E69 ¿Por qué somos tan irracionales?
- César

- Oct 11, 2021
- 9 min read
Updated: Jul 15, 2024
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Episodio 69: ¿Por qué somos tan irracionales?
Al principio de este verano empecé a descuidar un poco mi estilo de vida. Por unas cosas y por otras empecé a descuidar mi alimentación y dejé de hacer deporte de forma frecuente.
Yo soy muy goloso, me encanta el dulce y normalmente todas las semanas disfrutaba de un trozo de tarta, un donuts o un brownie. Todo lo dulce me gusta, y si tiene chocolate, mejor.
Lo que antes era un placer que me daba dos o tres veces por semana, ahora se ha convertido en una rutina diaria. Me despierto y tomo un café en casa. Una hora después voy a una cafetería a trabajar y compro un donuts. Es uno de esos donuts muy aceitoso y con mucho azúcar glaseado por encima. En la cafetería tomo dos cafés más. Cuando vuelvo a casa como y mi apetito por el dulce vuelve a aparecer. Como algo que tenga chocolate, por ejemplo. Por la noche la situación no cambia, y aunque lo evito, a veces me he visto en la situación de ir al supermercado después de las diez de la noche a comprar algo que sacie mi apetito goloso.
Sé que no lo estoy haciendo bien. Soy consciente. No solo por la cuestión estética y de peso, de hecho en los últimos meses he subido alrededor de 8 kilos. También me preocupa mi historial genético de diabetes tipo dos. Mi padre, que también es muy goloso como yo es diabético desde bastante joven.
Sabiendo que mi consumo de azúcar diario, y mi dieta es perjudicial y que debería reducirlo, la realidad es que estoy encontrando difícil controlarlo. También sé que debería hacer más ejercicio del que estoy haciendo, que tengo una vida muy sedentaria. ¿Por qué si tengo la información me resulta complicado hacer este cambio? La respuesta corta es que no soy una persona racional. Probablemente tú tampoco. ¿Y por qué somos tan irracionales los seres humanos? De esto es de lo que vamos a hablar en el episodio de hoy.
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Cuando una persona experta en un tema concreto nos da alguna recomendación podemos pensar que vamos a aceptar esa recomendación y ponerla en práctica. Pero no es así, si cambiar la opinión de alguien es complicado, cambiar su comportamiento, la forma en la que actúa, es todavía más difícil.
David Asch, profesor de Medicina y experto en el comportamiento de los pacientes ha estudiado profundamente este tema.
Él afirma que no es un problema de educación. Pongamos como ejemplo el tabaco. Hace cincuenta o sesenta años los anuncios publicitarios eran una locura. Las empresas anunciaban sus cigarillos y les atribuían supuestos beneficios para la salud de los fumadores. Afortunadamente los gobiernos ya no permiten estas campañas engañosas y las personas estamos lo suficientemente educadas. Hoy en día todo el mundo sabe que el tabaco es malo para la salud. Sin embargo, cada día miles de adolescentes empiezan a fumar, adolescentes que se convertirán en adultos adictos al tabaco con todos los perjuicios para la salud que eso lleva.
Somos seres irracionales y muchas veces no tomamos decisiones basadas en cosas que están nuestro mejor interés, en nuestro beneficio. La realidad es que tomamos decisiones emocionales. Este tipo de decisiones emocionales se ve muy claro en decisiones relacionadas con nuestra salud y con nuestra economía. Te doy algunos ejemplos de cómo se manifiestan estos comportamientos irracionales, según el experto:
1) El sesgo del presente o “present bias” en inglés. Para las personas son más importantes los resultados en el corto plazo, en el presente, que en el largo plazo.
Cuando yo como un donuts por la mañana no pienso en el perjuicio en el largo plazo de tomar tanto azúcar, pienso en el beneficio presente, en la satisfacción de comerme ese dulce aceitoso, y en el subidón de energía que me va a proporcionar.
2) Sobreestimamos el valor de las pequeñas probabilidades. Es por esta razón por la que jugamos a la lotería y a otros juegos de azar, donde el factor suerte está presente. La realidad es que, desde un punto de vista económico, jugar a la lotería no tiene ningún sentido. La probabilidad de ganar es ínfima, muy pequeña. Pero recordemos que los humanos no tomamos decisiones racionales en muchas ocasiones, sino emocionales.
3) Le damos mucha importancia al arrepentimiento. La cantante francesa Édith Piaf cantaba en su famosa canción que ella no se arrepentía de nada. La realidad es que a los humanos no nos gusta equivocarnos y evitamos el arrepentimiento todo lo posible. Relacionado con la idea de arrepentirse por no hacer algo está el miedo a perderse algo o FOMO en inglés, “fear of missing out”. En noviembre y diciembre, en España, todos los españoles nos dejamos llevar por este miedo a perdernos algo. La razón es que el día 22 de diciembre se celebra el sorteo de la lotería de Navidad, la más famosa de España. Si vives en España estarás rodeado de personas que te ofrezcan comprar una participación para el sorteo. Los colegios venden lotería, los bares venden lotería, los clubs deportivos venden lotería… En las semanas anteriores al sorteo de lotería es muy difícil librarse de comprar alguna participación, incluso si normalmente no te gusta comprar lotería. Tienes miedo a no ganar si toca el número que venden en el colegio de tus hijos, o en el bar donde desayunas, o en el club donde practicas algún deporte. ¿Qué pasa si gana todo el mundo menos yo? Me arrepentiré de no haber comprado. De nuevo, es una decisión irracional. La probabilidad de que ganes el premio más importante de esta lotería, valorado en 400.000 euros, es de 1 entre 100.000, es decir, de un 0,001%. Para ganar ese dinero tienes que invertir 20 euros.
Se han realizado incontables estudios y experimentos sobre el miedo que tenemos las personas a perder algo. Lo más interesante es que siempre hay una conclusión muy clara; nos motiva más el miedo a perder que la posibilidad de ganar.
Vamos a verlo con un ejemplo.
Imagina que alguno de los oyentes quiere proponerme ayuda para cambiar mi dieta llena de azúcar. Me propone pagarme 10 euros por cada día que no coma nada dulce. Es decir, si al final del mes no he comido nada de dulce me pagará 300 euros.
Ahora imagina que otro oyente me propone algo similar pero planteado de una forma diferente. A principio del mes me paga 300 euros y yo le tengo que devolver 10 euros cada día que coma algo dulce.
En realidad, ambos planteamientos harían que yo pudiera a final de mes tener una cantidad de entre 0 euros, si como dulce todos los días, o 300 euros si no como dulce ningún día.
Pero aunque las dos propuestas pudieran reportarme los mismos beneficios, en realidad una es mucho más poderosa que la otra. Como hemos dicho, nos motiva mucho más la posibilidad de perder algo que de ganar algo. Así que si alguien me ingresara, pusiera en mi cuenta bancaria, 300 euros a principio de mes y yo le tuviera que devolver 10 euros cada día que coma dulce, las probabilidades de tener éxito con mi cambio de comportamiento serían mayores que si alguien me pagara 10 euros al día. Todo por el miedo a perder.
Según diversos estudios de este tipo, incluyendo el miedo a la pérdida, la posibilidad de un cambio de comportamiento es hasta un 50% superior en algunos casos.
Te recuerdo que no siempre somos racionales, sino que a veces somos emocionales, y mucho.
Por cierto, esta parte irracional del ser humano tampoco es algo malo necesariamente. Esas características más emocionales también hacen que podamos ser creativos e intuitivos, eso sí, no nos ayudan con los aspectos relacionados con la economía o la probabilidad, como hemos visto.
Hay un libro muy interesante llamado “Switch: How to Change Things When Change Is Hard” de Chip Heath y Dan Heath. El título en español sería “Cambia: cómo cambiar las cosas que son complicadas de cambiar”.
En este libro utilizan una metáfora que me gusta mucho para explicar cómo nos comportamos los humanos. Todos tenemos en nuestra cabeza un elefante, la parte emocional de nosotros. También hay un jinete que guía a ese elefante, le dice por dónde tiene que ir. El jinete representa la parte racional que también tenemos. Por último tenemos el camino por el que van tanto el elefante como el jinete. El camino representa nuestro entorno, a las personas que tenemos alrededor y nuestras circunstancias.
Algo que favorecerá el cambio de comportamiento será darle indicaciones claras al jinete, motivar a nuestro elefante y darle forma a nuestro camino para que nos favorezca.
La verdad es que este libro nos da bastantes indicaciones sobre cómo podemos navegar estas situaciones donde nuestro elefante emocional se ha descontrolado. Aquí algunas ideas:
Mirar al pasado y analizar cómo cambiaste tu comportamiento en una situación similar. Si no tienes ninguna referencia puedes tomar como ejemplo lo que han hecho otras personas en tu misma situación. Si sigues mi canal de YouTube sabrás que en uno de mis vídeos de principios de este año comentaba que iba a hacer el examen de C2 de inglés, el nivel más alto, y que lo iba a hacer en junio de este año. Pues bien, decidí posponerlo a noviembre porque no estaba estudiando casi nada y hubiera sido imposible aprobar el examen en junio. Hace un mes, viendo que la situación no había cambiado, decidí posponer el examen a febrero del año que viene. Sí, lo reconozco, soy profesor de idiomas y no he sabido organizarme para preparar un examen de inglés. En este caso podríamos usar la expresión “en casa del herrero, cuchillo de palo”. Un herrero es el profesional del hierro, y si tiene un cuchillo de palo, de madera, en lugar de hierro, pues es algo irónico. El caso es que, aunque he ayudado a bastantes estudiantes de español a aprobar exámenes similares, estaba un poco perdido con este examen de inglés. No conozco a nadie que lo haya hecho así que busqué en YouTube experiencias de otros estudiantes donde explicaban cuál era su rutina de estudio, qué libros usaban para prepararse o cuánto tiempo se necesitaba para tener éxito en el examen. Como hemos dicho, podemos fijarnos en lo que han hecho otros para conseguir el mismo resultado que queremos.
Algo que también puede dificultar el cambio es la parálisis por análisis. En el episodio número ocho hablamos de la fatiga de decisión y vimos cómo tener demasiadas opciones puede dificultar hacer cosas y acabar procrastinando. A veces tener demasiadas opciones nos da la sensación de una falta de claridad, y recordemos que nuestro jinete necesita direcciones claras. Imagina subir a un taxi y empezar a darle instrucciones al taxista de cómo llegar al destino, cambiando la ruta constantemente. Hacer eso solo va a provocar que el viaje sea más largo y costoso.
Otra forma de favorecer el cambio es buscar algo que pueda satisfacer tanto al elefante emocional como al jinete que lo guía, a nuestra parte racional. Si volvemos al tema de mis malos hábitos con la comida en los últimos tiempos, una forma de darle motivación a mi elefante y también una dirección clara a mi jinete sería decidir varios desayunos saludables, pero dulces también que puedo tomar cada mañana. Por ejemplo unas tortitas hechas con plátano y dátiles, o un “porridge”, avena, con leche de coco y canela.
También tenemos que ser realistas. Si nuestro elefante está acostumbrado a hacer lo que le da la gana, a hacer lo que quiere, no podemos esperar que de la noche a la mañana, de un día para otro sea capaz de ser diligente en una determinado aspecto de nuestra vida. Si queremos que nuestro elefante suba el pico del Everest, primero tendremos que acostumbrarlo a subir montañas más pequeñas.
Para el elefante también es muy importante saber que ha habido un cambio. La esperanza es la gasolina para que el elefante continúe moviéndose. Por eso es importante celebrar las pequeñas victorias. Y no solo de victorias va la cosa. Los fracasos también van a ser inevitables en cualquier proceso de cambio, indicándonos qué es lo que funciona o qué es lo que no funciona, una información muy valiosa.
Por último, y una de las razones por las que te estoy contando todo esto, es que tenemos que tener presente el poder de la influencia social. Somos animales sociales y nos importa lo que los demás piensan de nosotros. Siempre que esta necesidad no sea exagerada, podemos usarla a nuestro favor. Hacer nuestros cambios visibles a otros puede ayudarnos a alcanzarlos. Estoy seguro de que gracias a este episodio algunos de los oyentes del pódcast me van a preguntar cómo llevo mi cambio de hábitos y mi preparación para el examen de inglés de febrero. ¡Te iré poniendo al día! Poner al día es mantener informado a alguien de una situación. Pues eso, que te pondré al día de los cambios y de mi progreso. La verdad es que puede parecer una estupidez pero encuentro difícil contar esto en el pódcast. Para mí es importante llevar un estilo de vida más saludable del que tengo ahora. Sé que me va a hacer estar mejor conmigo mismo y que me voy a sentir mejor de lo que me siento ahora. ¡Así que vamos a por ello!
Hasta aquí el episodio de hoy. Espero que hayas podido aprender algo nuevo, y que si estás en un punto similar al mío donde quieres cambiar algo, estos consejos te hayan dado algo de luz.
Si has disfrutado del episodio y quieres ayudarme puedes dejar una valoración en iTunes o compartir con otros estudiantes de español el pódcast.
Nos escuchamos en el próximo episodio. ¡Un abrazo grande!
Bibliografía:
Why it's so hard to make healthy decisions | David Asch
“Switch: How to Change Things When Change Is Hard” de Chip Heath y Dan Heath
Flashcards vocabulario:
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Español Claro - Uppe¿Quieres estudiar conmigo? Echa un ojo a mis cursos online:
Si no tienes claro cuál es el curso indicado para ti, puedes hacer el test de nivel.







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Muchas grácias por este podcast! Me ayudas muchísimo!
Mantente fuerte y saludable!
No debería sentir vergüenza sobre el problem de autocontrol. Nadie puede resistir la magia de postre. Mi novia y yo solíamos tener el mismo problema, pero lo vencíamos debido a una estrategia fácil: apartar un día de la semana para que comamos postre sin restricción, o sea preparar un "cheat day". Solo un día, nada más, nada menos, y siempre el mismo día cada semana (Sábado para nosotros).
Siempre tenemos antojos de postre o chocolate durante la semana, pero es posible controlarlo por que sabemos que el "cheat day" vendrá en dos o tres días. Podemos acumular todos los antojos y liberarlos en un día, lo que es, por supuesto, el mejor día de la semana.
Tener un "cheat day"…
Gracias por el consejo que ''nos motiva mucho más la posibilidad de perder algo que de ganar algo'', podemos usarlo en muchos aspectos de vida, no solo cuando tenemos problema con una adicción. La gente lo usa también en los relaciones, pero eso puede ser fácilmente una manipulación.
Hi,
I find it difficult to follow your podcasts but nevertheless they are always interesting ,never boring.
Thanks