Hay principios que se repiten en todas las culturas del mundo y que podrían ayudarnos a reconstruir una realidad común?
No podemos decir que todas las culturas sean iguales ni que compartan exactamente los mismos valores. Pero algunos principios parecen aparecer una y otra vez en diferentes partes del mundo. Por ejemplo: no mentir, no discriminar, no matar, respetar la vida de los demás.
Claro, podemos discutir si todos los valores son realmente universales. Algunas culturas priorizan el grupo sobre el individuo, mientras que otras hacen lo contrario. Pero incluso con estas diferencias, hay un núcleo ético compartido que aparece en los grandes textos filosóficos, en las religiones y en las constituciones modernas. Ese núcleo, aunque no perfecto, puede ser nuestra brújula.
Estos valores son la base de muchos sistemas legales, de los derechos humanos y de las sociedades democráticas. No son solo opiniones personales. Son acuerdos, a veces implícitos, que nos permiten convivir.
El peligro del relativismo
Por eso es tan peligroso cuando empezamos a relativizarlo todo. Cuando decimos “bueno, depende”... No. No siempre depende. Hay cosas que están bien y cosas que están mal.
Hay una frase que me gusta mucho. Dice: “Tú tienes una verdad. Yo tengo una verdad. Pero hay algo que es la verdad, aunque ninguno de los dos la conozca completamente.” Esa frase me recuerda que debemos ser humildes. No siempre tenemos razón. Pero también que no todo es subjetivo. La verdad existe, aunque sea difícil de ver.
Buscando soluciones
Busquemos soluciones: ¿Cómo recuperar la realidad común? ¿Es posible? A nivel individual, podemos probar algunas cosas:
Escuchar con honestidad. No simplemente esperar a que el otro termine para responder, sino para entender realmente por qué esa persona piensa de esa manera.
Buscar fuentes fiables. Evitar la desinformación.
Tener una ética mínima compartida. Por ejemplo: no insultar, no justificar la violencia, no deshumanizar al otro.
Evitar una visión política dogmática. A veces apoyamos a un presidente y nos volvemos casi fans. Aceptamos cualquier cosa que hagan o digan sin cuestionarlo. Es importante ser críticos con nuestros gobernantes, incluso si les dimos nuestro voto en el pasado.
Además, para fortalecer nuestro pensamiento crítico, es útil conocer algunas falacias comunes. Aquí te doy tres muy frecuentes:
Ad hominem: Atacar a la persona en lugar de sus ideas. Por ejemplo, decir "no puedes confiar en ella porque es activista climática".
Falsa causa: Pensar que porque una cosa pasa después de otra, la primera es la causa. Por ejemplo, "desde que gobierna este partido, ha aumentado la delincuencia".
Falsa dicotomía: Presentar solo dos opciones extremas como si no hubiera alternativas. Por ejemplo, "si no apoyas esta ley, entonces estás en contra de los derechos humanos".
Conocer estas falacias nos ayuda a identificar malos argumentos, tanto en los demás como en nosotros mismos. Así pensamos y dialogamos mejor.
Pensar críticamente es como limpiar unas gafas sucias. Si no lo hacemos, todo lo que vemos está distorsionado. Da igual que mires al cielo o a una flor: si el cristal está manchado, verás mal. Lo mismo pasa con la información y las ideas. Si no revisamos nuestros filtros, no veremos la realidad, sino una versión borrosa.
El papel de la inteligencia artificial
Antes de cerrar, hay algo que no podemos ignorar: el papel de la inteligencia artificial. La IA está avanzando a una velocidad increíble. Ya no solo hablamos de bulos o fake news. También hay imágenes y vídeos hiperrealistas generados por IA que son casi imposibles de distinguir de los reales. Muchas personas se los tragan. "Tragarse algo" significa creer algo sin cuestionarlo.
Esto tiene consecuencias graves. Si ya era difícil tener una realidad común, ahora lo es mucho más. Cuando no puedes confiar en lo que ves o escuchas, todo se vuelve relativo. Si todo es relativo, todo vale. Cuando todo vale, dejamos de tener una base para hablar y convivir. Por eso, más que nunca, necesitamos pensamiento crítico, educación mediática y honestidad intelectual.
Estudiante, vivimos tiempos difíciles, pero no todo está perdido. Aún podemos hacer algo. Escuchar, cuestionar, hablar desde el respeto y no dejar que la verdad se convierta en un juego de opiniones. Solo así podremos reconstruir ese puente roto entre realidades.
Reflexiones finales
¿Y tú qué piensas? ¿Crees que estamos perdiendo la capacidad de hablar desde una base común? ¿Te ha pasado que hablas con alguien y parece que vivís en realidades diferentes?
Te invito a dejar un comentario con tu opinión. Así también practicas tu español escrito. Puedes hacerlo en la plataforma donde escuches este pódcast o en redes sociales.
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Un abrazo grande.
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