E77 ¿Por qué tenemos miedo?
- César

- Jan 4, 2022
- 9 min read
Updated: Jul 15, 2024
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Episodio 77: ¿Por qué tenemos miedo?
¡Feliz año 2022!
Te doy la bienvenida al primer episodio del año 2022 del pódcast para estudiantes de nivel intermedio. Muchas gracias por escucharlo regularmente durante el 2021 y si es la primera vez que escuchas el pódcast te informo de que puedes leer de forma gratuita la transcripción del episodio y usar las flashcards, para memorizar de forma efectiva el nuevo vocabulario en contexto.
¿Cómo ha ido tu final del año 2021 y entrada del 2022?
Yo acabé el año preparando este episodio en el lugar donde más tiempo pasé después de mi casa, se trata de una cafetería de mi barrio. No es especialmente bonita, ni el café es el mejor del mundo. La verdad es que es una cafetería de una cadena y todo el mobiliario está bastante anticuado, necesita un lavado de cara, una renovación. Sin embargo, esta cafetería se ha convertido en mi oficina, mi lugar de trabajo, y por primera vez en Londres, la gente que trabaja aquí sabe mi nombre y cuál es el café que me gusta, no me tienen que preguntar cada día. El factor humano es el que me ha hecho quedarme. Puesto que mi trabajo puede ser a veces un poco solitario, el hecho de que el camarero me pregunté cómo me ha ido el fin de semana o cómo fue mi última visita a España me gana.
La entrada del año 2022 la hice en Bristol, una ciudad al suroeste de Inglaterra. Fui con mi novio a pasar la Nochevieja, la última noche del año allí ya que parte de su familia vive en esa ciudad. Mi suegra, es decir, la madre de mi novio, es escocesa y todos los años en Nochevieja hace la tradición del “first foot” o primer paso en español, que viene de Escocia. Esta tradición consiste en que un chico alto y con pelo oscuro preferiblemente toque a la puerta de la casa y entre con shortbread, carbón y algo de beber, generalmente whisky. Se trata de una forma de traer buena suerte al hogar ese año. Este año he tenido el honor de poder participar y mi novio y yo hemos sido los encargados de hacerlo. ¡Una gran responsabilidad!
Bueno, vamos a dejarnos de chachara y vamos a hablar sobre el tema de hoy: el miedo.
Hace un par de años mi amiga Cris me regaló un libro por mi cumpleaños. Se titulaba ¿Por qué el Budismo es verdad?. Recientemente lo he empezado a leer y una de las frases que más se repite es que los humanos no estamos diseñados biológicamente para ser felices, esa no es la prioridad. Estamos diseñados para pasar nuestros genes de una generación a la otra, es decir, la prioridad es sobrevivir. Para cumplir este objetivo de supervivencia muchas veces nos dominan sentimientos como el miedo, que en la mayoría de los casos no son útiles, pero que en otras pueden salvarnos la vida. Hace miles de años cuando los humanos vivíamos en un entorno mas natural estábamos programados para detectar posibles amenazas que pudieran acabar con nuestra vida. Si un árbol movía sus ramas cuando no había viento nuestro mecanismo nos alertaba de que una una posible amenaza podía llegar, quizás una serpiente venenosa.
Hoy en día, en la sociedad moderna, cada vez vivimos en entornos menos naturales, pero el mecanismo que detecta amenazas sigue intacto. Ahora estas amenazas son mucho más sofisticadas y ya no se limitan a animales que pueden hacernos daño, sino que se extienden a aspectos relacionados con nuestro trabajo, familia y nuestro yo social. Estas amenazas provocan en nosotros un sentimiento tan necesario como limitante en muchos casos: el miedo.
Si buscamos la definición de la palabra miedo en el diccionario, las dos primeras definiciones dicen lo siguiente. La primera es “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”, y la segunda es “aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea”.
Yo era un niño bastante miedica, con los miedos habituales de los niños. Me daba miedo la oscuridad y nunca quería dormir solo. Cuando me hice más mayor podía dormir solo, pero necesitaba que hubiera una luz encendida. Por supuesto, poco a poco nos vamos quitando miedos, unos se van y otros nuevos llegan.
Haciendo balance de mi año 2021, me he dado cuenta de que unos de mis mayores logros ha sido minimizar algunos de mis miedos, como te digo soy una persona miedosa. Especialmente miedos relacionados con mi trabajo. Estuve trabajando durante muchos meses en mi curso de nivel intermedio, Español Ágil, un trabajo que requería invertir tiempo y dinero. Pasaban los meses y de vez en cuando me venía a la cabeza el César saboteador a decirme que quizás nadie quiera inscribirse al curso, que a nadie le iba a gustar. Tenía miedo de que en el hipotético caso de que nadie estuviera interesado por el curso, no solo habría perdido el tiempo y el dinero, sino que de alguna forma ese fracaso me podría hacer perder mi confianza como profesor. Como te comentaba antes mi trabajo puede ser un poco solitario antes, y hay una frase del escritor Stephen King con la que me identifico mucho. Él dice que escribir es un trabajo solitario, pero que tener a personas que creen en ti marca la diferencia.
Afortunadamente el recibimiento del curso fue bueno, gracias a todas las personas que creyeron en mi trabajo. Estoy inmensamente agradecido por todas las personas que se inscribieron en Español Ágil durante el 2021 y por todas las que han mostrado su interés para inscribirse en la nueva edición del curso el día 11 de enero.
Sin embargo, también he aprendido que los miedos se transforman. Si mi miedo antes de terminar el curso era que nadie estuviera interesado en él, meses después, cuando los estudiantes se empezaron a inscribir mi mayor miedo era que no les gustara, que no fuera útil o que no lo completaran. Después de dos ediciones ese miedo también ha desaparecido gracias a los comentarios que hacen los estudiantes, el feedback positivo y el número de ellos que lo han completado y me preguntan si hay otro curso de nivel avanzado para continuar. Lo de los miedos es casi como un videojuego, donde en cada fase el nivel es un poco más complicado que el anterior. Teniendo en cuenta que todo mi trabajo está basado en Internet, mi miedo ahora es no saber adaptarme en el futuro a los cambios tan bruscos que existen. Hay que trabajar en ello, nunca se acaba.
Hablando de miedos, hay una frase del psicoanalista inglés Donald Winnicott que dice: Las catástrofes a las que tienes miedo son en realidad cosas que ya han pasado. Es decir, muchos de nuestros temores, miedos, son cosas que están en el pasado y no en el futuro. Ya vimos una teoría similar en el episodio 71 donde hablábamos de los “daddy issues”, y de cómo algunas personas tienen un miedo irracional a ser abandonados por sus parejas. Vimos que este miedo en realidad era algo que ya había pasado en la infancia de estas personas, sus padres o madres les habían abandonado de forma figurada o incluso literal, y era un miedo que continuaban manteniendo en el presente aunque no hubiera razones que lo justificaran.
Como profesor, yo he validado muchas veces esta teoría de que algunos miedos que tenemos están en realidad en el pasado. En muchas ocasiones, con estudiantes de ciertas generaciones y de ciertos lugares, me ha resultado complicado hacerles entender que equivocarse y cometer errores es perfectamente normal e incluso necesario cuando aprendemos un idioma. El grado de frustración de algunos estudiantes con los errores viene de su infancia, de cuando estaban en el colegio y han tenido que sufrir humillaciones por parte de algún profesor de la vieja escuela que incluso usaba la violencia cada vez que el estudiante no respondía correctamente a una pregunta. El miedo que siguen sintiendo a cometer errores estas personas es increíble. Es un miedo obviamente instalado en el pasado. Hoy en día ningún profesor les va a humillar o incluso pegar, usar la violencia, por no tener la respuesta correcta. Sin embargo, viven este miedo como algo todavía presente.
Otro ejemplo que me viene a la cabeza de estos miedos que son más reales en el pasado que en el futuro es el de la confianza en un mismo. Una persona a la que quiero mucho fue durante muchos años objeto de “mobbing”. Podemos usar este anglicismo en español para hablar del acoso laboral en el trabajo. En este caso el acosador era su jefe. Hablo de una persona que conozco bien, que tiene mucha experiencia en su sector, alguien a quien podemos considerar una persona muy profesional. Sin embargo, su jefe, con sus comentarios y acciones le hacía sentir que no lo era. Cuando finalmente cambió de trabajo los nuevos jefes y compañeros eran muy amables, pero el sentimiento de inseguridad seguía presente, y el miedo a no ser suficiente o a no ser capaz continuaba ahí. Tuvo que pasar un tiempo para darse cuenta de que efectivamente ese miedo no era real, era una buena profesional y no tenía que temer a un nuevo jefe acosador.
En todo caso, estos miedos son en realidad muchas veces espejismos de cosas que nos pasaron en el pasado. Ahora las buenas noticias; puesto que lo que más tememos son cosas por las que ya hemos pasado, tenemos más herramientas con las que afrontar la situación. La experiencia es una ventaja en el caso de que tengamos que pasar por la misma situación de nuevo.
Está claro que los riesgos están ahí, y la vida está llena de ellos, es inevitable. Podemos entonces adoptar dos filosofías respecto a ellos: podemos intentar eliminar todo el riesgo de nuestra vida, y para ellos vamos a tener que sacrificar muchas cosas. Como persona bastante miedosa he estado ahí. Pero, con el objetivo de eliminar o minimizar riesgos, durante un tiempo tuve que sacrificar parte de mi vida; de mi vida profesional, familiar, social e incluso sentimental.
Desde luego, si pudiera hablar con mi yo del pasado o con alguien a quien quiero, no le recomendaría esta perspectiva. Le recomendaría ser sensato con los riesgos que toma, por supuesto, pero no evitarlos de forma automática, porque eso no es vivir. La otra filosofía sería cambiar y trabajar nuestra actitud respecto a los riesgos y a los miedos que nos provocan. Pensar que como adultos somos más resolutivos, tenemos más recursos y herramientas para hacerles frente, y si no las tenemos podemos pedir ayuda. Esto requiere por supuesto practicar nuestro coraje y humildad. En definitiva implica trabajo, pero vale la pena. Vale la pena asumir que a pesar de los riesgos, y del miedo que estos nos provocan, que a pesar de nuestra fragilidad podemos tener una vida plena y sentirnos satisfechos.
Antes de acabar, y puesto que estamos a principios de año y todo el mundo se desea un feliz año nuevo, quiero leerte un poema de Victor Hugo, autor célebre por su obra Los Miserables. Este poema es mi deseo para ti en 2022.
Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, más no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosostros.
Te deseo de paso que seas triste. No todo el año sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Deseo también que plantes una semilla, por mas minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.
Te deseo además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico, y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas «Esto es mío» solo para que quede claro quién es el dueño de quien.
Si todas estas cosas llegaran a pasar no tengo más nada que desearte.
Espero que te haya gustado este poema, que por cierto, he acortado un poco, lo puedes encontrar entero en Internet. Muchas gracias por tu tiempo y por último recordarte que puedes dejar tu valoración del pódcast en la plataforma o app que uses; Spotify, iTunes o la que sea, es muy útil para dar visibilidad al pódcast.
Me despido hasta el próximo episodio deseándote una buena semana. Un abrazo grande. ¡Ciao, ciao!
Flashcards vocabulario: https://quizlet.com/gb/655981362/e77-por-que-tenemos-miedo-flash-cards/
Fuentes:
Libro - ¿Por qué el Budismo es verdad? (Robert Wright)
Poema - Te deseo (Victor Hugo)
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¿Es posible que estuvieras hablando un poco más rápido para este episodio? jajaja Me parecio que no lo entendi tan facil como los demas episodios. (Y no hay problema, tengo que aprender a entender a los hablantes rápidos)
Me encanta este poema, gracias! Espero que nosotros cumplamos todos de los deseos en este poema.
¡Buenos días! Este episodio me ha gustado mucho! Especialmente la última parte. Por fin alguien lee para mi;)